Ť El equipo de María Novaro recorrió 70 localidades, de la frontera al Caribe
Que no quede huella, una cinta sobre los contrastes de México
Ť La historia transita por carreteras y confronta dos personajes disímiles, explica la realizadora
Raquel Peguero, enviada, Ciudad Juárez, Chih. Ť Un día, María Novaro se subió a su camioneta y emprendió un viaje por el país. Quería ''cerrar un ciclo''. Concluiría el guión de su cuarto largometraje, Que no quede huella, una road movie sobre la amistad de dos mujeres disímbolas con un aspecto en común: ''su fortaleza interna y la capacidad de tener en sus manos su propio destino''.
Sorteando el veleidoso clima juarense, este filme comenzó su rodaje aquí, hace nueve semanas, y lo concluyó el sábado en Mérida, Yucatán, tras una aventura que mantuvo a todo el staff emocionado. Protagonizada por la española Aitana Sánchez-Gijón ųquien regresó la semana pasada a su país natalų y la mexicana Tiaré Scanda, se rodó en 70 locaciones, un número ''fuera de serie'' para una producción mexicana, repartidas en 3 mil 500 kilómetros del territorio nacional: ''Estuvimos moviéndonos constantemente con todo el circo que nos acompaña'' y pisaron ciudades como Coatzacoalcos, Villahermosa y Cancún.
Con ''un equipazo maravilloso, todos estuvieron súper pilas, pues la película fue muy complicada y el viaje muy largo''. La directora de Otoñal (1993) asegura estar sumamente ''ilusionada'' con esta producción, que la llevó de frontera a frontera. De este árido territorio pasaron por ''las inundaciones y luego al mundo maya''. La estrategia de rodaje fue compleja: ''Nos atuvimos a las condiciones de cada sitio y así filmamos. Como nos pasó aquí, que esperábamos un sol radiante de desierto y nos cayó šagua nieve!''. La maraña se enredó más, porque "tuvimos persecuciones en auto, efectos especiales y cosas que nunca había filmado, y que si bien fueron muy divertidas son otra complicación''.
Periplo por el conocimiento
No es la primera vez que la cineasta cuecuense toca el tema de la frontera. Convencida de los muchos Méxicos que encierra el país, esta nueva historia parece un eslabón más del periplo que comenzó en el Distrito Federal, con Lola; siguió en Veracruz, con Danzón (1991), y aterrizó en Tijuana, en 1994, con El jardín del edén, donde descubrió ųpor medio del contacto con sus homólogas chicanasų el profundo desconocimiento que tenemos los mexicanos de nuestro país y que es el subtexto de la historia que se relata en Que no quede huella.
Desde hace dos años que concluyó el guión, Novaro comenzó a filmarlo en su cabeza. ''He realizado el recorrido varias veces y elegí las locaciones con un criterio cuidadoso y muy separado en el tiempo, porque no es una historia de 'a ver dónde se filma'. Estaba decidido dónde ocurrían las cosas, como una forma de adelantar la preparación''.
El casting también se inició con anterioridad: ''Los personajes de Ana y Aurelia los pensé bien y me siento segura con ellas y la historia''. El reparto se completa con Jesús Ochoa, Martín Altomaro, Juan Manuel Bernal, Silverio Palacios, Roberto Ríos Raky y Gerardo Taracena.
Que no quede huella es una historia que transita por las carreteras, "es un camino de confrontación de dos personajes y es un cuento de una amistad poco probable, pues uno pensaría de entrada que jamás van a hacer química, son totalmente distintas, y sin embargo en lo más profundo tienen puntos de conexión importante y acaban siendo realmente amigas. Esa es la historia: una amistad femenina que, opino, se ha visto poco en el cine, sobre todo en el mexicano. El viaje es de mucha aventura y lo veo también como una manera de contar mi país de norte a sur, empezando en esta loquera de ciudad maravillosa y terminando en el Caribe, que es otra cosa, en un recorrido que espero sea muy sugerente y provocador''.
ųƑTiene algún significado ir de frontera a frontera?
ųSí, confrontarnos diferentes cosas como mexicanos. No propongo ųy no creo haberlo hecho nuncaų una explicación de México en ningún sentido, sino una forma de verlo en cada película y que cada quien obtenga las conclusiones que quiera. México es un país de contrastes, y lo que busco es verlo junto con estas chavas, mientras platican, se conocen, se pelean y se hacen amigas. Los contrastes van determinados por ellas mismas: Ana es una extranjera que conoce mucho el país, lo ha elegido para vivir, y es especialista en arte maya. Aurelia es una nacional que nunca ha salido de Juárez y que va a descubrir un México del que, como muchos de nosotros, tiene poca información y le va a sorprender todo lo que va a encontrar.
ųƑPor qué elegiste esta ciudad como arranque?
ųHay una razón sentimental. Tengo muchos amigos, me gusta venir y lo hago desde hace años. Cuando filmé El jardín del edén originalmente quería hacerlo en Juárez, pero por razones de que quedaba más cerca de Los Angeles, nos fuimos a Tijuana, y me quedé con la deuda de rodar aquí. Ahora la estoy pagando. Aparte, el saber que Aurelia es de esta urbe da una sensación del norte que acompaña toda la historia. La presencia de una chava fronteriza es una cosa importante en la película.
Un angelito intrépido
ųƑQué cualidades buscabas para el personaje de Aurelia?
ųEran importantes la vivacidad y la verosimilitud, que me creyera que era una chava de una maquiladora, muy fuerte, aventada, con una vitalidad realmente deslumbrante, capaz de tomar una serie de decisiones bastante intrépidas, y que, al mismo tiempo, tuviera cosas de fragilidad y dulzura, porque es madre de dos niños, uno de seis años y otro de un mes. En Tiaré vi todo lo que necesitaba, y se llevó el papel, de calle, frente a las demás. Parece un angelito, pero es tremenda y superintrépida. Era el personaje y está impresionante.
ųEsta es una película de mujeres, Ƒqué papel juegan los hombres?
ųSon un mundo alrededor de ellas, bueno y malo. Efectivamente, construí la película con dos protagonistas femeninas que llevan la historia, pero los hijos son varones. El socio de Ana, un personaje entrañable, es hombre, y los malos que los persiguen son puros hombres que se ven de diferente manera... Pero siempre disfruto ver su mundo por medio de la mirada de las mujeres, porque el otro cine ya se hace y este es el que, para mí, tiene chiste hacer.
ųSin embargo, la trama plantea un acoso.
ųUna parte de ellos las acosan, pero la otra es vital, hermosa y solidaria. Ellas andan buscando su hombre ideal, no renuncian a esa idea. El acoso ųrealmente no sabemos quién las persigueų no es una visión feminista, es simplemente contar las cosas de una determinada óptica y es la manera en que las mujeres pueden ver las cosas o vivirlas, no tiene nada de extraño.
ųLa película termina en el mar, como siempre.
ųPor supuesto. Para mí, todos los caminos conducen al mar.