Ť Los del PT dieron la espalda al acuerdo con el PRI


"šYa fírmale, no te vayas a rajar!", apuraban a un petista

Ť En tiempo extra, la rúbrica vale oro, anotó Medina Plascencia

David Aponte, Ciro Pérez Silva y Roberto González Amador Ť Entre sus dedos, el diputado petista Gustavo Pedro Cortés movía el bolígrafo. "Ya fírmale, no te vayas a rajar...", apuró el diputado del PRD, Pablo Gómez Alvarez. "Sí pinta, cabrón", devolvió el legislador del PT.

Por fin, Pedro Cortés signó el documento. Los petistas daban la espalda a su acuerdo con el PRI. El bloque opositor tenía a las 12:50 horas de este martes un dictamen de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2000; un proyecto distinto al enviado por el Ejecutivo federal.

ųNo que no firmábamos, cabrón ųreprochó Pedro Cortés al independiente Marcelo Ebrard.

"En tiempo extra, la firma de oro vale", dijo un sonriente Carlos Medina Plascencia, coordinador parlamentario del PAN. Reunidos en las oficinas del PT, los panistas y perredistas aplaudieron, sonrieron. De plano, no cabían de gusto.

El bloque opositor daba la voltereta al PRI, partido que ya tenía amarrados los 13 votos del PT y, todavía, contaba con los cinco del PVEM, para la aprobación del Presupuesto de Egresos para el 2000, con un techo por 12 mil 500 millones de pesos para la reasignación en el gasto social.

Momentos antes, el diputado petista había enviado una carta a la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública para solicitar el retiro de su firma del dictamen del PRI. Los petistas rompían su acuerdo con la bancada priísta y recomponían su relación electoral con el PRD, con la Alianza por México que impulsa la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas.

Al bloque opositor le faltaba la firma de los verdes para contar con los 16 votos requeridos por el dictamen, y acabar con el "empate técnico" con el PRI. Los panistas y perredistas corrieron a buscar a Verónica Velasco para que signara el documento. "La legisladora del PVEM está en el hospital", dijo el panista Juan Bueno Torio.

Por varias horas, los panistas, perredistas y petistas, en su nueva alianza, guardaron reservas sobre la posibilidad de que los verdes revivieran al bloque opositor. El coordinador de la bancada del PVEM, Jorge Emilio González, mandó decir que no habría rúbrica "si no conocía el documento original y las firmas del PAN, PRD y PT".

Una llamada de Medina Plascencia al diputado verde garantizó la firma de Velasco, quien fue localizada en su casa de Bosques de la Lomas. Los perredistas y panistas hicieron valer sus alianzas electorales con los petistas y los verdes. A las 17:35 horas, el bloque dio a conocer que ya había dictamen y que sería presentado al pleno.

Eufórico, Medina Plascencia lanzó su perorata: "...En la Cámara de Diputados ya no manda el Presidente: gobierna la razón, el diálogo y el consenso".

El operador político del PRI en los amarres con el PT y el PVEM, el legislador veracruzano Fidel Herrera Beltrán, dijo que respetaba la actitud asumida por la bancada petista.

"Nada es para siempre. Lo único cierto en la democracia es lo incierto de las votaciones", dijo un ojeroso, resfriado y despeinado Herrera Beltrán, el priísta ahora conocido entre los de oposición como el "niño artillero", por aquello de los cañonazos.

Los de PAN y PRD arrebataron al PRI su acuerdo con el PT, la llamada "alianza social", la madrugada del martes, cuando los priístas no lograron convencer a los petistas para que mantuvieran su voto a favor del proyecto ya firmado con el partido oficial.

Antes de las dos de la madrugada del martes, el coordinador de la fracción priísta tronó contra los petistas: "Si rompen el acuerdo con el PRI, tendremos que entender que va a haber una reacción, y la fuerza del Estado entrará en juego para evitar un presupuesto desbocado".

Envalentonado, uno de los petistas devolvió: "Arturo, no toleramos amenazas de Amalia (García, líder del PRD) y tú eres nuestro amigo. Nos conocimos desde que estábamos en el IFE". Pedro Cortés abandonó la negociación con Hacienda y el PRI porque "no estaba de acuerdo con las presiones" de sus interlocutores.

Los priístas y el subsecretario de Egresos de Hacienda, Santiago Levy, salieron de las oficinas de los petistas sin ninguna garantía de que el acuerdo PRI-PT iba a prevalecer en el periodo extraordinario de sesiones.

En seguida, los coordinadores parlamentarios de PAN y PRD entraron a las oficinas del PT para "amarrar" el acuerdo opositor. A las 4 de la madrugada de este martes, los panistas y perredistas cerraron el pacto: por fin en la historia del Congreso habría un presupuesto elaborado por los legisladores de la oposición.

"šEs un milagro!", dijo el panista Gerardo Buganza. "Se impuso la razón a la pasión. Cerramos con broche de oro", secundó el otro panista Rogelio Sada Zambrano.

El independiente Ebrard explicó que el PT dejó su acuerdo con el PRI porque el gobierno federal rechazó todas y cada una de las propuestas del bloque PAN-PRD, presentadas a los subsecretarios de Hacienda. "No se movieron. Entonces, hicimos la jugada y le comimos la ficha a Núñez, frente al presidente Zedillo, que actuó como secretario de Programación y Presupuesto, y que no permitía hacer cambios a la iniciativa", expuso.

Obviamente, influyeron otros dos factores: la fuerza que tomó el PT en los últimos días y la alianza electoral con el PRD, agregó.

Reunidos en el Salón Verde, los priístas recibían la noticia del "chaquetazo" del PT. "šA qué jijos de la chingada!", lanzaron algunos de los diputados del PRI. "Son partidos muy frágiles", dijeron otros.

En conferencia de prensa, el vocero del grupo del PRI, Carlos Jiménez Macías, consideró que la dirigente del PRD, Amalia García, chantajeó a los legisladores petistas, "por eso creo que es muy lamentable que una alianza político-electoral se sobreponga a una alianza por construir un consenso a favor del país...".

El tablero priísta

Antes de las 11 de la mañana, el líder de los petistas llamó a Medina y Gómez para decirles que Pedro Cortés sí firmaría el acuerdo con la oposición. Los asesores del PRI movieron sus fichas, y llamaron a Hacienda, dependencia que instaló 7 computadoras y puso a Santiago Levy y 13 asesores en las oficinas de la fracción del PRI, al servicio del partido oficial para cualquier eventualidad.

Sin embargo, los petistas ya estaban con el bloque opositor, el llamado G-4. "Vámonos a las oficinas del PT, para firmar el dictamen", le dijo Gómez a Medina. Ambos estaban eufóricos.

Los 15 legisladores del PAN y el PRD signaron el dictamen con una reasignación del gasto social por 15 mil 500 millones de pesos. Pero el petista Pedro Cortés no llegaba a las oficinas de su partido. Unicamente faltaba esa firma. A las 12:50 horas el petista entró al lugar de la cita.

El diputado petista tomó el bolígrafo y lanzaba una serie de preguntas sobre el contenido del documento. "Ya fírmale, no te vayas a rajar...", punzó Gómez. Finalmente, signó el dictamen. Cortés y Gómez se dieron la mano. El legislador del PT no se aguantó: "Dime qué tienes, cabrón. Estás peor que los del PRI. Pero nos vas a pagar las que nos debes".

Para el coordinador de la fracción del PRD esto no pasó de ser una broma, "por otras cosas", con el petista.

Los periodistas preguntaron a Pedro Cortés si esta vez la firma del PT sería "indeleble", o podría borrarse en cualquier momento. "Lo que no se puede borrar es la decisión del partido, de luchar por los más pobres...", respondió el petista.

Después de las nuevas alianzas, de la supuesta resurrección del G-4, el Presupuesto de Egresos de la Federación quedó a merced de la votación en el pleno, del juego de los números y de las estrategias en el tablero.

No obstante las firmas de la oposición para sacar su presupuesto, el primero en la historia del Congreso, Pablo Gómez le dijo a Medina Plascencia: "No te vayas a rajar. Tú llevas mano en esto".

ųNo, lo que me preocupa son los votos sueltos del PRD ųreviró el panista.

ųNosotros estamos firmes ųafirmó el dirigente perredista.

Los priístas también se veían firmes y con ánimo de ganar la votación en el tablero. Antes de entrar al pleno e iniciar el periodo extraordinario de sesiones, el diputado priísta, el general Ramón Mota Sánchez, le dijo a Arturo Núñez: "Mi general, ahí está el campo de batalla...".