Ť El Vaticano trasladó a Saltillo al obispo coadjutor de San Cristóbal
El gobierno no intervino en el cambio de Vera: SG
Ť Constitucionalmente no puede inmiscuirse en los asuntos de las iglesias, dice Humberto Lira Mora
José Gil Olmos Ť El gobierno mexicano no intervino en el cambio del obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Raúl Vera, como nuevo obispo de Saltillo, Coahuila, afirmó el subsecretario de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Humberto Lira Mora. Aclaró que constitucionalmente no se puede inmiscuir en los asuntos de las iglesias, y que el traslado de Vera fue una decisión del Vaticano.
Aunque el funcionario sólo firmó una carta enviada al nuncio apostólico, Justo Mullor, en donde se da por enterado de la remoción de quien se consideraba sustituto del obispo Samuel Ruiz García en la diócesis de San Cristóbal, dentro de la dependencia hubo un respiro de alivio entre algunos funcionarios, quienes consideraron que con esta determinación del papa Juan Pablo II se evitan complicaciones en Chiapas.
De la diócesis de Altamirano, Guerrero, Raúl Vera López llegó a Chiapas ųel 5 de octubre de 1995ų como obispo coadjutor y futuro sustituto de Samuel Ruiz, quien al cumplir 75 años de edad habría de retirarse del ejercicio eclesiástico. Las primeras noticias que se propagaron fueron que Vera era un clérigo conservador que interrumpiría los trabajos de la "iglesia indígena" del Tatik, desarrollados en más de 35 años. Sin embargo, el contacto con las comunidades indígenas pobres y la experiencia transmitida por la diócesis sancristobalense dieron un giro al perfil del obispo coadjutor, quien retomó la bandera del compromiso con los indios mayas en la selva Lacandona y la región de los Altos.
La noticia del cambio de Vera a Saltillo, Coahuila, fue conocida en Gobernación desde el martes 29, y al siguiente día, el subsecretario Lira Mora envió una misiva al nuncio Mullor en la cual notificaba de enterado de la remoción.
Ayer al mediodía explicó que la respuesta oficial era sólo para registrar el cambio. "El gobierno simple y sencillamente recoge esta información y expresa para el señor Vera el mejor de sus deseos para que tenga éxito en su nueva responsabilidad".
ųHay quienes mencionan que hubo injerencia de sectores ajenos al eclesiástico para que se tomara esta decisión del Vaticano.
ųNo, de ninguna manera, la Constitución de la República prohíbe al gobierno intervenir en asuntos internos de las iglesias, y si ustedes ven los comunicados que emitió la nunciatura, puntualiza que son razones de carácter eclesial, es decir, motivos de la propia Iglesia, y nosotros no tenemos ninguna intervención en el asunto.
ųƑEsta remoción resulta benéfica o contraproducente para el clima que se desarrolla actualmente en la zona de conflicto en Chiapas?
ųPues si en este año ha habido tres designaciones de nuevos obispos en México, en las diócesis de Guadalajara, Ciudad Guzmán y Saltillo, es un movimiento absolutamente normal, del que el gobierno no tiene ningún comentario adicional que hacer, porque es un asunto interno de la Iglesia.
El funcionario dijo que el nivel de contacto que se tiene con todas las iglesias es excelente y transparente, fundado en la Constitución y en la ley de asuntos religiosos. Sin embargo, precisó que esa transparencia debe afinarse para consolidar la cordialidad y la armonía.
Siempre cauto, telefónicamente reiteró que el cambio de Vera fue una decisión del clero católico, de Juan Pablo II. Casi al mismo tiempo, el obispo Raúl Vera tomaba discretamente un avión rumbo al Vaticano para recibir mayores datos de esta decisión que tomó por sorpresa a los miembros de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, que ya lo consideraban como el sustituto de Samuel Ruiz, y que ahora dicen ignorar quién llegará a ocupar ese espacio en donde se desarrolló la teología de la liberación.