Ť Las inundaciones propiciaron mayor migración
En Metztitlán podrán empezar a trabajar la tierra hasta marzo
Ť Jodidos, pero de cualquier forma festejarán el Año Nuevo
Carlos Camacho, corresponsal, Metztitlán, Hgo., 28 de diciembre Ť Después de las inundaciones de octubre, la situación en 46 comunidades de este municipio es desoladora: mujeres de edad avanzada que se han acogido al programa de empleo temporal para sobrevivir, hombres que se vieron obligados a emigrar a Estados Unidos porque su única fuente de empleo, la agricultura, se acabó, y niños con problemas de salud derivados de la humedad de las tierras de labranza, muchas de las cuales pemanecen bajo el agua.
Doña Inés Carrillo, quien "hace muchos" años se trasladó de su natal Sinaloa a la comunidad Jilotla, porque "de aquí es mi marido", resume la situación: "Vivimos de los 52 pesos diarios que nos pagan por limpiar las tierras, quemar la basura, pero eso se nos va a acabar el jueves, porque ya no nos van a dar más trabajo".
Su hija, Juana Bautista Carrillo, de unos 30 años, se acerca con su "tercio" de leña sobre la cabeza, acompañada de su hijo Farid, y dice: "Uy, aquí la cosa ya no es la misma desde que se inundaron las tierras (entre el 4 y 6 de octubre), porque son la única forma que tenemos pa' trabajar tanto hombres como mujeres, que vivimos del jornal, que nos pagan a 40 o 50 pesos, según."
Mientras ambas mujeres relatan su situación, señoras, jovencitas y niños de El Tablón y El Cerro bajan de la loma donde viven al patio de la escuela comunal para escoger la ropa que se pondrán para recibir el Año Nuevo y el Nuevo Milenio, enviada por "una alma caritativa".
Nosotras no podemos escoger de ahí porque se lo mandaron a los de El Tablón y El Cerrito, dice desilusionada doña Inés Carrillo.
Junto a la iglesia de Jilotla, un grupo de jóvenes entusiastas, reporteros de La Jornada y trabajadores de la Secretaría de Educación Pública reparte juguetes a los niños que surgen como de la tierra, pues parecen hormiguitas que rodean los vehículos de los modernos Santa Clauses.
Y si aquí la situación es difícil, pues dejaron de llegar las despensas y la gente se atiene a lo poco que junta, en San Cristóbal, El Cerrito de Tlacotepec, Pedregal y Amajatlán, es peor, y en el horizonte aún se observa el agua que cubre tierras, casas y caminos vecinales.
El frío cala y por la tarde arrecia más, debido a las corrientes de aire que se combinan con las heladas y olorosas aguas que se acumularon en esta región, que en los primeros días de octubre cubrieron 16 kilómetros cuadrados.
Pobreza, lluvias y éxodo
En los caminos polvosos se ven pasar camionetas pick up, autos sedán y una que otra vagoneta con placas de California, Arkansas y otras entidades del vecino país del norte. Se trata de los jóvenes y adultos que salieron a Estados Unidos en busca del sueño americano y vienen cada temporada decembrina a pasarla con la familia para en febrero y dejar a sus padres, esposas e hijos en las labores del campo, única fuente de empleo para 95 por ciento de los 22 mil metztitlenses.
El problema de la migración se recrudeció a raíz de los siniestros que acabaron con los cultivos de 5 mil 200 hectáreas, y ahora, aunque la temporada es difícil, la mayoría de jóvenes y adultos se fue a las grandes ciudades o a Estados Unidos en busca de empleo, ya que aquí se prevé que habrá trabajo hasta marzo, cuando las tierras se hayan secado y se pueda comenzar la nivelación y preparación para la primera cosecha que, "si bien nos va, se dará allá por julio", dicen.
ųƑCómo recibirán el Año Nuevo?
ųPues así, jodidos. Cómo quiere usté si no tenemos trabajo, el que nos dan se acaba el jueves y la ayuda ya casi no llega, dice con tristeza y coraje Juana Bautista, al tiempo que en el auditorio de Amajatlán, recién techado, una manta anuncia un Gran Baile el 30 de diciembre, al que la gente acudirá, porque, con desgracia y todo, "es fiesta del pueblo".
Lugareños de Amajatlán, una de las decenas de comunidades hidalguenses afectadas por las lluvias, consideran que en esa región de Meztitlán "será hasta marzo cuando la gentes comiencen a ver la superficie de sus tierras", hoy todavía inundadas por hasta cinco metros de agua.
En Hidalgo, las lluvias dejaron al menos 62 mil 434 damnificados; provocaron daños en 429 comunidades de 35 municipios, 12 mil 76 viviendas y 467 escuelas públicas, de las cuales será necesario construir totalmente 91. Se siniestraron 60 mil 566 hectáreas de cultivos y fueron afectados mil 266 kilómetros de 159 caminos de terracería, 880 kilómetros de asfalto de 40 carreteras estatales, y tres puentes quedaron destruidos; además de que hubo 14 muertos.
Las fuertes lluvias y las inundaciones de los días 4, 5 y 6 de octubre pasado afectaron 29 por ciento de la red caminera, sistemas de agua potable y alcantarillado, dos presas quedaron completamente destruidas y hay daños parciales en bordos y canales.
Un balance del Sistema Estatal de Protección Civil señala que los municipios más afectados fueron Pachuca, Tenango de Doria, Huehuetla, Tulancingo y Metztitlán.
En Tulancingo se inundó 70 por ciento de las colonias, y hubo daños mayores en la zona sur, donde cerca de 7 mil viviendas quedaron bajo el agua y miles de personas resultaron damnificadas al desbordarse los ríos Tulancingo y San Lorenzo.
En Pachuca se desbordó el río Las Avenidas y el agua arrastró una máquina retroexcavadora, un camión materialista y un automóvil. En las colonias Venta Prieta, Juan C. Doria e Infonavit Venta Prieta, el agua subió un metro y unas 30 familias tuvieron que ser desalojadas.
Municipios como Cuautepec, Santiago Tulantepec, Acaxochitlán y Singuilucan también fueron afectados, y en la región otomi-tepehua se desbordó el río Huehuetla, que afectó 30 viviendas de la ribera.
La ayuda oficial
El gobierno estatal creó el Fideicomiso Estatal para la Prevención de Desastres Naturales, por medio del cual se canalizarían apoyos extraordinarios. Cuando se instaló el fideicomiso, el gobernador Manuel Angel Núñez Soto señaló que se requerían unos 600 millones de pesos para reconstruir las zonas dañadas. Para el 3 de noviembre se habían canalizado 200 millones a las partes más dañadas.
En la misma reunión se informó que el ISSSTE, el IMSS y la SEP canalizarían recursos extraordinarios y otorgarían créditos especiales a los vecinos de las localidades más afectadas, y la Comisión Nacional del Agua dijo que analizaría la posibilidad de reacondicionar la red hidroeléctrica de la región Tulancingo-Metztitlán para prevenir eventos de este tipo.
En Metztitlán se perdieron más de 5 mil hectáreas, 46 comunidades resultaron afectadas y 14 de ellas quedaron aisladas pues el agua que corrió del río Venados a la laguna de Metztitlán cubrió una superficie de 16 kilómetros cuadrados. En las comunidades San Cristóbal, El Cerrito de Tlacotepec y Pedregal, unas 400 viviendas quedaron bajo el agua y los expertos dicen que tendrán que reubicarse, pues esos inmuebles "técnicamente son inservibles".
El gobierno destinó créditos por un millón de pesos para auxiliar a las 60 micro y pequeñas industrias que se dañaron con las inundaciones en Tulancingo.
Cumplidos dos meses, el municipio Metztitlán aún no se recupera y pasarán cuatro meses más para que vuelva a la normalidad. Además, derivado de los problemas poselectorales, luego de los comicios del 14 de noviembre dejaron de recibir las despensas del gobierno, y el alcalde suplente Melitón Torres Durán abandonó el municipio la noche del 14 de noviembre porque la alcaldía y otros edificios fueron tomados por grupos de perredistas.
De acuerdo con los lugareños Severo Leonardo Hernández y Angel Cruz Angeles, vecinos de Amajatlán y encargados del centro de acopio para la ayuda oficial y privada, será hasta marzo cuando la gente comience a ver la superficie de sus tierras, hoy todavía bajo el agua.
El secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Romárico Arroyo, acudió a Metztitlán para entregar, junto con el gobernador, recursos por un millón 912 mil 920 pesos con el fin de apoyar los trabajos de recuperación de esta importante zona agrícola.
Hasta ahora se han limpiado 648 hectáreas, desazolvado 35 kilómetros de drenes y limpiado 25 hectáreas de lirio acuático, y se generaron 38 mil jornales.