Ť Libre, uno de los rehenes, enfermo de diabetes; permanecen cautivos 160
Afganistán advierte que podría expulsar a aeropiratas
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Nueva Delhi, 26 de diciembre Ť Secuestradores que el viernes pasado desviaron un avión de Indian Airlines en vuelo de Katmandú a la capital India, dejaron hoy en libertad a uno de los 161 personas que mantienen como rehenes en la ciudad afgana de Kandhar. En Afganistán, el canciller Abdul Wakil Muttawakil criticó la negativa de Naciones Unidas a mediar en la crisis, y sostuvo que si Nueva Delhi y la ONU no resuelven el conflicto pronto, el gobierno afgano talibán expulsará al avión de su territorio.
La nave se encontraba hoy en Kandhar, donde se reabasteció de combustible para posiblemente despegar de nuevo. El pasado viernes, tras 40 minutos de vuelo, los secuestradores, armados con cuchillos y granadas de mano, tomaron el control del aparato, que en los dos últimos días ha aterrizado en Aristar, India, Lahore, Pakistán, Dubai, Emiratos Arabes Unidos, hasta que el sábado arribó a Kandhar, en territorio afgano.
En Dubai, los secuestradores arrojaron desde el avión el cadáver de un ciudadano indio que asesinaron, y cuya viuda sigue en la nave. Anteriormente, habían liberado a 27 rehenes, de los cuales la mayoría eran mujeres y niños.
Los secuestrados, quienes asesinaron ya a cuatro pasajeros, exigen la excarcelación del líder religioso musulmán paquistaní Maulana Masud Azar, luchador por la independencia de Cachemira, preso en India desde 1994.
En las primeras horas de este domingo, el gobierno afgano talibán anunció que se había convencido al representante de la ONU, Erik de Mul, de viajar a Kandhar y contactarse por radio con los secuestradores, quienes han amenazado con matar a todos los rehenes y suicidarse si no se cumplen sus demandas, para "mediar" con ellos.
De Mul logró que los rehenes realizaran el "gesto de buena voluntad" de liberar a uno de los rehenes, quien se encuentra gravemente enfermo de diabetes, pero rechazó que la ONU vaya a fungir como mediadora en el tema.
En tanto, el gobierno indio advirtió que no aceptará que la organización intervenga en el caso. "La ONU no está jugando el papel de mediador o negociador", afirmó el canciller indio, Jaswant Singh, quien recalcó que las funciones de Naciones Unidas deben limitarse a lo humanitario. Agregó que si bien Nueva Delhi examina todas las posibles soluciones al problema, "nuestra posición ante el terrorismo es bien conocida".
Wakil Muttawakil criticó la negativa de la ONU de involucrarse en las negociaciones con los secuestradores, más allá de lo referente a la cuestión humanitaria, y afirmó: "Si India o Naciones Unidas no toman medidas urgentes para la liberación de los pasajeros del avión secuestrado, nos veremos obligados a sacar la aeronave de Afganistán".
El canciller afgano afirmó también que su gobierno ha contactado a sus homólogos de países cuyos ciudadanos están en el avión. Según el registro del pasaje, en el aparato hay cuatro españoles, cuatro suizos, dos franceses, un canadiense, un belga, un estadunidense, un italiano y un japonés. El resto de los pasajeros son indios.
Fuentes del aeropuerto de Kandhar expresaron que técnicos que se encargaron de reabastecer el avión de combustible y alimentos notaron lo que parecían ser fugas, lo que implicaría un nuevo riesgo para los rehenes, si los secuestradores insisten en seguir trasladando el aparato.
Además de la excarcelación de Maulana Masud Azar, los secuestradores exigen la liberación de varios militantes islámicos que luchan contra India por la independencia de Cachemira. Azar es considerado el ideólogo del grupo Harkat ul Ansar, que figura en la lista estadunidense de organizaciones terroristas. En 1995, la agrupación secuestró a cinco turistas extranjeros en Cachemira para canjearlos por Azhar. Poco después, dos de ellos fueron encontrados decapitados, sin que se hasta la fecha se conozca el paradero de los otros tres.
En Lahore, el padre de Azar, Ala Baksh Sabi Azar condenó el secuestro y se solidarizó con los rehenes y sus familias. También desmintió versiones de que uno de los secuestradores es su hijo Ibrahim, hermano menor del líder cachemir, afirmando que recientemente dicho joven lo llamó desde Arabia Saudita.