Ť Estética, ética y hermenéutica, tercer tomo que completa sus Obras Esenciales


Locura, sociedad y creación, entre otros temas, conforman el universo cognoscitivo de Foucault

Ť Compilación de los textos más relevantes del filósofo francés, publicada por Paidós

Ť A tres lustros de su muerte persisten los interrogantes que planteó el autor de Vigilar y castigar

Pablo Espinosa Ť Con la publicación reciente del libro Michel Foucault. Estética, ética y hermenéutica, editorial Paidós completa el corpus de las Obras Esenciales de ese gran pensador de nuestro siglo.

El proyecto inició este año en Barcelona, con la edición del primero de los tres tomos, Michel Foucault. Entre filosofía y literatura, continuó con un segundo volumen Michel Foucault. Estrategias de poder y culmina con el título arriba señalado, que circula en México en estos días.

Se trata de la compilación de los textos más significativos que el filósofo francés publicó entre 1954 y 1970, correspondientes a los que podría considerarse como sus años de formación.

Puestos los tres tomos sobre la mesa en orden consecutivo, se puede leer en letras rojas sobre fondo blanco y negro el nombre completo: Foucault. Trátase de un trabajo ambicioso de consecuencias provechosas tanto para especialistas en el investigador como para quienes lo han seguido con regularidad y, por supuesto, los neófitos. Los trabajos incluidos han sido agrupados siguiendo un orden temático, semejante a las ediciones que de esta misma obra se hicieron en italiano y en inglés. (La versión original es de Gallimard, 1994, en francés).

La ubicación del legado de Foucault (1926-1984) va más allá de la concepción antigua del término ''filósofo". Lo revolucionario en él es también lo inasible. Sus caminos por la aventura del conocimiento se articulan a partir de un análisis del saber o arqueología, que es evidente en algunas de sus obras célebres: Historia de la locura en la época clásica (1961), Las palabras y las cosas (1966), y muy evidente en La arqueología del saber (1969).

El poder, problema capital

Otro tema capital: el poder, visible en Vigilar y castigar (1975), Historia de la sexualidad (tres tomos: La voluntad de saber, 1976; La preocupación por sí mismo, 1984, y El uso de los placeres, 1984). La locura, la sociedad, la creación, entre otros temas, conforman el universo de uno de los grandes maestros de la ética.

He aquí nuevos referentes de estudio, observación o atisbos de profanos de la filosofía y del placer de la sabiduría, a uno de los autores clásicos del siglo XX, cuya ubicación está próxima a Levi-Strauss, Lacan, Althusser, Roland Barthes, también emparentado en pensamiento con otros colosos: Borges, Kafka, Mallarmé, Antonin Artaud, Burroughs, Blanchot, Dumezil...

Aventura el catalán Miguel Borey, uno de los autores del compendio: ''Nos es imposible saber siquiera si se reconocerá su nombre (el de Foucault) como el del último de los epígonos de Nietzsche, como uno más en medio de la algarabía sofística de nuestro mediático fin de milenio, o bien como un avanzado que abrió dimensiones inéditas en el espacio de lo pensable, que el trabajo de acabado del tiempo se encargaría de asentar como fundamentales".

A 15 años de la muerte de Foucault, para muchos no es posible aún responder a las preguntas de Ƒqué es hoy para nosotros? ''Ƒel frágil monumento de un ideólogo libertario de los sixties? ƑO esa paciente masa documental, cada vez más anónima, cuyo paradójico prestigio crece y se prolonga, con la determinación de un número uno en ventas, en el circuito académico estadunidense?" Y responde negativamente el autor de este nuevo compendio del pensamiento foucaultiano: ''Del mismo modo como no nos cabe imaginar qué formas adoptará el pensamiento que aguarda al otro lado del presente (con el mayo del 68 como telón de fondo, Foucault advertía contra las formas utópicas de pensamiento con estas palabras: Creo que imaginar otro sistema todavía forma parte del sistema de la actualidad), de modo análogo, tampoco nos es posible establecer de forma tajante qué aspectos de su obra pertenecen ya al pasado, qué otros duermen inadvertidos al albur de un tiempo futuro y cuáles constituyen aún el núcleo duro de su necesidad presente".

El tomo tres que completa sus Obras esenciales culmina con la entrevista ''Sexo, poder y política de la identidad". Inicia así:

ųSugiere usted en sus libros que la liberación sexual no es tanto el sacar a la luz verdades secretas que conciernen a uno mismo o a su deseo, cuanto un elemento del proceso de definición y de construcción del deseo. ƑCuáles son las implicaciones prácticas de esta distinción?

ųLo que he querido decir es que, en mi opinión, el movimiento homosexual tiene actualmente más necesidad de un arte de vivir que de una ciencia o de un conocimiento científico (o seudoconcientífico) de lo que es la sexualidad. La sexualidad forma parte de nuestras conductas. Forma parte de la libertad de la que gozamos en este mundo. La sexualidad es algo que nosotros mismos creamos ųes nuestra propia creación, tanto más cuanto que no es el descubrimiento de un aspecto secreto de nuestro deseoų. Debemos comprender que con nuestros deseos, y a través de ellos, se instauran nuevas formas de relaciones, nuevas formas de amor y nuevas formas de creación. El sexo no es una fatalidad, es una posibilidad de acceder a una vida creadora.