Ť Acusan a las secciones 22 y 9 de "manipulación"


Abandonan 130 delegados el quinto congreso de la CNTE

Ť La controversia, por la exclusión de algunos asistentes

Claudia Herrera Beltrán, enviada, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 19 de diciembre Ť Las diferencias al interior de la disidencia magisterial tronaron este día con el abandono de las delegaciones de Michoacán, Tlaxcala, Guerrero y parte de la del Valle de México de la sede del quinto congreso de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el cual no se podía instalar después de 30 horas de lo programado a causa de ese conflicto.

Entre gritos e insultos, los contingentes que representan cerca de 130 de 357 delegados salieron de la escuela secundaria 59, donde se efectúan los trabajos, y acusaron al magisterio de las secciones 22 de Oaxaca y 9 del Distrito Federal de querer "manipular" el congreso, impidiendo la participación de posturas contrarias a las de ellos, y de seguir aplicando la política de "intolerancia y cerrazón" que ha prevalecido en los últimos años en la CNTE.

Los maestros que permanecieron en los trabajos, y que impidieron el acceso a la prensa, argumentaron que el magisterio michoacano ųque es afín, pero no pertenece a la CNTEų iba con la intención de romper el congreso para legitimarse y promover un "proyecto alternativo", y por eso utilizó como pretexto la defensa del ingreso y la exclusión de algunos docentes.

La controversia surgió por la negativa de los representantes de la sección 9 a que participara su secretaria general, Blanca Luna Becerril, y su insistencia, junto con los oaxaqueños, de que se integraran a los trabajos maestros michoacanos que son desconocidos por su comité ejecutivo.

Así, en plena celebración del 20 aniversario de la coordinadora, estallaron las diferencias con visos de un rompimiento de dos de las seis delegaciones más importantes de ese movimiento, y por primera vez en un congreso nacional, según recordaron quienes han participado en los cuatro anteriores, se dio que algunas delegaciones abandonaran el acto incluso antes de que comenzara.

Juan Pérez Medina, dirigente de la sección 18 de Michoacán, anunció que su delegación no iba a regresar debido a que un grupo al interior de la coordinadora se valía de su aplanadora para impedir una discusión de cómo redefinir ese movimiento, el más importante que se opone al sector institucional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

El líder de la sección 31 democrática de Tlaxcala (es un comité paralelo al oficial), Héctor Horario López, señaló que en la coordinadora hay grupos que mantienen posturas intransigentes y radicales que no quieren cambiar algunos principios de la CNTE, pese a que ésta se encuentra en crisis porque muchos grupos, como el de la sección 9, tienen una presencia de "membrete", pues movilizan a pocos maestros frente al número que dicen representar.

Pedro Ramírez, de la sección 36 del Valle de México, dijo que el grupo que por dos décadas ha mantenido la hegemonía en la CNTE se propuso bloquear a las voces críticas, como la de la dirigente de la sección 9, desconocida de facto por sus compañeros por tener supuestos nexos con el sector institucional del SNTE.

Los profesores de Guerrero prefirieron no dar una postura definitiva sobre su salida de los trabajos, pues señalaron que se encontraban en "receso" y de llegar a un acuerdo podrían regresar. Y es que mentores de Chiapas ųquienes hicieron labor de enlace para mediar posturasų se encontraban en pláticas con los guerrerenses.

Por las tendencias de las delegaciones que continuaron en el acto, prácticamente el congreso iba a sesionar sin posiciones divergentes, más que de matices. Los grupos que se mantuvieron fueron las secciones 22 de Oaxaca, la 9 del Distrito Federal, la 7 de Chiapas ųcon algunos problemas internos porque su dirigente mantenía una postura críticaų, los minoritarios del magisterio michoacano indígena y abierto militante de la coordinadora, la sección 11 del DF, la 15 de Hidalgo, la 19 de Morelos, la 33 de Puebla, la 34 de Zacatecas, la 44 de Hidalgo y la 55 de Tlaxcala.

Ante la salida de casi la mitad de los delegados, Elio Bejarano, de la sección 9, señaló que no había impedimento para que se instalara el congreso, porque "no hay quórum establecido" para ese tipo de reuniones del magisterio disidente.

Pero ése no fue el único conflicto. La sección 10 del Distrito Federal ni siquiera pudo participar en las discusiones previas para definir cuáles delegados tenían derecho a ingresar, debido a que llegaron divididos a Tuxtla Gutiérrez. Finalmente, se decidió que iban a entrar 10 representantes por cada uno de los tres grupos en los que se escindió la disidencia en esa sección, que agrupa a docentes del IPN y secundarias técnicas y generales.

El preludio del conflicto se dio desde que las distintas delegaciones comenzaron a difundir folletos y volantes dando a conocer sus posturas. En uno de ellos, del Movimiento de Unidad y Lucha Popular (MULP), apoyado por Michoacán, se presenta un amplio reportaje sobre los problemas de Luna Becerril en la sección 9, titulado Nueva infamia contra Blanca.

La situación se tensó cuando se hizo la acreditación de los delegados, que se llevó un día, cuando se planeó para dos horas. A puerta cerrada, todos los grupos, salvo el de la 10, así como Blanca Luna y un pequeño grupo de Michoacán, discutieron largamente sin llegar a un acuerdo.

Así, a las 20:30 los inconformes, encabezados por michoacanos y tlaxcaltecas, salieron al grito de "šLa coordinadora no es concertadora!"; después se dieron algunos escarceos verbales entre maestros del DF con los que abandonaron el lugar, pero no hubo más problemas y los grupos opositores se retiraron en autobuses.