Ť Cifra preliminar con sólo 25% de escrutinio en Moscú


Entre Unidad y el PC, primer lugar en los comicios legislativos

Ť La nueva Duma "no será más opositora que la anterior"

Ť Rebasado, el mínimo requerido de sufragios en la Federación

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, lunes 20 de diciembre Ť Con resultados hasta el momento muy apretados, el Partido Comunista y la coalición pro gubernamental Unidad se disputan el primer lugar en las elecciones legislativas de este domingo para renovar la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso), mientras Patria-Toda Rusia y la Unión de Fuerzas de Derecha están muy cerca de ocupar la tercera posición.

De acuerdo con datos preliminares, proporcionados por la Comisión Central Electoral al filo de las cinco de la madrugada de este lunes sobre más de 20 por ciento del escrutinio, Unidad con 25.9 por ciento va ligeramente arriba del Partido Comunista con 25.2 por ciento.

Sin embargo, estos resultados consideran sólo 25 por ciento del escrutinio en Moscú, equivalente a 7 por ciento del total, donde extraoficialmente el Partido Comunista lleva una considerable ventaja a Unidad, lo cual podría invertir sus papeles.

Guennady Algo similar podría ocurrir con Patria-Toda Rusia con 8.1 por ciento del voto que, por el momento, cede el tercer lugar a la Unión de Fuerzas de Derecha con 8.6 por ciento.

El Bloque de Zhirinovski con 7.1 por ciento y la coalición liberal Yabloko con 5.8 , cierran el número de partidos que lograron una votación superior a 5 por ciento, que da derecho al reparto de los escaños plurinominales.

Hubo una participación del orden de 60 por ciento y en todos los llamados sujetos de la Federación, a excepción de Chechenia donde por razones obvias no se celebraron comicios, el mínimo requerido fue rebasado.

Los resultados son todavía preliminares y hasta que no se conozcan los datos de los grandes centros urbanos, es imposible hablar de tendencias consolidadas. Esto es importante en un país como Rusia que tiene 11 husos horarios y en el cual se conocen primero los datos preliminares del Extremo Oriente ruso, que no son representativos del resto del país.

Además, en la votación desempeñaron un papel decisivo los distintos gobernadores afiliados a Unidad y Patria-Toda Rusia, que en sus respectivas regiones se valieron de cuanto recurso tienen a la mano para inducir resultados. A modo de ejemplo, en Bashkiria, cuyo líder es promotor de Patria-Toda Rusia, esta coalición recibió más de 70 por ciento de los votos. En Krasnoyarsk, cuyo gobernador simpatiza con Unidad, Patria-Toda Rusia no pasó de 4 por ciento.

Sin embargo, la Comisión Central Electoral no detectó mayores irregularidades, impresión que fue corroborada por la mayoría de los más de mil observadores extranjeros.

Al margen de cómo lo logró, gracias a la guerra de Chechenia y a un apabullante y sucio manejo de medios, el Kremlin cumplió todos sus objetivos y puede considerarse el verdadero triunfador de estas elecciones. El perdedor, muy a pesar de las preferencias personales que pueda tener cada ciudadano, es la democracia en Rusia.

Por otro lado, si se analiza lo que implican estos comicios de cara a las decisivas elecciones presidenciales del 4 de junio de 2000, el ex premier Evgueni Primakov sufrió un serio revés a sus aspiraciones. Lo mismo puede decirse del líder comunista, Guennady Ziuganov, carente de carisma y peleado con la oratoria, quien confirmó tener un electorado más o menos cautivo.

De poco sirvió que Primakov, en un gesto de distanciamiento de Luzhkov pero sin ruptura, anunciara el pasado viernes su intención de postularse oficialmente como candidato a la presidencia.

El punto de partida en la sucesión de Boris Yeltsin otorga una amplia ventaja a Putin, aunque por supuesto todavía falta más de medio año y mucho puede cambiar. Sin embargo, el impacto que querían lograr hoy los candidatos presidenciales de oposición no pasó de fallido intento. Son realidades de la Rusia post-soviética.

Salta a la vista también que la nueva Duma no será más opositora que la anterior. Por el contrario, el Partido Comunista, en primero o segundo lugar, tendrá menos diputados que en la precedente legislatura y el ingreso de dos importantes fracciones pro gubernamentales, como son Unidad y la Unión de Fuerzas de Derecha, hace que el premier Putin pueda encontrar un fuerte respaldo en la Cámara. Además, el Bloque de Zhirinovski siempre ha sabido apoyar lo que más le conviene, desde luego en términos de precio.

Yuri Luzhkov, en lo que tampoco constituye una novedad, repite como alcalde de Moscú, pero con un porcentaje de votos de cerca de 70 por ciento, inferior al que obtuvo en los comicios de diciembre de 1996, más de 90 por ciento.

Los resultados preliminares en los distritos de votación directa se conocen todavía de modo fragmentario y, sin duda, influirán en la composición final de la nueva Duma.

Pero, sobre todo, los movimientos de diputados de un bando a otro que todavía se darán da aquí al 16 de enero de 2000, cuando se reúna por vez primera la Cámara Baja. Es, todavía, una batalla por venir, en que los métodos para atraer legisladores no serán más limpios que los empleados en la campaña electoral.

Entre los candidatos que lograron hacerse de un escaño, figuran políticos de renombre cuyas listas de partido se quedaron por debajo de 5 por ciento, pero que se presentaron simultáneamente en distritos de votación directa, dado que la legislación electoral lo permite. Es el caso ya confirmado del ex premier Viktor Chernomyrdin.

Los resultados preliminares en los distritos de votación directa, como ha sido costumbre en otros comicios legislativos, se darán a conocer después de que concluya el conteo de los votos sobre las listas de partido.

Como dato anecdótico, si se quiere, el magnate Roman Abramovich, miembro del primer círculo de Yeltsin, arrasó en la gélida Chukotka. Los esquimales rusos lo eligieron su representante en la Duma con más de 70 por ciento de los votos.