Ť Los gobiernos de la Revolución fallaron en el camino


La crisis, superada; aún hay millones de pobres: Zedillo

Ť Salvo dolorosas excepciones, México nunca ha sido excluyente, dice

Enrique Méndez Ť El presidente Ernesto Zedillo aceptó que los gobiernos surgidos de la Revolución se propusieron alcanzar, "cada uno con distinto énfasis, según su particular comprensión del país y su circunstancia", los ideales de justicia, democracia y desarrollo, pero cometieron errores en el camino. "Muchos millones de mexicanos padecen pobreza, injusticia y desigualdad", subrayó.

El pasado viernes, en el programa México: una construcción milenaria, en el que se inició como conductor televisivo, Zedillo dijo ųsu voz en off, y mientras aparecían las imágenes de los "caudillos", desde Plutarco Elías Calles, fundador del abuelo del PRIų que todavía "es mucho lo que falta para cumplir los programas que se fijó la Revolución".

En la emisión, que duró media hora y en la que abundaron citas históricas ųeste sábado retomó algunos fragmentos para el programa de radioų el Presidente aseguró que México nunca ha sido ni debe ser una nación excluyente, y dijo que salvo "dolorosas excepciones", en el país los colonizadores no exterminaron a los indígenas.

En el documental, grabado en diversos espacios del gobierno, Zedillo reivindicó al Virreinato como "época decisiva en la formación del país" y lamentó que en ocasiones los mexicanos sientan "como ajenos los tres siglos" en los que se prolongó el dominio español sobre México.

Para esta emisión planteó un repaso histórico del país por milenios, bajo su personal premisa ųrepetida ayer en la radioų de que en México no se mide la historia por años ni por siglos. Se refirió a los grupos nómadas de recolectores que poblaron el territorio "hace más de 30 mil años"; a las plantas que crecen "desde entonces"; a culturas que como la olmeca florecieron "hace mil años", y asentamientos que, como el de Teotihuacán en el año mil poseían "una leyenda poderosa".

Lo mismo habló de la Virgen de Guadalupe que de Sor Juana Inés de la Cruz, y del nacimiento de un nuevo México con la fusión de las culturas española y mexica. "De las cenizas del mundo prehispánico surgió una notable fundación cultural. Los españoles e indios construyeron juntos la cultura mexicana... Somos un país mestizo. México es la patria de una suma de razas que no tiene par en el resto de América", señaló.

Más adelante, apuntó que en otros países, los colonizadores "exterminaron" a las comunidades indígenas o las segregaron en reservaciones. Sin referirse explícitamente a otra nación, anotó: "otros propiciaron el surgimiento de dos y hasta tres sociedades separadas, la blanca, la indígena y la negra, que alimentaron mutuamente sus agravios, rencores y recelos".

En cambio en México, sostuvo, "ciertamente con dolorosas excepciones, la regla fue la inclusión y la mezcla, no la exclusión y el prejuicio". Por ello, agregó, México nunca ha sido, ni debe ser, una nación que excluya la diversidad, sino "seguir siendo un mosaico variado y multicolor. Un mosaico de patrias chicas".

En el siglo XX, dijo, México fue la excepción, pues mientras en el mundo se han utilizado diferencias como pretexto de guerras, exterminios y persecuciones, "los mexicanos no persiguen a los mexicanos ni a los demás". Empero, acotó: "aunque no faltan en nuestro país lamentables casos de discriminación o exclusión".

Sin embargo, dijo que se perdió la mitad del siglo XIX "en discordias internas que nos hicieron vulnerables a las potencias de entonces. En vez de democracia, sufrimos el dominio de los caudillos. En lugar de integración nacional, surgieron tentativas separatistas. Padecimos rencillas e innumerables egoísmos. El resultado no pudo ser más doloroso: fuimos despojados de la mitad del territorio".

En su repaso histórico, habló de Juárez y la República restaurada, cuando se "avanzó notablemente en lo político", de la "larga dictadura" de Porfirio Díaz, cuando el país "progresó en lo económico pero se retrasó en lo político y lo social". Ayer, en la radio, agregó a esta frase cuatro palabras: "el país retrocedió dramáticamente" y siguió con la Revolución y "el apóstol Madero" que "predicó la democracia"; las demandas de tierra y libertad de Zapata; el "espíritu justiciero" con el que cabalgó Francisco Villa y la convocatoria de Venustiano Carranza al Congreso para redactar una nueva Constitución. Luego, los caudillos, bajo cuyas órdenes "el pueblo vivió, participó y sufrió la Revolución": "el invicto Obregón que normalizó el país e inició la cruzada educativa; el "adusto Calles" que "emprende la creación de las instituciones" y el general Lázaro Cárdenas, que "reparte la tierra y nacionaliza el petróleo".

Dijo que el siglo pasado no fue un "siglo perdido", pues hubo muchos progresos. Desde la tercera década, comentó, México fue un espacio de libertad, además de que proclamó que recientemente "la crisis económica ha sido superada" y que con ello "se van abriendo nuevas posibilidades de atender las antiguas e inmensas carencias".

Finalmente, planteó que la democracia "es el signo" de este tiempo y que es "no sólo el mejor método para resolver nuestros conflictos, sino la vía para edificar en el siglo XXI una vida digna y libres, justa y próspera".