Ť Con 160 rehenes, exigen la liberación del líder musulmán paquistaní Masud Azhar


Acepta el gobierno indio negociar con secuestradores de un avión

Ť Manifestación en Nueva Delhi para pedir que se dé prioridad a la vida de los cautivos

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Kandhar, 27 de diciembre Ť Secuestradores de un avión de Indian Airlines, quienes se encuentran en esta ciudad afgana desde el pasado viernes con 160 personas como rehenes, suspendieron hoy un ultimátum que vencía a las 17:30 horas (local), luego que el gobierno indio envió a una delegación de alto nivel a negociar con los aeropiratas.

La delegación se retrasó debido a que su avión tuvo que volver al aeropuerto de Nueva Delhi por problemas técnicos, por lo que los funcionarios indios arribaron a Kandhar minutos antes de que venciera el ultimátum.

Los secuestradores afirmaron que ya tenían atados de pies y manos a dos rehenes, y que en cuanto venciera el plazo, lanzarían sus cadáveres fuera del avión. El gobierno afgano talibán había amenazado con lanzar un ataque armado contra el avión si los aeropiratas, en efecto, asesinaban a dos de los pasajeros.

India-avion El sábado pasado los secuestradores arrojaron del avión el cadáver de un joven de 25 años apuñalado cuando el aparato se encontraba en el aeropuerto de Dubai. Los atacantes, que según versiones periodísticas serían cinco, reclaman al gobierno indio que libere al líder religioso musulmán paquistaní Maulana Masud Azhar, dirigente del Frente Islámico de Liberación, que lucha contra la ocupación india en la provincia de Cachemira.

Los secuestradores tomaron el control del avión que volaba de Katmandú a Nueva Delhi, el pasado viernes, tras 40 minutos de vuelo, armados con cuchillos, pistolas y granadas de mano. Luego de secuestrada, la aeronave aterrizó en Amristar; India, Lahore; Pakistán, Dubai en los Emiratos Arabes Unidos, hasta que el sábado arribó a Kandhar.

Ese día, los secuestradores liberaron a un grupo de 27 pasajeros, la mayoría de ellos, mujeres y niños; el domingo, negociaciones entre los atacantes y el representante de la ONU en Afganistán, Erik de Mul, lograron que dejaran en libertad a un pasajero más, por ser diabético.

La decisión del gobierno de India de cambiar su política hacia los secuestradores y aceptar negociar con ellos se debe, según analistas, a que la prensa india y paquistaní han reprochado duramente el inmovilismo de Nueva Delhi ante el conflicto.

Este lunes, además, más de 200 personas, parientes de los rehenes, se enfrentaron a la policía en la capital india en una manifestación para exigir al gobierno salvar a los cautivos. Aunque no hubo heridos, las fuerzas de seguridad tuvieron que levantar barricadas en torno a edificios gubernamentales para impedir que se acercaran los manifestantes.

Entre las 160 personas que permanecen en el aparato figuran cuatro españoles, cuatro suizos, dos franceses, un italiano, un canadiense, un estadunidense, un australiano y un japonés.

Tras reuniones ministeriales celebradas en la cúpula gubernamental india, el ministro de Asuntos Parlamentarios, Pramod Mahajan, afirmó que Nueva Delhi "está haciendo todo lo posible" para liberar a los rehenes, e informó que ya se pidió a los gobiernos de Rusia e Irán que actúen como mediadores y negociadores en el conflicto.

A su vez, el canciller afgano del gobierno talibán, Abdul Wakil Muttawakil, advirtió que si los secuestradores cumplían su amenaza de asesinar a dos rehenes, el avión sería objeto de un ataque por parte de las fuerzas de seguridad del país y les exigió "rendirse o largarse de Afganistán".

El presidente estadunidense, Bill Clinton, exigió la inmediata liberación de los rehenes y calificó de "terrorista e inhumano" el secuestro del avión. El canciller español Abel Matutes, por su parte, dijo haberse comunicado con su igual indio, Jaswant Singh, y afirmó que éste le dio "garantías" de que su gobierno dará prioridad a la vida de los cautivos.