Ť Planchon reconstruye en su cinta la vida del artista
Lautrec, imágenes de un sensible pintor de burdel
Ť Consultó las misivas del creador para definir un perfil más exacto
Raquel Peguero Ť Al director francés Roger Planchon no le gusta hacer biografías para el cine, porque las considera un género menos interesante que los westerns o los thrillers. Por eso, cuando le propusieron que filmara la vida del pintor Henri de Toulouse-Lautrec tuvo sus dudas, ya que, además, John Houston ųun cineasta al que admira profundamenteų había realizado El molino rojo. Sin embargo, decidió emprender el proyecto, pues encontró que ''había posibilidades de hacer otra película sobre Lautrec sin tocar la gloria de Houston''.
La productora lo convenció y le propuso ver de nuevo el filme del director estadunidense. Le gustó tanto como la primera vez, pero descubrió que tenía varios errores desde el punto de vista histórico: primero, al pintor lo interpreta Joseph Ferrer, que es un viejo, ''y Lautrec murió joven, a la edad de Mozart"; segundo, todo el tiempo se dice que fue un hombre muy desdichado a causa de las mujeres, "y eso es falso, era un gran libertino, tuvo muchas mujeres, fue amado y para nada era un hombre triste", y tercero, asegura que rompió con su familia y era una especie de pintor maldito, como los poetas del siglo XIX, ''pero no fue así, y lo más sorprendente de todo es que, siendo hijo de un conde, pasaba del medio de la aristocracia al de los burdeles sin ningún problema''.
Todos esos errores ųconsidera Planchon en entrevistaų obedecían a que, en ese tiempo no se había publicado la correspondencia de Lautrec. Son 500 cartas que muestran cómo era y qué fue lo que realmente pasó.
''Si bien es cierto que sufrió, en ninguna de ellas hay una queja o algo que hable de su desgracia". Esa fue una base importante para el guión de su película Lautrec ųque ya se encuentra en carteleraų, aunque también se apoyó en las diversas anécdotas que existen sobre el pintor, muchas de esas supuestamente ciertas, pero ahora ya se demostró que son falsas.
''Conoció muy bien París y para mostrarlo hubiéramos necesitado hacer una cinta de cinco horas, porque la ciudad luz casi no dormía. Hasta que se publicaron las misivas, nadie sabía que era amigo de poetas, que conocía muy bien a Oscar Wilde, a quien frecuentó, y que era un gran lector de Nieztsche".
Honesto y valiente
ųƑConsidera que su pintura refleja la intensidad con la que vivió?
ųSí, totalmente. Es un pintor de burdeles. Hay muchos otros que fueron a pintarlos, pero sólo reflejaban el acto sexual. Lautrec no, él pinta a una joven que está en una mesa y se aburre. Es una mirada muy moderna, porque en la literatura, durante 100 años, se dijo que el burdel era o el infierno o el paraíso, pero nunca se mostró con una pobre joven aburrida en una mesa y aislada. Tenía sobre la gente una mirada compasiva y, creo, obedece a que, cuando pequeño, dejó de crecer no del torso, sino de las piernas, debido a que sus padres eran primos hermanos, aunque ellos aseguraban que esa no era la razón, sino que se había caído de un caballo.
''Los padres eran muy ricos, buscaron numerosos doctores y ahora sabemos que sí sufrió mucho, sobre todo entre los 11 y 15 años, cuando le hicieron infinidad de tratamientos, como ponerle peso en los tobillos para que le crecieran las piernas, una tortura china del siglo XIX. También le aplicaron el cepillo eléctrico, otra tortura, pues le daban descargas eléctricas en las piernas. Justamente este sufrimiento fue lo que le dio esta mirada profunda sobre la vida. Se dice que, cualquiera que fuera la persona a la que se dirigiera, Lautrec le hablaba de la misma manera''.
ųƑEra un revolucionario?
ųEra un hombre tan artístico, honesto y valiente que, como Van Gogh, era capaz de pintar durante 12 o 14 horas al día cuadros que en ese momento nadie quería. Después de su muerte, sus obras fueron ofrecidas al Louvre y no las quiso porque, decía, eso no era pintura; sucedió igual con otros muchos museos. Debieron pasar 20 años para que los franceses se dieran cuenta de que su pintura era grande. La ironía de la historia es que era célebre porque hizo carteles.
ųLos colores que usa en su película, tienen que ver con toda la pintura de Lautrec...
ųEn efecto, el fotógrafo ha trabajado en publicidad y él tuvo la idea de las luces. Por eso vemos cuadros muy parecidos a los de Lautrec. La iluminación muchas veces venía de abajo, como en sus pinturas.
ųUsted es un gran director de teatro y eso se nota en la puesta en escena de la película, Ƒpodría hablar de su concepción escénica?
ųMuchos críticos han dicho que es una película muy teatral, pero no viene forzosamente de los movimientos de cámara, sino de los parlamentos. Soy un hombre que escribe y rescribe mucho los diálogos. Siempre que hago teatro, los críticos dicen que tengo una dirección cinematográfica. Ahora que hago películas, me dicen que es una dirección teatral. Pero muy en serio, hice una primera película y lo que aprendí de ella fue la edición. Eso me ayudó mucho para el teatro, pues para empezar a hacer películas, tuve que desaprender a hacer teatro.
ųƑTiene la manía de ensayar mucho antes de filmar?
ųNo, ni fueron muy repetidas las escenas, porque todos los actores que participaron en la película los conozco de hace tiempo. El 95 por ciento de ellos trabajan conmigo en teatro y saben que, incluso ahí, no hago muchas repeticiones. Yo soy actor y como tal no me gusta que me digan hazlo otra vez. Por eso no se lo hago a los otros.
ųEn el cine, el ojo es la cámara; en el teatro, la boca es la escena, Ƒsu manejo es similar?
ųHay tres cosas que son diferentes: el lugar de la cámara, la edición ųalgo que no se entiende en el teatroų y el guión, que tampoco entienden los teatreros, porque ahí la acción progresa por medio de las palabras, mientras que en el cine es por medio de las imágenes.
ųƑPodría hablar de Regis Royer, el actor que hace el personaje de Lautrec?
ųEmpezó muy joven, a los 15 años. Durante dos años tuvo gran éxito en teatro, en París. Después se pasó a mi grupo e hizo varios papeles; entró al conservatorio del teatro francés, y salió un año antes de hacer la película. El guión fue escrito para él, a pesar de la dificultad de convencer a los que financiaron la producción, porque era un actor joven. Para dar el dinero, preguntaban quién iba a interpretar a Lautrec, si Gérard Depardiu o Daniel Autrey, y dije que debía ser un actor pequeño, aunque en realidad Royer es mucho más alto. Se le cortaron 17 centímetros de las piernas poniendo un doble piso, con zapatos falsos, perforados a la altura del tobillo.
ųEn la película no presenta mucho a Lautrec pintando, Ƒpor qué?
ųNo quise mostrar una falsa mano de Lautrec. Es muy fácil hacerlo ahora pero, justo porque me gusta mucho su pintura, no quise hacerlo. Me molestaba, era impúdico, lo hubiera encontrado incluso muy feo.
ųƑAhora ya le gustan las biografías?
ųNo ųríeų, pero me dio mucho placer leer su correspondencia y quería mostrar que fue un gran gran hombre al cual admiro y quiero mucho. Ojalá a través de mi película otros también puedan quererlo y admirarlo.