Ť Pemex y CFE, entre los perjudicados, expresan subsecretarios
Hacienda: aumentar el gasto público afectaría la inversión
Antonio Castellanos Ť La propuesta del PAN y el PRD para incrementar el gasto público en 17 mil 500 millones de pesos afectaría programas de inversión en Pemex, Comisión Federal de Electricidad y Luz y Fuerza y dejaría inconclusos algunos programas carreteros, advirtieron ayer Santiago Levy y Tomás Ruiz, subsecretarios de Egresos e Ingresos de la Secretaría de Hacienda, respectivamente.
En el caso del PAN, expuso Ruiz, es inaceptable su posición, porque los legisladores de ese partido votaron a favor de la Ley del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario. Su actitud ahora frente al pago de las obligaciones de ese organismo es francamente populista, abundó.
Objetar que se destinen recursos al pago de los intereses, en el caso de los diputados panistas, es incongruente, porque ello podría generar un problema de estabilidad muy serio; los analistas percibirían un riesgo para el sistema bancario muy importante, que podría traducirse, de nuevo, en dificultades serias para las instituciones bancarias, expresó.
A unas horas de iniciarse el periodo extraordinario, los funcionarios coincidieron, por separado, en que hay posibilidades de que el Presupuesto de Egresos de la Federación se apruebe en esta semana, aunque admitieron que faltan 7 mil millones, y para "acomodarlos" tendrían que afectarse programas importantes para el buen desempeño de la economía.
Levy manifestó que el principal punto de disputa consiste en que algunas fracciones parlamentarias están haciendo un planteamiento de incrementar el gasto en 17 mil 500 millones de pesos y otras en sólo 10 mil 500. Esto última ya se acordó. Ahora lo que está a discusión son básicamente los 7 mil millones adicionales, y aceptarlo será muy difícil, precisó.
Ruiz indicó que faltan 7 mil millones de pesos. El problema es que para poder acomodar esa diferencia se afectarían programas sensibles para la sociedad. Dichos recursos se proponen para gasto de estados, educación, comercialización de granos, desarrollo rural y vivienda, manifestó.
Esos rubros, explicó, son precisamente los que se han tratado de acomodar, pero no en los montos en que proponen los legisladores del blanquiazul y el PRD. El monto que ellos proponen significaría una desinversión de manera importante en las áreas ya descritas.
Consideró probable la aprobación del Presupuesto de Egresos. Los diputados del tricolor tendrían el respaldo de los legisladores de los partidos del Trabajo y Verde Ecologista, cuyos miembros "no están en una actitud intransigente, por lo que su voto no necesariamente estaría para apoyar al PAN y el PRD", concluyó.
Ť Fracasan negociaciones entre partidos y gobierno
Persisten disensos en torno a la reasignación del gasto social
Ť PAN y PRD presionan hacia otro periodo extra: Fidel Herrera
Ť Hacienda rehúsa que el egreso sea mayor de $12.5 mil millones
David Aponte y Ciro Pérez Silva Ť Las negociaciones entre gobierno federal y legisladores de PRI, PAN, PRD, PT y PVEM ųsobre la reasignación del gasto social en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2000ų para aprobar un dictamen por consenso fracasaron este lunes, a unas horas del comienzo del periodo extraordinario de sesiones de la Cámara de Diputados.
Casi a las 22 horas, el vicecoordinador de la fracción priísta, Fidel Herrera Beltrán, dijo a la prensa: "Se cerró la mesa con el gobierno; no hubo acuerdo (con la oposición); esto se debe a la perredización del PAN y a la panificación del PRD, cuyos coordinadores, Carlos Medida y Pablo Gómez (respectivamente), están presionando hacia otro periodo extraordinario".
Desde el mediodía, Martín Werner, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, informó que las autoridades federales no podían elevar el gasto social más allá de 12 mil 500 millones de pesos, cifra considerada en el acuerdo PRI-PT y un anexo con el PVEM.
Las fracciones parlamentarias de PRI, PAN, PRD, PT y PVEM abrieron una segunda y última ronda de conversaciones con los representantes de Hacienda, para tratar de llegar a un consenso sobre el Presupuesto de Egresos. La primera sesión tuvo lugar el sábado en un hotel de Paseo de la Reforma.
Paralelamente, los coordinadores parlamentarios de PRI, Arturo Núñez Jiménez; PAN, Carlos Medina Plascencia; PRD, Pablo Gómez Alvarez; PT, Ricardo Cantú Garza, y PVEM, Jorge Emilio González Martínez, sostuvieron reuniones bilaterales y multilaterales para tratar de acercar las posturas de la "alianza social" de priístas y petistas y el "bloque" de panistas y perredistas.
Ofertas color verde
En principio, el convenio de PRI-PT consideró una reasignación en el gasto social por 11 mil 500 millones de pesos. En las negociaciones con los verdes, los priístas aceptaron subir el techo a 12 mil 500 millones.
A cambio de la firma del PVEM en el dictamen de PRI-PT, la bancada priísta ofreció al primero reasignaciones por 550 millones de pesos para un consejo de ecoturismo, un libro de educación básica ecológica, un programa nacional de reforestación, plantas de tratamiento y limpieza, planes para áreas naturales protegidas y especies en peligro de extinción, así como no recortar 200 millones de pesos al Instituto Federal Electoral.
En tanto, el acuerdo PAN-PRD incluye un reacomodo de 17 mil 380 millones de pesos en diversos rubros del gasto social, aunque su postura bajaría hasta a 16 mil 500 millones y, posteriormente, a 15 mil 500 millones.
Con esas dos propuestas en la mesa, los representantes de las cinco fracciones parlamentarias conversaron en el Salón de Protocolo con los subsecretarios de Hacienda Santiago Levy y Tomás Ruiz.
Los coordinadores de PAN y PRD no asistieron a la reunión y triangularon con algunos de sus diputados, quienes pretendían una captación adicional de 2 mil 500 millones de pesos por arriba de los 20 mil millones por concepto de la venta de activos del IPAB, es decir, 22 mil 500 millones en total.
Los diputados de PRI, PAN y PRD entraban y salían del salón sin ningún acuerdo. Nadie cambiaba sus posiciones. La reunión con Werner, acompañado por representantes del IPAB, duró poco más de una hora. La primera parte del fracaso en las negociaciones tenía lugar en San Lázaro.
El funcionario dejó en claro: "Queremos flexibilidad, siempre y cuando ésta no ponga en riesgo ni la estabilidad de la economía ni los rubros del gasto social que se han privilegiado en la iniciativa del Presidente".
En declaraciones a la prensa, expuso: "Lo que no se vale es decir: oye yo propongo más gasto y recórtenle porque hay excedentes. Bueno, pues puede que los haya, no estamos peleados con eso, pero ayúdenos en ese trabajo y díganos en qué rubros, porque para hacer el presupuesto que se envío a esta Cámara se hizo un esfuerzo muy detallado por parte del Ejecutivo de buscar recortar en todos los lados en que pudimos encontrar hacerlo, sobre todo de gasto corriente para privilegiar el social y el de inversión".
A las tres de la tarde, los diputados de oposición y del PRI volvieron al salón, ahora para "dialogar" con los subsecretarios de Egresos, Santiago Levy, y de Ingresos, Tomás Ruiz. Los perredistas Miguel Alonso Raya, Cuauhtémoc Velasco y Luis Rojas abandonaron el lugar cuando los funcionarios rechazaron la posibilidad de elevar los ingresos, en 2 mil 500 millones de pesos, por la venta de los activos del IPAB, para meterlos al gasto social.
González Martínez también salió, con la idea de que la diputada del verde Verónica Velasco firmaría el dictamen de PRI-PT a cambio de programas de corte ecológico. Con ello, priístas y petistas acabarían con el empate técnico con el bloque PAN-PRD y tendrían las 16 firmas necesarias para presentar el documento ante el pleno de la Cámara de Diputados.
Previamente, los verdes ya habían quitado al independiente Marcelo Ebrard el lugar en la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública. De alguna forma, el PRI movió sus cartas para subir a su carro al PVEM. No obstante, González también sostuvo negociaciones con PAN y PRD.
La guerra de cifras y negociaciones con los subsecretarios terminó a las 21 horas. El propio Fidel Herrera confirmó que la mesa estaba cerrada por culpa de Gómez y Medina, quienes ya buscan otro periodo extraordinario de sesiones "para cubrir la mayoría de votos y sacar adelante su proyecto".
Núñez Jiménez externó: "Disponemos de dos dictámenes, con 15 votos cada uno de ellos, y en principio hemos anticipado algunas reglas que, de manera muy previa, se aprobarían en la sesión de la Cámara, de periodo extraordinario, para tener muy clara la forma en que se desahogaría este procedimiento inédito, que desde luego no está previsto en la normatividad de la Cámara, de votar dos dictámenes que están empatados en la Comisión de Programación y Presupuesto".
En principio, los órganos de gobierno de la cámara definieron que si a las 10 de la mañana de este martes no había un dictamen con 16 firmas, el pleno votaría el de PRI-PT y el de PAN-PRD.
Los priístas hicieron cuentas para el tablero de votación: 238 del PRI, 13 del PT, dos independientes (Carolina O'Farril y Francisco Xavier Berganza) y cinco verdes. Con esa cantidad se aprobaría su proyecto.
A partir de las 22 horas y al fracasar las conversaciones con los representantes del gobierno federal, los coordinadores parlamentarios de oposición y sus directivas abrieron otro flanco de negociación para sacar un presupuesto opositor.
El líder del PT, Alberto Anaya, llegó a las instalaciones de la Cámara para tratar de encontrar un "acuerdo de consenso" con todas las fracciones. Bajó de un taxi sin placas para evitar sospechas sobre los cañonazos que supuestamente recibió su partido para la alianza con el PRI.
Enseguida, acusó a Pablo Gómez de frenar la negociación entre la oposición al no aceptar una reasignación de 12 mil 500 millones de pesos en el gasto social (el acuerdo PRI-PT). "Si él aceptara esta propuesta, el arroz se cuece", definió.
"Es más, ya les dije que vayamos a ver a José Angel Gurría, el dueño del circo, para negociar el acuerdo de consenso, pero no quieren. Están muy gritones hacia fuera y en lo oscurito están llegado a acuerdos. ƑPor qué en lo oscurito?"
Antes de iniciar negociaciones con PAN y PRD, el diputado verde advirtió que su partido no iba a aceptar la votación de dos dictámenes en el pleno, "porque cualquier persona podrían impugnar el presupuesto del 2000 en la Suprema Corte. Esto representaría un volado, un acto de una república bananera", expresó.
Del estira y afloja y las pláticas, sólo quedó en claro que la negociación con el gobierno federal quedó agotada. Ahora, los amarres parlamentarios serán los que definan el Presupuesto de Egresos.