Ť Considera inconveniente para los encuentros el Palacio de Minería
Insiste el CGH en trasladar el diálogo al Che Guevara
Ť Unas 300 personas se congregaron en la plaza Tolsá; no se reportaron incidentes
Jorge Cisneros Morales Ť Integrantes del Consejo General de Huelga siguieron las incidencias del encuentro entre delegados de los estudiantes paristas y la comisión de rectoría apostados en la plaza Tolsá frente al Palacio de Minería. La pequeña plancha donde se encuentra la estatua de Carlos IV se convirtió en una especie de salón alterno, al que acudían los delegados a consultar y dialogar con líderes del CGH como Víctor Alejo y Alejandro Echavarría El Mosh.
Desde la una de la tarde y hasta la suspensión del encuentro, cerca de las siete y media de la noche, por la plaza desfilaron constantemente estudiantes registrados como enlaces que informaban los detalles de la discusión a otros activistas. Antes de la pausa para la comida, hacia las 3 de la tarde, estudiantes de las facultades de Ciencias Políticas y Derecho aconsejaban a sus delegados insistir en los inconvenientes del Palacio de Minería y destacar las ventajas del auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras, recinto en donde los paristas desean que se realice el diálogo.
A los estudiantes se les recomendaba resaltar el reducido espacio del patio lateral del Palacio de Minería donde se desarrollaba la sesión; también se les sugería que pidieran a la comisión de rectoría que preguntara a los delegados paristas si existían las condiciones mínimas de comodidad en el lugar.
Asimismo, les exhortaban a "no quedarse callados" y replicar puntualmente los argumentos de la autoridad, especialmente cuando se polemizó en torno a si debía utilizarse el término "compañeros" entre antagonistas como los estudiantes y los representantes del rector.
"No podemos llamarnos compañeros porque representamos dos proyectos distintos de universidad, hay que hacer énfasis en eso", decía uno de los estudiantes. El razonamiento fue adoptado y repetido con insistencia por los paristas durante el diálogo.
Una vez declarado el receso para comer, estudiantes de la Facultad de Economía consultaba al profesor Mario Benítez ųmiembro de la corriente En Lucha, en la que se ubica a las posiciones más radicales del movimiento estudiantilų en torno al desarrollo del diálogo. Benítez respondía: "Va despacio, va despacio. Esto se va a llevar muchos días". Por su parte, un delegado situado en el mismo grupo decía: "Está bien así. Hoy tenemos que tensar la cosa".
Aproximadamente 300 personas, entre estudiantes y padres de familia, se congregaron frente a la antigua escuela de Ingeniería para seguir el diálogo con las autoridades universitarias, sin embargo, pocas veces se concentraron más de cincuenta frente al televisor colocado a un lado del acceso al Palacio de Minería.
La tranquilidad privó en el ambiente y los estudiantes pocas veces corearon consignas de apoyo a sus compañeros o rechazo a sus contrapartes. De repente se profería algún grito o se lanzaba un silbido aislado para reprobar alguna expresión de los comisionados de rectoría. Cuando el monitor trasmitía una intervención del director de Información de la UNAM, Alberto Pérez Blas, en la que se expresaba la aceptación para declarar un receso se escuchó una exclamación irónica: "šQué generoso eres!". No hubo mayor respuesta.
Mientras transcurría la tarde llegaron otros grupos de estudiantes, pero el contingente no creció en forma significativa. Quienes se sumaron a las consultas fueron Alejandro Echavarría y el profesor Alfredo Velarde, de Economía. Los ánimos de algunos huelguistas subieron cuando alguien advirtió la salida de Carlos Levy, director de la ENEP Aragón, a quien se despidió con gritos y silbidos.
Cuando la comisión de rectoría decidió suspender el diálogo hasta el día siguiente, los estudiantes apenas expresaron rechazo. Aunque el encuentro concluyó cerca de las siete y media de la tarde los estudiantes se mantuvieron en las afueras de Minería hasta casi una hora después. Cuando el contingente separaba se hicieron llamados a estar prevenidos porque había "agentes judiciales y granaderos" apostados en las entradas del Metro para "reprimir" a los paristas, aunque en el acceso a la estación Allende no se apreciaba ningún operativo especial de vigilancia.
La advertencia surtió efecto y la práctica del "Metro popular" no se llevó a cabo. Lentamente, los grupos se dispersaron, no sin advertir que estarán de vuelta este martes.
Ť Decretó pausa en las pláticas hasta las 10 de la mañana de hoy
Lamentó rectoría que el CGH dedicara más tiempo a recesos
Ť La discusión del pliego petitorio en el orden propuesto por los estudiantes, única coincidencia
Karina Avilés Ť Los siete recesos solicitados por el Consejo General de Huelga (CGH) ųque redujeron el tiempo efectivo de diálogo a tres horas con 35 minutos, para dejar un impasse de cinco horas con 25 minutosų propiciaron que la comisión de rectoría concluyera los trabajos de ayer para que se reanudaran hoy a las 10 de la mañana, en una jornada en la que no se llegó de nueva cuenta a la firma de acuerdo alguno entre ambas delegaciones.
El último receso solicitado por el CGH fue el motivo de que las conversaciones del sexto encuentro entre las partes terminara en un clima de hostilidad, con el que se diluyó la posibilidad de avanzar en el proceso que permita el comienzo del diálogo formal entre ambas representaciones. Hoy, el CGH y la comisión del rector continuarán el análisis del formato de diálogo, en el que por lo menos ayer lograron una coincidencia: que la discusión de los puntos del pliego petitorio se realice bajo el orden propuesto por el CGH.
Durante los últimos minutos del encuentro hubo reproches por parte de ambas delegaciones. El CGH acusó a la representación del rector de levantarse de la mesa de "manera unilateral", así como de violar uno de los puntos de la propuesta que presentó poco antes de concluir los trabajos, para sesionar diariamente de 8 a 20 horas.
Por su parte, la representación del rector lamentó que en la jornada de ayer se dedicara "más tiempo a los recesos que al diálogo fructífero", así como que el CGH "no tomara en cuenta" la contrapropuesta del rector. Externó su preocupación por la declaración del consejo estudiantil, en el sentido de que "no levantará la huelga" si uno solo de sus compañeros continúa sometido a un proceso legal.
Interrupción "unilateral"
Eran las 19:15 horas. La delegación estudiantil solicitó un receso más para acabar de discutir un documento en el que la comisión de rectoría presentó nuevas modificaciones a su iniciativa de formato de diálogo, en la que propuso que si cada punto del pliego "no estuviese suficientemente discutido se podrá repetir otra ronda de hasta 13 intervenciones por cada representación".
Con seis recesos previos solicitados por el CGH, Alberto Pérez Blas, de la representación del rector, respondió así a la petición de los estudiantes: "Dada su dificultad para estar en la mesa, aceptamos este nuevo receso y lo decretamos para mañana a las 10 de la mañana en el Palacio de Minería". Acto seguido, los 13 representantes de rectoría, entre ellos Rafael Pérez Pascual, José de Jesús Bazán, Enrique del Val y José Núñez Castañeda, se levantaron de la mesa de negociaciones.
Entonces la respuesta del CGH llegó de inmediato. Iliana Camacho, estudiante de la Facultad de Filosofía, afirmó que la delegación del rector se levantó de la mesa "de manera unilateral", por lo que consideró: "Si esa actitud continúa, no vamos a poder llegar al verdadero diálogo, a la discusión... cada vez que se levanta (la instancia del rector) está excluyendo las decisiones de la otra parte. šEso no lo vamos a permitir!"
Enseguida, Alejandro Pineda, de la Preparatoria 5, hizo un llamado de atención a las autoridades por haber faltado al respeto al CGH. También, denunció que "en las estaciones del Metro cercanas al recinto ya hay granaderos y policías esperando a ver a qué horas nos reprimen".
En su turno, Carlos Montalvo, de la Facultad de Veterinaria, refutó: "Acabamos de ser víctimas de la intolerancia; la rectoría siempre habla de tolerancia y ésta fue una demostración de intolerancia. Ellos argumentan que nos tardamos, pero nos tardamos únicamente 16 minutos de 345 mil 600 minutos desde que estalló la huelga que estos señores no hay querido resolver". Posteriormente denunció que "un funcionario o la comisión de rectoría", de acuerdo con lo dicho por los propios integrantes de Radio UNAM, fueron los responsables de que la transmisión concluyera cuando la comisión de De la Fuente dio por terminado el encuentro.
Las propuestas
Desde el inicio de las conversaciones se decretó la primera pausa, debido a que los estudiantes argumentaron que algunos de sus delegados todavía no llegaban al Palacio de Minería. Formalmente fueron cuatro los recesos, y de éstos se derivaron tres más, con lo que sumaron siete.
A las 10:35 ųuna vez que terminó el receso de media horaų, Alberto Pérez Blas dio lectura a la contrapropuesta de formato de diálogo del rector. En ésta se aceptó el orden propuesto por el CGH respecto a la discusión de los seis puntos del pliego petitorio. También se planteó que una vez terminada la discusión del pliego, la comisión de rectoría "hará una propuesta global sobre los seis puntos, después de la cual se tendrá un receso de 48 horas para que el CGH presente su propuesta" (entrada la noche, la comisión del rector amplió de 48 a 72 horas).
A su vez, propuso un formato de mesa redonda, en la cual participen los 26 representantes, y aceptó que entre los 10 asesores ųque cada una de las partes puede designarų estén "personas que no sean miembros de la comunidad".
También estableció que para el desahogo de los temas habrá una intervención general por cada una de las partes de hasta 20 minutos (después propuso 30). "Enseguida habrá hasta 13 intervenciones alternadas por cada una de las representaciones, con una duración máxima de 10 minutos por alocución. Los moderadores vigilarán el estricto cumplimiento de los tiempos".
El compañerismo, a debate
El último punto, así como la posición de la comisión de De la Fuente para que el diálogo continúe en el Palacio de Minería y la reiteración de la instancia del rector de que la Preparatoria Popular Tacuba y el Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística (CLETA) no son dependencias de la UNAM, propició que la delegación estudiantil propusiera una serie de modificaciones al planteamiento de su contraparte.
En la defensa de sus planteamientos, Diego Salgado, del CGH-Sur, expresó que no es pertinente sostener el diálogo en una mesa redonda "por cuestiones de operatividad, y porque no los consideramos nuestros compañeros, pues sentimos que fue el autoritarismo, el uso indebido de la institucionalidad y la prepotencia, lo que provocó esta huelga".
En respuesta, la representación de rectoría, en voz de Nelia Tello, refutó: "Me preocupa cuando se dice que no somos compañeros, porque todos los que estamos aquí somos universitarios y de ese espíritu tenemos que partir".
El punto del compañerismo fue ampliamente rebatido por cada una de las partes, que para entonces ya habían regresado del segundo receso, en el que se pidió un tercero que se prolongó de las 11:30 hasta las 13:45 horas.
Inconformes con la sede
El tema de la sede para el comienzo del diálogo fue otro de los puntos que provocaron un ambiente ríspido. Vicente Islas, de Trabajo Social, alegó la inseguridad que se vive en la ciudad de México, y en particular en el Centro Histórico.
Lo anterior, así como las condiciones ambientales en Minería ųen referencia al viento que entra en el patio donde se realizan los encuentrosų y la dificultad de los estudiantes de las escuelas periféricas para transportarse al Centro, fueron los argumentos que proporcionó para señalar que no es adecuado que se lleve a cabo el diálogo en ese sitio.
Por su parte, la representación del rector insistió en la inconveniencia de acudir al auditorio Che Guevara como lo propone el CGH, debido a que las instalaciones están bajo la responsabilidad del movimiento estudiantil.
Finalmente, a las 18:05 horas el CGH pidió otro receso ųdel que se derivaron tres másų para analizar el último planteamiento que hizo la comisión de rectoría, referente a la posibilidad de repetir otra ronda de hasta 13 intervenciones por cada representación si alguno de los puntos no estuvieran suficientemente discutidos.