* Persisten los cargos contra Trevi y Andrade
Regresa Karina a su hogar; Marlene ingresa al reclusorio
Miroslava Breach Velducea, corresponsal, Chihuahua, Chih., 17 de diciembre * Mientras la joven Karina Yapor regresó a su hogar en esta capital, su amiga y acompañante Marlene Leticia Calderón Duret quedó recluida en el Centro de Readaptación Social, acusada de violación agravada y rapto en perjuicio de la primera.
Este último delito se derivó de una nueva orden de aprehensión girada por el juez Héctor Talamentaes Abe, del juzgado cuarto penal, en contra de Sergio Andrade, Gloria de los Angeles Treviño, Katia de la Cuesta, Gabriela Holguín, María Raquel Portillo y la propia Marlene Calderón.
La sorpresiva detención de Marlene, ocurrida la noche del jueves en la ciudad de México, fue producto de una orden obsequiada por el juzgado cuarto penal, misma que se mantuvo en absoluto secreto hasta ayer.
Karina Yapor llegó a la ciudad de Chihuahua casi a las 13 horas junto con sus padres, su abogado y agentes del Ministerio Público, mismos que abordaron de inmediato una camioneta Suburban que "perdió" a reporteros y fotógrafos que intentaron obtener una entrevista.
En su lugar habló el representante legal de la familia Yapor Gómez, Héctor Hugo Perea, quien reiteró que no van a retirar los cargos en contra de Sergio Andrade y Gloria Trevi, y confirmó que sobre la cantante regiomontana y su representante artístico pesa una nueva orden de aprehensión por los delitos de violación y rapto de menores, sumados al de corrupción de menores que ya existía desde noviembre pasado.
El abogado dijo que ninguna de las personas que entrevistó a Karina, ni la propia justicia chihuahuense, creyeron la versión de la menor, pues en ningún momento aclara cómo llegó a México y el lugar donde se encontraba.
Pese a la petición de la joven para que su familia retire la denuncia en contra de Gloria Trevi y Andrade, no se hará, "porque es un delito que se persigue de oficio", precisó Perea Arvallo.
En su comparecencia en el juzgado cuarto, llorosa, menudita, 21 años de edad, Marlene se negó a declarar y sólo respondió que gana 400 dólares mensuales por "posar". Se negó a comprobarlo.
Con voz apenas audible, la joven proporcionó sus datos personales, dijo llamarse Marlene Leticia Calderón Deret, ser hija de Víctor Manuel Calderón Flores y Laura Leticia Deret Robles, orginaria de Los Mochis, Sinaloa.
Poco antes, frente a su madre, Marlene escuchó los testimonios que la inculpan como copartícipe de los delitos de violación y rapto de menores, descritos en el contenido de la orden de aprehensión que pesa en su contra, donde se detallan las declaraciones de Aline Hernández, Delia González, Tamara Zúñiga y Guadalupe Carrasco, sobre las condiciones en que funciona el clan comandado por Sergio Andrade y la forma en que se utiliza a las jovencitas bajo su dominio.
Según el testimonio de Tamara Zúñiga, ella conoció a Karina Yapor Gómez ya que ella permaneció en el grupo de Andrade de noviembre de 1995 a diciembre de 1996, y en ese periodo presenció, al menos en una ocasión, que "la menor llevó a cabo la cópula con el consignado, junto con otras menores".
Del contenido de la orden de aprehensión leída ayer a la indiciada Marlene Calderón, se desprende que el juzgador cuenta con información, que ya fue valorada, respecto de la serie de delitos de los que se acusa al clan de Andrade y que era él la única persona con la que sucedía la copula, ya que esa era la finalidad perseguida entre los integrantes del grupo referido, mediante la falsa promesa de impulsarlos en el medio artístico".
Entre los elementos de prueba aportados por el Ministerio Público destaca el embarazo de Karina Yapor cuando contaba con 14 años y el alumbramiento del niño Ariel Francisco Yapor Gómez, ocurrido en 1997 en Madrid, España. Ese hecho, por sí solo, es motivo de persecución del delito de violación.
Con crudeza, el documento describe el modus operandi del clan y las prácticas sexuales a las que eran sometidas las jovencitas:
"Aparece probado que el mencionado Sergio Andrade Sánchez reunió inicial y paulatinamente un grupo de personas con el objetivo de integrarse al medio artístico, luego de que se suscitaron una serie de acontecimientos que consisten en la aceptación voluntaria, en algunos casos, y en otros el rechazo para sostener relaciones sexuales con el señalado".
Las testigos de cargo coincidieron en relatar cómo Karina Yapor y otras menores permanecían en viviendas estrictamente vigiladas por las consignadas.