Ť Creciente, la importación de prendas de vestir


En riesgo, la industria textil y del vestido, alerta el sindicato

Ť Prácticas desleales y bajo poder de compra, obstáculos

Elizabeth Velasco C. Ť La creciente importación de hilos, tejidos, telas y prendas de vestir, al amparo de prácticas comerciales desleales, y la contracción del mercado interno causada por el bajo poder de compra de la población, ponen en riesgo la integración de la cadena productiva de la industria textil y del vestido en México, ramo que con una producción bruta de más de 118 mil millones de pesos, participa con 1.7 por ciento del PIB (38 mil 954 millones), y con 8.7 respecto de la industria manufacturera del país.

Integrada por 15 mil 532 empresas ų95 por ciento micro, pequeñas y medianasų, que ocupan 16.7 por ciento del personal de la rama manufacturera (más de medio millón de personas), esta cadena productiva ha cerrado alrededor de 30 por ciento de sus plantas industriales y perdido alrededor de 180 mil fuentes de empleo desde hace casi una década, según afirma el dirigente del sindicato nacional de la industria (SNITV), Fermín Lara Jiménez.

La depresión de ese sector productivo (integrado por la cadena fibras-textil-confección) comenzó a principios de los noventa, por factores como la incapacidad de las empresas para modernizarse; la falta de estímulos a los productores nacionales; la firma del TLC; la competencia desleal, y la contracción del mercado interno por los bajos salarios que percibe cerca de 60 por ciento de la población mexicana, asegura el dirigente obrero.

De acuerdo con un estudio del grupo Expansión, durante 1996 y 1997 la creciente competencia del exterior frenó la producción de fibras (algodón, lana y químicas), y la mala racha en esa industria se mantuvo en enero-agosto de 1998, cuando registró una caída de 12.9 por ciento.

Entre 1996 y 1997 el eslabón dedicado a la producción de fibras tuvo un déficit de 360 mil millones de dólares, en tanto que el país importó mil 120 millones de dólares contra 760 mil 294 millones que exportó, según datos del INEGI (La industria textil y del vestido en México, 1998).

Cierre de factorías

Para Lara Jiménez, la fuerte y desleal competencia representó el cierre de empresas ubicadas en las ciudades textileras por excelencia: Orizaba, Puebla, Distrito Federal y estado de México, entre otras. Empero, "las plazas de trabajo han desaparecido en todas las ramas textiles, como son la de géneros de punto, cintas, listones, además de las de fibras", refiere.

El eslabón dedicado a la producción de fibras naturales, sintéticas y artificiales actualmente está constituido por sólo 14 empresas que dan ocupación a 11 mil 400 empleados. Esta industria se caracteriza por fuertes inversiones en equipo, lo que constituye una "barrera" al ingreso de nuevos participantes, destaca Expansión en su informe Tendencias económicas y financieras.

El siguiente eslabón de la cadena textil, conformado por 2 mil 818 empresas que se dedican a la fabricación de hilos, tejidos y telas, tuvo un mejor desempeño que el anterior. No obstante, se estima que, afectada por la competencia externa, en 1998 no logró superar el crecimiento de 5.9 por ciento que alcanzó en 1997.

Según información del Banco de México, hasta noviembre de 1998 sus importaciones habían crecido 25 por ciento, llegando a 638.7 millones de dólares. En cambio, las exportaciones sólo crecieron 10 por ciento, debido a la sobreoferta existente en los mercados internacionales. Por ello, este eslabón registró un déficit de 10.4 millones de dólares, a diferencia del superávit de 204.5 millones que tuvo en 1997.

En el segmento de la confección operan 12 mil 700 empresas dedicadas a la elaboración de prendas de vestir, con uso intensivo de mano de obra, por lo que emplean a 558 mil trabajadores. De acuerdo con Expansión, las actividades de la confección tuvieron un buen comportamiento durante los primeros ocho meses de 1998, y su producción creció 7.2 por ciento. Sin embargo, a pesar de beneficiarse del trato preferencial negociado en el TLC, estas actividades todavía resienten la competencia externa, ya que sus importaciones crecieron 47 por ciento hasta noviembre de 1998.

Respecto de la competencia desleal, el dirigente del sindicato referido señala que el mercado mexicano ha sido abarrotado por productos provenientes de países asiáticos, principalmente de China, Corea, Taiwán y otros. "La población prefiere adquirir textiles asiáticos (aunque son de pésima calidad, porque son mucho más baratos que los mexicanos.

"La contracción del mercado interno ha provocado que 70 por ciento de las empresas tengan que buscar un nicho en el mercado internacional para colocar la mitad de su producción", sostiene.

Lara Jiménez refirió que el eslabón que ha empezado a tener mayor capacidad para competir en el exterior es el del algodón que produce mezclilla. "Ese ramo ha empezado a crecer y su productividad se ha elevado, debido a que la mezclilla es fuertemente demandada en los países que son socios comerciales de México". Pese a ello, afirma que las políticas oficiales para estimular la venta de los textiles hacia el exterior no han sido del todo suficientes para reactivar a esa industria.

No obstante, para Lara el principal problema que enfrenta esa cadena productiva se debe, entre otros factores, a la pérdida del poder adquisitivo ųde 60 por cientoų de la población, por lo que "es urgente que haya una recuperación salarial y una mejor distribución de la riqueza nacional, ya que se requiere estimular el mercado interno, que a la fecha está totalmente caído".