Alejandro Nadal
IPAB: šFeliz Daño Nuevo!
Hace cinco años, la respuesta del gobierno a la crisis de 1994 condujo a la quiebra del sistema bancario. Para reparar el daño, el gobierno recurrió a la ilegalidad, llevando a sus últimas consecuencias la distorsión del Fobaproa y convirtiéndolo en su caja chica. El gobierno y sus amigos clamaron que su rescate bancario era el camino menos costoso.
Las negociaciones sobre el presupuesto del 2000 obligan a la siguiente pregunta: ƑExiste el rescate bancario? La respuesta es negativa. Lo único que existe es una operación de maquillaje para continuar con el único proyecto estratégico que tuvo la administración actual desde diciembre 1994: el traspaso de los problemas importantes al siguiente gobierno.
El proyecto original del Presupuesto de Egresos incluye una asignación presupuestal de 35 mil millones de pesos (mmdp) solicitada por la SHCP para cubrir la parte real de los intereses sobre los pasivos del IPAB. Aún cuando fuera aprobada, esa asignación sólo cubre el 59 por ciento de los intereses reales (sin efecto inflación) que corresponden a los pasivos del IPAB. La SHCP sostiene que el 41 por ciento restante será cubierto con otros 20 mmdp provenientes de la venta de activos por parte del IPAB y unos 4 mmdp provenientes de las cuotas de los bancos.
Según los Criterios de Política Económica para el 2000 esa asignación presupuestal permitiría que la deuda del IPAB permanezca constante en términos reales, es decir, descontando el efecto de la inflación. De ese modo, proclama la SHCP, a medida que crezca la economía mexicana se reducirá la carga de la deuda correspondiente al rescate bancario.
La suma solicitada por Hacienda para el IPAB sólo cubre la parte real de los intereses correspondientes, pero Ƒcubrirá las expectativas de los banqueros? La pregunta es crucial porque el fin último del rescate bancario de Gurría-Ortiz era recapitalizar la banca. Para eso se expidieron los pagarés del Fobaproa, para que considerados en la columna de activos de los estados financieros de los bancos, hicieran atractivo el negocio de la banca, especialmente para los banqueros extranjeros que, según la SHCP y el Banco de México serían los únicos capaces de recapitalizar la banca. Si las expectativas de los banqueros no están satisfechas, no acudirán a invertir más en la banca mexicana.
ƑEstarán satisfechos los banqueros que tienen pagarés del Fobaproa por la suma de 552 mil millones de pesos?
Imaginemos al tenedor de un pagaré a 90 días con cualquier banco comercial, y supongamos que al vencimiento, el gerente le anuncia que por esta vez sólo pagarán la parte real de los intereses. ƑCuál sería la reacción del tenedor del pagaré? La SHCP quiere convencernos de que el cliente se iría satisfecho a casa porque, šqué alivio! šLe pagaron la parte real de sus intereses!
Pero desde el punto de vista de los banqueros tenedores de los pagarés del Fobaproa eso no es ni premio de consolación. La ''parte real de los intereses'' no es lo que esperan. Como cualquier tenedor de pagarés, los banqueros esperan al vencimiento los intereses totales pactados, y no sólo lo que queda una vez descontada la inflación. El gobierno y sus astutos publi relacionistas en la SHCP pueden denominar a esa asignación la parte real, medular o nuclear de los intereses, pero la nomenclatura no cambia el hecho económico: no es la cantidad que corresponde a los intereses originalmente estampados en los pagarés.
La incertidumbre para los tenedores de pagarés Fobaproa es aún mayor. Los vencimientos de los pagarés se concentran en el 2005 y 2006. La idea original del rescate bancario oficial era dotar al IPAB de recursos (por asignaciones presupuestales) con el fin de colocarlo en condiciones de amortizar el principal más intereses. Sin esa garantía, sería imposible colocar los pagarés en los mercados financieros. Pero hoy sabemos que el IPAB difícilmente recuperará activos por 20 mmdp en el 2000, y las negociaciones en San Lázaro hacen todavía más difícil conseguir los 35 mmdp solicitados por Gurría.
En síntesis, la reacción del gobierno frente a la crisis bancaria que él mismo provocó no sólo fue ilegal, sino que nunca tuvo futuro económico. En pocas palabras, aún dentro de la lógica perversa del gobierno, no hay rescate bancario. Sin un replanteamiento de fondo el año entrante, el futuro incierto de la economía mexicana estará marcado por una banca en crisis permanente. Mientras tanto, del gobierno saliente a la Nación, šFeliz Daño Nuevo!