* Alejandro Hernández espera repuntar posiciones y calificar a Sydney
No es un orgullo ser el primero aquí y caer en la ATP
* El tenista acepta que en 99 tocó fondo, pues descendió en las listas y disminuyó su desempeño
Abril del Río * Tras casi cuatro años de marchar como primer raqueta de México, Alejandro Hernández Juliá ha caído en la lista de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) hasta rondar los 250 del orbe, pero se muestra tranquilo porque asegura haber madurado y asimilado una serie de aspectos que lo llevarán a repuntar posiciones. Confía en que esto le permitirá, incluso, calificar dentro de unos meses para los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
"ƑCrees que me enorgullece ser el número uno de México cuando ando tan bajo? Pues no, pero sí lo estoy de haber superado una situación tan difícil", confió Hernández en entrevista con La Jornada, y confesó que durante 1999 tocó fondo, no sólo al haber descendido en la lista mundial, sino en torno a su desempeño en los torneos:
"Analizando las cosas fríamente, por más que mantengas un nivel año con año, mientras no tengas la visión panorámica y profunda, es difícil que te superes, caes en un medio abstracto y engañoso; es decir, te encuentras en un cierto ranking, pero en realidad tu carrera no va en la dirección que tú quisieras.
"Se juntaron algunas cosas: el no jugar muy bien, perder la confianza, tomar decisiones equivocadas, tanto en la programación de torneos como en la preparación de calendarios. Todo se acumuló hasta que mi tenis y mi carrera se iban hacia abajo. Nadie se daba cuenta porque mi ranking era el mismo de siempre, 160 o 170, pero yo sí sentí que toqué fondo, así que tomé algunas decisiones y cambié varias cosas".
--ƑCambiaste aspectos de técnica?
--No, la técnica está ahí y todo mundo sabe que juego bien, y en realidad no me sorprende que la gente espere más de mí, porque yo también espero más, pero hasta este momento he comprendido un poquito más mi juego.
"Uno va madurando y te das cuenta de que para ganar, a veces tienes que dejar fuera las expectativas, la presión, los resultados, porque todo eso simplemente se acumula y es como un exceso de peso que traes en la espalda, porque a final de cuentas uno sólo debe preocuparse por jugar, divertirse, y hacerlo de la manera que más te guste.
"Estos últimos dos meses fueron muy importantes para mí. Antes había tomado un descanso de dos semanas; estuve solo, pensando, después contraté una nueva persona (Ignacio Martínez) para entrenarme, y creo que los resultados en el último mes fueron muy favorables respecto a como venía todo el año".
Hernández, de 23 años, alcanzó su mejor ranking, el 156, en el cierre de 1998, y tras cosechar derrotas en etapas tempranas de la mayoría de los torneos en que participó durante 1999, no descendió más en el ranking gracias a que contaba con un buen respaldo de puntos ATP del año anterior. Y ahora asegura que haber llegado a la final en el Challenger de Puebla, a cuartos de final en el de Guadalajara y en el de la ciudad de México, "me ayudó a recuperar confianza y a estar con más ganas para el siguiente año".
--ƑQué es lo que te presiona?
--Son situaciones que se van dando. Todos los tenistas, y los deportistas en general, en algún momento pasan por esto: una mala temporada. En realidad, si te pones a ver las cosas como son, šno pasa nada! Se me puede criticar por haber bajado, pero todo desaparecerá conforme empiece a ganar. Creo que con todo el camino que he recorrido, estoy más listo para subir (en el ranking). Es decir, quiero volver a estar entre los 160, pero sólo para dar el siguiente paso.
--ƑInfluye la presión de ser el número uno de México?
--Con sinceridad, te aseguro que yo no juego para ser el uno de México, ni el cien del mundo. Todavía no sé hasta dónde pueda llegar. Ahorita soy el doscientos y tantos, desde los 18 años no estaba en esta posición, así que no estoy orgulloso de ser el primero del país pero el 240 del mundo. Simplemente, estoy orgulloso por haber superado la situación difícil por la que atravesé este año. Yo sé que en México mis compañeros tienen capacidad para estar mejor que como estoy ahorita. Pero a todos nos dio el bajón al mismo tiempo.
--ƑDe qué manera ha repercutido en tu carrera que tu padre (Alejandro Hernández Escalante) sea el presidente de la Federación Mexicana de Tenis?
--Pues como todo el mundo debe saber, no es lo máximo la posición en que estoy. O sea, no le encuentro un lado por el que digas: 'qué bueno que está ahí'. Personalmente, me da gusto por él, porque lo veo contento, que hace un buen trabajo, que se supera como persona y trata de ayudar en verdad al tenis. Por mi lado, no es mi sueño dorado estar jugando en los torneos, en la Copa Davis, y escuchar siempre "decisiones de federación", comentarios y todo en lo que mi papá está involucrado. Lo trato de bloquear, de no meterme en nada, pero obviamente es difícil, porque el medio es cerrado. Trato de que no me moleste, pero no es mi situación ideal.
Acerca del panorama del tenis nacional al concluir un año que le reportó descensos en la lista mundial profesional y la caída a la tercera división de la Copa Davis, Hernández Juliá comenta:
"Qué puedo decir. Soy una persona objetiva. No se ganó, desafortunadamente no se aprovecharon los torneos, pero a lo mejor el año que viene es muy bueno".
Afirma que no le preocupa si el sistema de puntuación de la ATP, como ya se avizora, se complica en el año 2000. "Nadie te puede castigar por jugar bien. Eso es lo que yo pienso hacer, y al paso que voy, creo que en poco tiempo podría mejorar en la lista, meterme entre los 150, o más allá. Incluso, no descarto que alcanzaré a calificar a los Juegos Olímpicos".
Confió también en que México retornará el próximo año a la segunda división de la Copa Davis. "A veces los jugadores nos sentimos incomprendidos por las críticas, porque no nos gusta perder, pero es importante saber que se gana y se pierde, y que estamos en la lucha".