Ť La presencia de vendedores y compradores obstruye acción de bomberos


Incendio en una bodega del Centro Histórico

Ť Un cortocircuito provocó la conflagración Ť El inmueble pertenece al clan de los Sánchez Rico

Un fuerte incendio consumió en su totalidad la mercancía de un establecimiento comercial del clan Sánchez Rico, que actualmente dirige la Unión de Comerciantes de la Antigua Merced, en la esquina de Roldán y Corregidora, donde los bomberos tuvieron que salvar el obstáculo de cientos de ambulantes y compradores que invadían las calles de la zona para combatir el fuego.

incendio-bodega-centro-3-jpg Aun cuando la estación central de Bomberos se encuentra a sólo 12 calles del lugar del siniestro, el recorrido entre el tráfico vehicular de Circunvalación y el de puestos metálicos de Corregidora hizo que el personal de Vulcano empleara más de veinte minutos para llegar al lugar.

Lo mismo ocurrió con los efectivos del Agrupamiento de Granaderos y policías del sector Topacio, Centro Histórico, que tuvieron que rodear por Jesús María, Soledad y Circunvalación, "pues estos cabrones (los ambulantes) no nos dejaron pasar", se quejó uno de ellos.

El fuego se inició alrededor de las 13:50 por un cortocircuito que provocó el sobrecalentamiento de la instalación eléctrica ante el gran número de aparatos electrodomésticos en exhibición, y al expandirse alcanzó a dos puestos semifijos de juguetes que se encontraban frente al establecimiento.

Mientras que algunos comerciantes evacuaron el lugar cargando su mercancía, otros trataron de apagar las llamas con extintores de polvos, pero lo único que consiguieron fue propagarlo.

"Ese tipo de extinguidores no sirven para este tipo de incendio, necesitan de espuma", explicaría más tarde un bombero. "Son de los únicos que tenemos", admitió a su vez uno de los vendedores.

El primer oficial José Esquivel, con 18 vulcanos, dos carros bomba y un tanque sofocaron el incendio en 15 minutos, evitando que se expandiera al local contiguo, de vinos y licores, y al segundo nivel del viejo edificio que almacena cajas de bebidas alcohólicas.

El local afectado se quemó totalmente en su área, de aproximadamente 80 metros cuadrados, y la mercancía, con un valor aproximado a los 200 mil pesos, propiedad de Israel Sánchez Rico, hermano de Silvia, quien desde el Reclusorio Oriente, aseguran los mismos vendedores, sigue controlando a los ambulantes de la Unión de Comerciantes de la Antigua Merced.

No se reportaron lesionados, sólo una ambulancia del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas atendió en el lugar, por crisis nerviosa, a las dos propietarias de los puestos semifijos que fueron alcanzados por el fuego, mientras que en la contraesquina otras comerciantes lloraban detrás de la cerca de granaderos, pero ante los gritos de algunos vendedores que pedían a los demás se alejaran ante el riesgo de una explosión de gas nunca se movieron del lugar. (Angel Bolaños Sánchez)