Ť Salazar Mendiguchía
Zedillo se va y deja en descomposición el conflicto zapatista
Andrea Becerril Ť Es lamentable que "el sexenio del presidente Zedillo esté a punto de concluir con los mismos problemas con que inició, y que muchos de ellos, como el conflicto en Chiapas, estén entrando en una franca descomposición", advirtió el senador independiente Pablo Salazar Mendiguchía.
La estrategia que los gobiernos federal y estatal han seguido para minar al EZLN ha agravado el problema a tal grado que "los hilos de que pende la paz son cada vez más delgados", agregó el también candidato de la coalición opositora al gobierno de Chiapas.
Hizo notar que las decisiones unilaterales del gobernador interino Roberto Albores ųla más reciente en torno a versiones sobre supuestos ataques de los zapatistasų han sido uno de los factores centrales para que no se pueda avanzar hacia la pacificación de la entidad, ni reanudar las negociaciones.
Ex integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), Salazar Mendiguchía expuso que el gobierno federal siempre ha creído que el problema chiapaneco se va a resolver sólo con destinar más recursos a la entidad, "pero la realidad ha demostrado que el dinero no soluciona la rebelión indígena ni el desarrollo del estado, porque lo que se requiere son acuerdos políticos, un trato digno y respetuoso a la contraparte, a los zapatistas, y la vocación de cumplir los acuerdos a los que se llegue".
Como el gobierno ha hecho todo lo contrario, a casi seis años del alzamiento en armas del EZLN, "la situación de las comunidades indígenas es cada vez peor, y hay una regresión brutal en toda la entidad en materia de salud, nutrición, educación y comunicaciones, y eso está haciendo que se llegue a situaciones de hartazgo y que la gente se ponga de pie, en actitud más combativa".
El aspirante al gobierno de Chiapas resaltó que el alzamiento del EZLN de enero de 1994 "tiene muchos activos a su favor, el principal de ellos lograr que el mundo volviera los ojos a Chiapas, el impulso de una nueva conciencia de cambio en el estado y hacer que la gente entienda que la vía armada es inviable y que debemos hacerla cada vez más inviable a través de democratizar la vida electoral".
Salazar Mendiguchía resaltó que los chiapanecos están creyendo en ello y es parte de la oferta política que, como candidato a gobernar Chiapas en el nuevo milenio, plantea. "Las demandas del EZLN tienen una gran identidad con las demandas de la mayoría de los chiapanecos pobres. Los propios zapatistas han dicho que a través de sus planteamietos no buscan sólo beneficiar a sus integrantes o simpatizantes, sino a todos los chiapanecos. Exigir mas escuelas, más hospitales, mas caminos, es una petición sentida de todos los sectores y mi contribución por ello es dar una salida a ese movimiento.".
El legislador resaltó: "Si nosotros no entendemos esos problemas y les damos curso de acción, no vamos a poder resolver el conflicto en Chiapas. Mi contribución, será, como debe ser, lograr la pacificación a través de acuerdos políticos y de un trato digno y respetuoso a los zapatistas, y, de manera central, en cumplir la palabra, los acuerdos que se hayan tomado con la contraparte".
Desconocer lo pactado, como ocurrió con los Acuerdos de San Andrés, lo que ha logrado es que el conflicto chiapaneco "esté en franca descomposición", que "estemos llendo para atrás y el diálogo entre el gobierno federal y el EZLN, esté por cumplir tres años de haberse suspendido".
Parte fundamental para avanzar hacia la pacificación, insistió, es democratizar la vida electoral y en ese sentido, añadió, Albores Guillén ha hecho todo lo que está a su alcance para impedirlo, a tal grado que en Chiapas se está reproduciendo un esquema similar al que se dio en la contienda interna del pasado 7 de noviembre, para la elección del candidato presidencial del PRI.
"No deja de llamar la atención que tal como
ocurrió en la contienda entre Labastida y Madrazo, en Chiapas los propios priístas César Augusto Santiago y Manuel Hernández, aspirantes a la candidatura priísta, sean quienes están denunciando que hay un candidato oficial, al que se desvían recursos públicos para su campaña, que hay funcionarios estatales involucrados y dados cargados al lado".
Resaltó que "llama la atención la manera en que uno de los aspirantes, César Augusto Santiago descalifica el proceso interno priísta y digo que llama la atención, porque es un hombre que ha militado toda su vida en el PRI, que se siente orgulloso de su militancia, que acepta el haber pagado un precio por operar electoralmente en el país y que seguramente vió muchísimas irregularidades, las vivió y seguramente las promovió".
Para que "un hombre como César Augusto Santiago se asuste por lo que está pasando en Chiapas, quiere decir que algo grave está pasando". Las quejas del priísta, añadió, son parte de lo que él ha venido denunciado, "pero ahora se están acentuando con un poco más de vulgaridad, toda vez que ha sido recurrente, el apoyo a un candidato, lo que de algún modo no presenta ningun elemento nuevo, pero que nos anticipa el tipo de contienda a la que nos vamos a enfrentar".
Lo dicho por el priísta, añadió, "nos documenta, por si hubiera alguna duda, que no nos vamos a enfrentar al PRI, sino al aparato del Estado y a ese vamos a derrotar".
ųƑQue lo hace estar tan seguro de triunfar en el 2000?
ųNo sólo porque hay razones aritméticas, no sólo porque la oposición en las últimas elecciones sumó más votos que el PRI, no sólo porque estamos convencidos de que se ha rearticulado el movimiento social en Chiapas, no sólo porque hay una conciencia aliancista opositora. Yo insisto, hay un clima casi de festividad por la contienda que viene y estamos convencidos de que vamos a ganar. Ante la ofensiva del aparato del Estado, nosotros sabemos que hay un antídoto: mucha organización, mucha movilización y las denuncias. No vamos a dejar pasar nada que implique desvío de recursos", concluyó.