Ť Promete Moscú que no habrá bombardeos masivos sobre la capital chechena


Muy pronto, Grozny será liberada, dice Vladimir Putin

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 22 de diciembre Ť El primer ministro ruso, Vladimir Putin, afirmó hoy que "Grozny será liberada muy pronto", aunque aclaró que no hay un plazo fijo para el asalto a la sitiada capital de Chechenia.

Las declaraciones de Putin ocurrieron poco después de que se supo en Moscú que grupos armados chechenos, bajo el mando de Bislan Gantamirov, el líder de la oposición al gobierno de Aslan Masjádov, entraron este miércoles a Grozny y combaten a los rebeldes wahabitas (radicales islámicos), calle a calle, en varias zonas de esa semidestruida capital.

Tras esa primera incursión de la gente de Gantamirov, que ha actuado como punta de lanza del ejército federal, podrían entrar en acción las unidades especiales rusas, que esperan la orden en las afueras de Grozny.

Al menos un representante del alto mando militar declaró esta noche a la televisión local que "en efecto, ya ha sido aprobado el plan para realizar una operación especial que permitirá liberar Grozny, pero por razones obvias me abstengo de dar detalles o fechas".

En todo caso, Rusia es muy cuidadosa de no emplear el término "asalto" y promete que tampoco habrá bombardeos masivos sobre la ciudad, dado que aún son muchos los habitantes que no pudieron o no quisieron salir.

RUSSIA_CHECHNYA Hay, no obstante, cierta prisa por tomar Grozny. Por un lado, al cortar las tropas federales la única vía de suministro de víveres y municiones, desde la vecina Georgia, los wahabitas han aumentado los intentos de romper el cerco, en combates preferentemente nocturnos, y ello produce muchas bajas por ambos lados.

Aunque los militares rusos aseguran que casi no han sufrido pérdidas, esa versión no se podría mantener mucho tiempo.

Por otro lado, los combates en Grozny pueden derivar en un baño de sangre y es de suponer que el alto mando militar ruso tratará de aprovechar la coyuntura para reducir su impacto en el exterior.

El general Viktor Kazantsev, comandante en jefe de la región militar del Cáucaso del Norte, negó que la operación vaya a empezar el próximo viernes, pero la mención de ese día no es fortuita.

Rusia, como se sabe, es un país de religión ortodoxa, cuyo calendario litúrgico hace que la Navidad se celebre aquí 13 días después que la católica. Este hecho seguramente no pasará inadvertido para el alto mando militar ruso, por supuesto, en el sentido de que todo el mundo católico estará ocupado en festejos propios de la época y, entre otras cosas, no salen periódicos el próximo sábado.

De ser así, tras dos días de incursiones de la gente de Gantamirov, no sería descabellado pensar que las tropas federales podrían sumarse a los combates la Nochebuena católica.

Tampoco es inevitable que así suceda porque va a depender, finalmente, de la resistencia que opongan los wahabitas este jueves. Lo que parece claro es que el presidente Boris Yeltsin querría incluir en su mensaje de Año Nuevo la confirmación de que Grozny ha sido "liberado".

Para Boris Yeltsin, que hoy calificó de "extraordinaria victoria nuestra" los resultados de los recientes comicios legislativos, en reunión con el premier Putin, la toma de Grozny sería la mejor confirmación de que Rusia no dará marcha atrás en el combate al "terrorismo internacional" y, al mismo tiempo, el momento de ofrecer un gesto conciliatorio a Occidente.

Porque la guerra entraría en una nueva fase, cambiando de escenario a las montañas del Sur, con lo cual ya se podrían comenzar negociaciones para un arreglo político, por ejemplo con Gantamirov.