Ť Padeció el estado heladas, dos fuertes sismos y lluvias torrenciales


1999, el peor año de desastres en Puebla

Ť Virtual desaparición de los sistemas de Protección Civil, "por incompetentes": investigador de la UAP

La Jornada de Oriente, Puebla, Pue., 1o. de enero Ť En lo que a desastres concierne, las intensas heladas, dos sismos de 6.7 y 7.4 grados en la escala de Richter ųlos más fuertes sentidos aquí desde 1864ų y las torrenciales lluvias de octubre convirtieron al año que recientemente concluyó en el peor del estado durante la segunda mitad del siglo XX.

De manera global, el resultado de esos desastres, cuantificado por el gobierno del estado, es de 272 muertos, 55 desaparecidos, 208 lesionados y más de 100 mil damnificados.

En cuanto a los daños materiales, sufrieron perjuicios más de 24 mil 700 viviendas, 116 centros de salud, mil 440 escuelas, alrededor de 600 monumentos históricos ųprincipalmente templos religiosos, muchos de ellos de los siglos XVI y XVIIų y unos mil edificios particulares.

Además, unos 18 mil productores perdieron sus cosechas por las heladas, según reportes proporcionados por la Secretaría de Desarrollo Rural.

De acuerdo con estudios preliminares de la Secretaría de Finanzas estatal, las pérdidas económicas ascenderían a casi 2 mil millones de pesos; por el sismo se calcula que fueron 700 millones y por las lluvias otros mil 222 millones.

zacapoaxtla-puebla-4-jpeg En 1973 ocurrió un fuerte sismo que afectó la región de Ciudad Serdán, que también trajo la muerte. Pero nunca antes en un mismo año habían ocurrido un movimiento telúrico de gran intensidad, como el del pasado 15 de junio, y precipitaciones pluviales que provocaran inundaciones en la Sierra Norte, que a decir de los ancianos no se habían visto desde mediados de los años 50.

Sin embargo, no todo fue producto de la naturaleza. Manuel de Santiago, investigador del Centro para la Prevención de Desastres Regionales de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), aseveró que las tragedias se debieron a "la gran cantidad de equivocaciones acumuladas a lo largo de décadas, las cuales pusieron de manifiesto asentamientos irregulares, construcciones de mala calidad y obras públicas sin planeación".

Para explicar por qué este año hubo graves pérdidas materiales y humanas por las lluvias y los sismos, lo que no ocurrió en épocas pasadas, el investigador apuntó: "No existen efectos naturales sin antecedentes, el hombre ha modificado arbitrariamente la naturaleza y no se sabe enfrentar adecuadamente a sus fenómenos".

Los desastres de este año, comentó De Santiago, pusieron "en clara evidencia la inexistencia de una política nacional de prevención de desastres". Por ello, consideró que lo acontecido en 1999, no sólo en Puebla sino en otras regiones del país, muestra la virtual desaparición de los sistemas de Protección Civil estatales y federal, ya que fueron incompetentes para alertar a la población en riesgo.

Ayuda polémica

Los apoyos destinados por los gobiernos federal y estatal fueron motivo de controversia en la entidad. Los materiales para reconstruir casas derrumbadas por el movimiento telúrico en algunos municipios, como Santa Clara Ocoyucan, ni siquiera han sido entregados por completo a los damnificados.

Según el gobernador Melquiades Morales Flores, la recuperación por ese desastre lleva un avance de 95 por ciento, aunque en poblaciones de la Sierra Mixteca, como San Pedro Yeloixtlahuacan y San Pablo Anicano, los daños más severos no habían sido reparados.

En lo referente a las lluvias, los diputados perredistas locales Susana Wuotto Cruz y Teodoro Lozano, junto con damnificados, denunciaron que la ayuda oficial tuvo un "sesgo político para beneficiar al PRI". En municipios de la Sierra Norte como Tlatlauquitepec, Zacatlán, Atempan, Ayotoxco y Xicotepec, las autoridades municipales condicionaron la entrega de despensas al voto por Francisco Labastida Ochoa. Tales situaciones generaron airadas protestas de afectados y partidos de oposición.

Actualmente, todavía hay 17 albergues instalados en 13 localidades de igual número de municipios. En esos refugios se proporciona atención médica y alimenticia a mil 821 personas. El gobierno entregó 3 mil 987 toneladas de alimentos, 724 mil litros de agua y 380 toneladas de otros artículos, como ropa.

La gravedad de las tragedias también provocó que el gobierno poblano decidiera constituir un Fondo Estatal de Desastres Naturales y lanzara una convocatoria para asegurar por un millón 800 mil pesos todos los inmuebles de su propiedad, que ganó la compañía alemana Allianz. Sin embargo, especialistas han señalado que el poder Ejecutivo carece de un Sistema de Protección Civil eficiente.

Las heladas de mayo

El primer desastre aconteció durante la última semana de mayo, cuando una helada devastó 40 mil 584 hectáreas de maíz y frijol ųequivalentes a 6.9 por ciento de la superficie sembrada en la entidadų, en perjuicio de 18 mil productores. Las autoridades federales y estatales destinaron un total de 10.4 millones de pesos para apoyar a los damnificados, entregándoles semillas de avena y praderas.

A las 15:42 horas del 15 de junio, un sismo con intensidad de 6.7 grados en la escala de Richter y una duración de 41 segundos sacudió 164 municipios poblanos, dejando 16 muertos, 188 lesionados y más de 68 mil damnificados.

Según reportes oficiales, un total de 16 mil 42 viviendas, 555 iglesias, 76 monumentos históricos, 178 inmuebles de la administración pública y más de mil edificios resultaron con daños. Asimismo, 814 planteles educativos de todos los niveles y 97 centros de salud tuvieron deterioros en su estructura. En el municipio de Coronado quedaron derrumbadas 370 bardas y 600 hornos dedicados a la manufactura de tabiques.

Las autoridades habilitaron albergues y destinaron 402 millones 757 mil 168 pesos para un programa emergente de vivienda, que incluía paquetes de empleo temporal y créditos a la palabra. Además, las secretarías de Salud y Educación, junto con la administración local y los municipios, cubrirán los gastos para arreglar escuelas y centros sanitarios.

Para la reparación de inmuebles históricos o de valor cultural, se aprobó una partida de 202 millones de pesos, compartida por los gobiernos federal y estatal. Sin embargo, a pocos días de terminar el año 40 por ciento de los edificios perjudicados ni siquiera han sido intervenidos.

Luego, las lluvias ocurridas a principios de octubre causaron daños en 80 municipios, principalmente de la Sierra Norte, provocando la muerte de 256 personas y la desaparición de otras 55. Lesionadas resultaron 20, y el número de damnificados se calcula en 31 mil 860. Hubo 8 mil 286 viviendas con perjuicios, 19 centros de salud afectados, 82 puentes colapsados, 92 mil 487 hectáreas de cultivo siniestradas y 11 mil 973 cabezas de ganado perdidas.

La Secretaría de Finanzas estatal señaló que los estragos en agricultura, ganadería y el sector forestal ascienden a 350 millones 362 mil 780 pesos. La dependencia dijo que todavía no calcula el número de empleos perdidos, pero manifestó que "a través del Fideicomiso de Riesgo Compartido se está ayudando a 57 comunidades, con un millón 375 mil 88 pesos que están destinados al pago de 52 mil 888 jornadas de trabajo para los habitantes de esos municipios".

Después del desastre, las actividades prioritarias del gobierno estatal fueron restablecer la comunicación de los poblados, mediante el despeje de carreteras y caminos, así como reinstalar los servicios de electricidad y telefonía, entre otros. Además, se tenía que abastecer de alimento, agua y materiales a la población damnificada.

El estado ha ejercido recursos por 45 millones 405 mil pesos para ayudar a los damnificados, y entregó 150 millones como aportación de Puebla al Fondo Nacional para la Prevención de Desastres Naturales (Fonden).

Asimismo, el pasado 26 de noviembre el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Carlos Jarque, entregó 70 millones al estado para la reconstrucción de las viviendas afectadas.