Ť Las carencias del futbol americano colegial, exhibidas en el Tazón Azteca
México, apaleado 44-13 ante un equipo inferior de EU
Ť Los visitantes superaron ampliamente a los locales en peso, estatura, concentración y técnica
El bajo nivel del futbol americano colegial en México quedó exhibido. La selección nacional cayó estrepitosamente 44-13 ante el equipo all-stars de la división III de la NCAA, en lo que fue la versión 29 del Tazón Azteca.
Tarde de sol inclemente y pocas emociones la vivida ayer en el estadio Wilfrido Massieu. Las expectativas creadas durante la semana se empezaron a esfumar desde la patada inicial del partido que reunió a lo más selecto del deporte de las tacleadas en México, y a un combinado universitario de nivel inferior de Estados Unidos.
No obstante, quedó claro que los mexicanos sólo pueden competir con rivales de su misma jerarquía, como los del Campeonato Mundial, no con una escuadra estadunidense.
Las diferencias: peso, estatura, concentración deportiva, y, sobre todo, fundamentos técnicos. Una ofensiva mexicana inoperante, que no preocupó en lo más mínimo a la defensa enemiga. Los estadunidenses, sin ser la gran maravilla, en unas cuantas jugadas resolvieron su día de campo en México.
Dos patadas de despeje cortas se volvieron ofensivas de anotación para la escuadra de las barras y las estrellas; la primera, una carrera de una yarda de Ben Smith, y la otra fue un pase de Matt Wheeler para Steve Vagedes y el 14-0, con la patada de Joel Heintzelman.
Los mexicanos parecieron reaccionar con una buena ofensiva, pero al final el mariscal de Aztecas, Enrique Villanueva, fue interceptado.
En el tercer periodo siguió la masacre. En el campo sólo había un equipo, el estadunidense. Dos goles de campo, de 43 y 33 yardas, y un touchdown, luego de un fumble de México en su yarda 16, aumentaban la ventaja a 27-0. Sin embargo, el poco orgullo que les quedaba a los nacionales hizo que el mariscal Carlos Altamirano se conectara con Pablo Donadis, con un pase de 75 yardas, para poner la pizarra 27-7.
Pero como sólo eran destellos, los visitantes hicieron efectiva otra patada de campo y una anotación por conducto de Ben Smith, para el 37-7. El ataque mexicano era fugaz, y tuvo que ser Jesús González, vía fumble recuperado, el que anotara otros seis puntos, para el 37-13.
Todavía, no conformes los estadunidenses, mediante el corredor de poder Ben Nelson y sus 104 kilos de peso, traspasaron la defensa mexicana y sus diagonales para la definitiva y humillante paliza de 44-13. (Juan José Olivares)