Ť Rechazan fondo de fortalecimiento estatal por 9 mil 600 millones de pesos
Se une PVEM a PRI-PT; aprueban la Ley de Coordinación Fiscal
Ť Ganan batalla a PRD-PAN; los petistas se vendieron por un plato de lentejas, acusan panistas
Ciro Pérez Silva y David Aponte Ť La nueva mayoría en la Cámara de Diputados, la alianza PRI-PT-PVEM, ganó anoche la primera batalla legislativa a PAN-PRD: aprobó la Ley de Coordinación Fiscal, con el rechazo al fondo de fortalecimiento estatal por 9 mil 600 millones de pesos impulsado por panistas y perredistas.
Las negociaciones en San Lázaro para sacar un "paquete de consenso" se tornaron intensas entre todas las bancadas. Sin embargo, no hubo acuerdo global y la "nueva alianza social" arrancó a panistas y perredistas su intención de crear un fondo estatal al interior de la Ley de Coordinación Fiscal.
Al mediodía, el presidente de la mesa directiva, Francisco José Paoli Bolio, decretó un receso de 60 minutos en la sesión plenaria, pero se extendió a 7 horas.
Los líderes de las cinco fracciones buscaron acercar sus posiciones a la luz de la nueva alianza alcanzada entre priístas y petistas. La negociación tuvo como piso el acuerdo alcanzado entre el PRI y el PT.
Ufano, el diputado petista Luis Patiño Pozas aseguró que PRI, PAN, PRD y PVEM estaban platicando con base en el contenido del pacto PRI-PT.
"Para nosotros ha sido un gran desafío poder jugar este papel de gozne, que es el papel estratégico que hoy los partidos pequeños estamos jugando y el tratamiento que debemos recibir del resto de los grupos parlamentarios es estratégico, es un trato político de igualdad y de equidad, a pesar de que tenemos menos peso específico", dijo.
A partir de este momento, el PT es la "bisagra" en la negociación general y no el "esquirol" de la Cámara de Diputados, agregó.
Desde la mañana hubo negociaciones bilaterales para tratar de sacar un paquete económico "por consenso". La primera fue entre Carlos Medina Plascencia, del PAN, y Arturo Núñez Jiménez, del PRI. Simultáneamente, el vicecoordinador priísta Fidel Herrera con el líder de la bancada del PRD, Pablo Gómez.
Los cuatro manifestaron su satisfacción por el resultado de las negociaciones, centradas en el fondo de fortalecimiento estatal y el techo de endeudamiento para el Distrito Federal. Luego, siguieron las negociaciones con los subsecretarios de Hacienda, Santiago Levy y Tomás Ruiz.
El PAN y el PRD creían que había disposición para alcanzar acuerdos. No obstante, sus expectativas cayeron conforme pasaba el tiempo. "Cuando los funcionarios de Hacienda nos dijeron que necesitaban varios días para analizar nuestra propuesta, terminamos por darnos cuenta que se trataba de una burla, porque en realidad el PRI ocupó ese tiempo para amarrar los votos del PT y del PVEM", dijo el vicecoordinador del PRD, Jesús Martín del Campo.
En otras palabras, los panistas aceptaron que el PRI les tendió una trampa para su proyecto de presupuesto, el firmado con el PT. "Ya nos chingaron. Nos partieron la madre", expresó uno de los principales negociadores panistas.
Abatidos, reconocieron que todo el esfuerzo para hacer modificaciones sustanciales que beneficiaran a los jubilados, los campesinos, a los pequeños empresarios y a las universidades y centros de investigación fue inútil. "Esos del PT se vendieron por un plato de lentejas y no sólo están votando a favor de un proyecto inequitativo, están vendiendo al país", dijo el negociador del PAN.
Paralelamente, el PRI continuó su negociación con los partidos denominados chicos y convocó a todos sus diputados al Palacio Legislativo, con la consigna de que tenían que estar presentes al momento de las votaciones. Los priístas mostraron una vez más su disciplina: los 238 estuvieron en el salón de sesiones.
Después del receso de más de siete horas, los legisladores volvieron a sus curules. Los panistas y perredistas tuvieron claro que no podrían ganar la votación a la nueva alianza. Entonces, intentaron "reventar" el quórum y, en consecuencia, la sesión. Felipe de Jesús Preciado Coronado, del PAN, pidió a Paolio Bolio verificar la asistencia de los diputados.
El priísta Rafael Oceguera increpó a los panistas que ya abandonaban el recinto: "Esto es una argucia del PAN para evitar la votación (que tienen perdida)".
Pero una vez que el legislador del tricolor se percató de que contaba con los votos suficientes para hacer el quórum, 250 diputados más uno, él mismo alentó al presidente de la mesa para que abriera el tablero electrónico.
Esa fue la primera derrota del PAN y el PRD, en una batalla que de antemano tenían perdida. Los priístas se burlaron de los panistas y perredistas: "Culeros, culeros, culeros". "Fuera, fuera, fuera".
Vino la discusión de la Miscelánea Fiscal y Ley de Coordinación, que incluía el fondo de fortalecimiento a los estados, propuesta por el bloque PAN-PRD.
La nueva alianza PRI-PT-PVEM comenzó a ganar la segunda batalla. Los artículos reservados por los panistas y perredistas fueron desechados por la "alianza social", según la calificó Herrera Beltrán.
Cuando los panistas vieron que el sentido del voto no favorecía sus propuestas, decidieron retirar el artículo 38 de la Ley de Coordinación Fiscal que establecía el fondo de aportaciones para el fortalecimiento de las entidades federativas, los famosos 9 mil 600 millones de pesos para los estados, equivalente a 1.5 por ciento de la recaudación federal participable.
Aquí perdieron la tercera batalla. Incluso, algunos legisladores del PAN abandonaron San Lázaro. En comisiones, el bloque PRI-PT-PVEM aprobó el dictamen de Ley de Ingresos, la cual sería aprobada por el pleno en la madrugada de este miércoles.
En otro escenario del debate por el paquete económico del 2000, el secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano, habló por teléfono con la jefa del gobierno capitalino, Rosario Robles, para ofrecerle 6 mil millones de pesos como techo de endeudamiento, a cambio de que la fracción del PRD aprobara la iniciativa del Ejecutivo. La respuesta de la funcionaria perredista fue contundente: "No".
Sin embargo, cerca de las 22 horas, en el recinto legislativo, la dirigente nacional del PRD, Amalia García, cerró las negociaciones que tuvieron lugar durante el día. La zacatecana redujo la pretensión de su partido, los 9 mil millones de pesos originales, y obtuvo los 6 mil millones de pesos para la deuda de la capital. "Estoy muy contenta", expresó sin hacer más declaraciones.
Martín del Campo comentó que el gobierno federal intentó poner candados para autorizar el techo de endeudamiento del Distrito Federal, que hacían prácticamente imposible el uso de los recursos. "Eran ridículos y hasta ofensivos. Nosotros no nos oponemos a que se audite la aplicación de este endeudamiento, pero en todo caso exigimos equidad y que las mismas condiciones que se pretenden imponer al gobierno de la ciudad se le impongan al federal", expresó.
El diputado perredista reveló que no todos los priístas compartían este acuerdo, los 6 mil millones de pesos, como Guillermo Barnes, quien en todo momento opuso resistencia.
Así, en medio de negociaciones partidistas que pretendían un paquete económico de consenso, el nuevo bloque en la Cámara de Diputados, priístas, petistas y verdes, ganó varias batallas al bloque PAN-PRD.