Ť Eduardo Pizarro Leongómez fue herido a tiros por dos sicarios


Atentado fallido contra hermano del asesinado jefe del M-19

Ť Repudian en Colombia el ataque al politólogo Ť Deplora Mary Robinson la falta de seguridad

Afp, Dpa, Ap y Reuters, Santafé de Bogotá, 22 de diciembre Ť El politólogo y profesor universitario Eduardo Pizarro Leongómez, hermano del asesinado ex coman- dante del otrora grupo guerrillero M-19, Carlos Pizarro, fue herido este miércoles a tiros por un par sicarios en esta capital, en un hecho que fue interpretado como un sabotaje al proceso de paz entre el gobierno y la insurgencia colombiana.

PIZARRO- PAG 53-1 Pizarro Leongómez, de 47 años de edad, herido en la pierna y el antebrazo derecho y quien ya se encuentra fuera de peligro, fue atacado por un par de sicarios movilizados en motocicleta que le dispararon en las cercanías de la Universidad Nacional, donde se desempeña como director del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales.

El médico Juan de Francisco, de la Clínica Palermo, donde se le atendió, indicó que tras ser sometido a una operación quirúrgica el también sociólogo y columnista del diario El Espectador ya se encuentra en buen estado de salud.

La víctima, hermano de Carlos Pizarro y el también ex guerrillero Hernando Pizarro, asesinados en 1992 y 1990, respectivamente, se caracteriza por ser un férreo defensor de una salida negociada al largo conflicto armado que vive su país, y frecuentemente suele ser consultado sobre el proceso de paz por medios de prensa y las propias autoridades.

Tanto el gobierno como diversos sectores políticos y sociales condenaron este atentado, que consideraron como un duro golpe contra el proceso de paz, y sobre todo si se considera que recién las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) decretaron una tregua unilateral hasta el 10 de enero próximo.

El 11 de diciembre, Pizarro Leongómez escribió en el diario El Espectador, uno de los más influyentes de Colombia, que es necesario que el ejército "demuestre claramente" que no tiene vínculos con los paramilitares de extrema derecha de las Autodefensas Unidas de Colombia, pues con frecuencia se le acusa de tales nexos.

Más aún, es significativo que este atentado sea el tercero que ocurre en los últimos cuatro meses contra prominentes defensores del proceso de paz, pues el 13 de agosto otros dos pistoleros mataron al abogado, periodista, humorista y crítico político Jaime Garzón, de 39 años, cuando se dirigía a Radionet, la emisora donde trabajaba.

La racha criminal continuó el 15 de septiembre en otro atentado con las mismas características al ser baleado el ex consejero de paz Jesús Bejarano, de 46 años, quien era también catedrático de la estatal Universidad Nacional; el ex funcionario fue asesinado en el interior mismo del recinto educativo por dos sujetos.

El ejército y la policía emprendieron de inmediato una intensa operación de búsqueda de los atacantes, que huyeron del lugar de la escena en un motocicleta de alta cilindrada luego de que uno de ellos le disparara a la víctima mientras el otro conducía el vehículo.

El comandante del ejército, general Jorge Mora, y el jefe policial, general Rosso Serrano, informaron sobre el despliegue de soldados y agentes en el operativo de persecución, pero de momento Serrano dijo carecer de informes sobre el móvil del atentado y se concretó a señalar que "aquí se dispara de todos lados".

Mientras, el vicepresidente de la república, Gustavo Bell, al condenar el atentado aseveró que "los violentos no nos derrotarán" y se refirió a Pizarro Leongómez como "un analista objetivo de la realidad nacional y un incansable promotor de la sa- lida civilizada" a la guerra interna.

El ministro del Interior, Néstor Martínez, también condenó el ataque y asentó que la sociedad "no se puede dejar intimidar por los violentos", e indicó que los organismos de seguridad han recabado "muy buena información" para esclarecer el suceso.

Jaime Bernal, el procurador general y miembro de un comité civil en favor de la paz en Colombia, dijo no tener duda de que ésta es una obra de "dementes que quieren desestabilizar el país y apuntarle al esquema de pacificación".

"Detrás de este atentado cobarde están los que quieren que Colombia se desangre, en medio de la intolerancia", manifestó el legislador izquierdista Gustavo Petro, quien subrayó que se trata de una cadena de hechos dirigidos contra el proceso de paz.

El profesor Francisco Zuluaga, compañero de Pizarro Leongómez en la Universidad Nacional, también atribuyó el atentado a un intento por frustrar el proceso de paz, y recordó que el líder escuadronero Carlos Castaño profirió amenazas hace dos semanas contra otro catedrático del Instituto de Estudios Políticos al acusarlo de "asesor" de la guerrilla colombiana.

El rector de la Universidad Nacional, Víctor Manuel Moncayo, denunció que los enemigos de la paz tienen amenazados a los intelectuales y pensadores de esa casa de estudios, pues muchos de ellos tienen una activa participación en los debates sobre la pacificación, y claramente quieren cerrar los espacios de discusión civilizada.

La oficina en Colombia de la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson, repudió el atentado al deplorar el irrespeto al pensamiento libre y democrático, y denunció una evidente falta de medidas efectivas para garantizar la vida de las personas amenazadas o en situación de riesgo.

Un hermano de Eduardo Pizarro Leongómez, el ex comandante del M-19 Carlos Pizarro Leongómez, fue asesinado en pleno vuelo aéreo entre Bogotá y Barranquilla en abril de 1990, cuando era candidato a la presidencia de la república tras haberse reintegrado a la vida legal con su movimiento como partido político.

COLOMBIA-pag 53-3 Hernando Pizarro, otro hermano que también militaba en la guerrilla, fue asesinado en 1992 mientras viajaba en taxi.

En ese marco, Nina Pizarro, hermana del politólogo herido, dijo sentirse triste por Colombia pero alegre porque no mataron a su familiar, "pues el hecho es que en esta nación se está matando a los pensadores".

En una reciente entrevista con La Jornada, Eduardo Pizarro Leongómez analizaba la creciente movilización social en su país en favor de la paz y del apoyo de la comunidad internacional, y se pronunciaba por combatir con las armas a los paramilitares de derecha para debilitarlos y desmantelar sus organizaciones.

El comandante del ejército colombiano, general Jorge Mora, al insistir por otra parte en sus cuestionamientos a la tregua unilateral decretada por las FARC, afirmó que es una "farsa" porque después de haberse iniciado el día 20 han sido asesinados 11 militares en una emboscada en César y otro ataque en Putumayo.

En tanto que las FARC entregaban nuevas pruebas de supervivencia a familiares de unos 300 militares y policías en su poder, Estados Unidos expresó su complacencia de que la justicia colombiana haya acusado formalmente a dos líderes de esa guerrilla por la muerte de tres indigenistas estadunidenses en marzo pasado.

Al tiempo que el ejército reportaba la muerte de mil 538 colombianos en lo que va de este año debido a las acciones de las guerrillas y los paramilitares de derecha, Irán anunció su retiro de una inversión en un frigorífico en la zona de distensión colombiana ante las "interpretaciones incorrectas" de algunas autoridades locales.