Ť Me enteré de lo sucedido por el periódico Egin, dice


Rechaza Elgorriaga vínculos con la muerte de dos etarras por los GAL

Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 14 de diciembre Ť El ex gobernador civil de Guipúzcoa, País Vasco, Julen Elgorriaga, rechazó este martes cualquier implicación en el secuestro, tortura y asesinato de los dos supuestos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zavala, al comenzar el juicio por este caso en la Audiencia Nacional de España.

El juicio fue suspendido la víspera debido a que uno de los autores materiales de estos hechos, el guardia civil Felipe Bayo, sicario confeso de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), acudió sedado a causa de una intoxicación por medicamentos.

La declaración de Bayo es clave en este proceso, pues además de ser el único que ha confesado haber participado en las torturas a que fueron sometidos los dos jóvenes vascos en 1983, en el Palacio de la Cumbre de San Sebastián, hoy confirmó que Elgorriaga y Enrique Rodríguez Galindo, general en la reserva de la Guardia Civil, estuvieron presentes durante las torturas, cubiertos con pasamontañas.

Elgorriaga también prestó hoy su declaración en la que aseguró que se enteró del secuestro de Lasa y Zabala por el periódico vasco Egin, publicación proscrita después ser acusado de formar parte del entramado financiero de ETA.

El ex gobernador aseguró que Lasa y Zabala nunca estuvieron en el Palacio de la Cumbre de San Sebastián, y sostuvo que él solo acudía allí para ir a la piscina con su familia y porque era un buen sitio para ver los fuegos artificiales de la Semana Santa.

La fiscalía mantiene en su escrito de conclusiones provisionales que en octubre de 1983, los guardias civiles acusados Enrique Dorado y Felipe Bayo, de acuerdo con los planes establecidos por sus superiores, secuestraron a Lasa y Zabala y los trasladaron hasta el Palacio de la Cumbre en San Sebastián, donde les interrogaron con violencia física y síquica.

Elgorriaga abundó que jamás visitó a un solo detenido ni ordenó a las fuerzas policiales de Guipúzcoa que llevaran a cabo labores de información en el sur de Francia.

En tanto, la policía francesa descubrió en el pueblo de Pau el departamento en el que se alojaba la encarcelada Belén González Peñalba, Carmen, y quien fungiera antes de su detención del 25 de octubre pasado como uno de los contactos de la organización armada vasca ETA con el gobierno de José María Aznar.

González Peñalba alquiló el local junto con otro supuesto militante de ETA identificado como Cipriano Fernández, haciéndose pasar por ciudadanos mexicanos.

En el interior de la vivienda se encontró información y documentos secretos de ETA que detallan, según lo informado por las fuerzas de seguridad francesas, valoraciones políticas de los miembros del grupo armado y otros sobre el funcionamiento operativo del grupo separatista.

Una persona logró huir antes de la policía a la casa, que fue registrada de inmediato por agentes de la División Nacional Antiterrorista (DNAT), desplazados desde París.

Dentro de las cosas encontradas también había algunos disquetes, mapas y planos del sur de Francia y placas de vehículos falsificadas.

González y Fernández fueron arrestados en octubre pasado en plena de tregua de ETA, rota el 3 de diciembre. La militante etarra fue detenida, a pesar de haberse reunido en mayo pasado, en Zurich, Suiza, con los interlocutores directos del gobierno español para profundizar en el proceso de paz.