Ť Gritos y susurros: expresiones sociales en Estados Unidos
Acciones subversivas contra la cultura del consumo
La organización Acción Decadente (underbelly.demon.co.uk/decadent/docs/sickcont.htm) se describe como una organización "terrorista consumidora" dedicada a promover más tiempo libre y protestas contra el sistema monetario. El año pasado, en Inglaterra, el grupo logró organizar una acción en que 2 mil empleados de la línea aérea British Airways llamaron para decir que estaban enfermos en un mismo día, y han inspirado protestas similares entre guardias de cárceles en Inglaterra y entre agentes de la policía irlandesa. Ahora el grupo ha anunciado que promoverá este tipo de acciones en Estados Unidos. "Acción Decadente son el hombre y la mujer sentados junto a usted en el bar, tienen lana en sus bolsillos y la travesura en sus mentes", según una descripción del grupo reportada en el New York Times.
Protestas ciudadanas por cargos impuestos por los bancos
Los cajeros automáticas de los bancos aquí cobran hasta 1.50 dólares por transacción por el solo privilegio de que el cliente tenga acceso a sus propias cuentas. Esto ha generado una protesta ciudadana que ha promovido legislación estatal para prohibir este "abuso" y campañas a lo largo del país para presionar a los bancos. Por ejemplo, la Liga de Acción del Consumidor de California descubrió que los bancos de la Wells Fargo pagan tres dólares cada vez que un cliente de ellos llama a un número 800 para escuchar una grabación de 30 minutos, en la cual se ofrece información sobre cómo usar las cajas automáticas. La liga está solicitando que los activistas llamen a ese número y dejen descolgados sus teléfonos durante los 30 minutos, lo cual le incurre costos directos al banco.
Activista abandona su trinchera
ųun árbolų después de dos años
Después de vivir durante los últimos dos años sobre una plataforma a unos 50 metros de altura en un árbol antiguo en California, la activista ambiental Julia Butterfly Hill abandonó esta trinchera esta semana cuando la empresa de productos forestales que tiene la propiedad de estos terrenos acordó no cortar y procesar el árbol. La mujer, de 25 años, se trepó al árbol el 10 de diciembre de 1997 para protestar por la intención de la Pacific Lumber Company de cortar el árbol, que tiene 600 años. Los ambientalistas argumentan que estas empresas forestales no deberían tener el derecho de procesar los arboles más antiguos de esos bosques. La empresa acordó hace unos días no sólo no cortar ese árbol, sino conservar unos 10 mil acres de bosque como un parque público. (Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York.)