Ť Hace un año La Popis terminó orinando sangre; ahora sufrió menos
Sólo soy una mujer valiente, de esfuerzo y voluntad
Rosalía A. Villanueva/ I Ť "No soy una mujer de acero, ni nada de eso tan bonito que han escrito de mí en los periódicos o dicho en radio y televisión. Yo, simplemente, soy una mujer valiente, hecha a base de coraje, esfuerzo y voluntad''.
Es María del Carmen Muñiz, la ciclista mundialmente conocida como La Popis, quien a sus 62 años ha rebasado los límites para superar cualquier obstáculo que se le presente, ya sea la edad o el cáncer mamario que poco a poco consumió sus senos.
En su hogar, las paredes están tapizadas de diplomas y un collage de La Popis con sus torneadas piernas de hace tres décadas y la que actualmente conocemos, con su infaltable bicicleta y su vestimenta provocativa, forman parte de la historia deportiva de esta admirable mujer que posa sonriente con los ex presidentes López Portillo, De la Madrid y Salinas, o con leyendas del ciclismo como Radamés Treviño, Agustín Alcántara, Raúl Alcalá, Manuel Youshimatz y Miguel Arroyo.
"La fiesta apenas está comenzando'', dice la anfitriona, quien desde que implantó su nuevo récord Guinnes de 26 horas pedaleando, para totalizar 572.5 kilómetros ųhazaña con la que recibió al año 2000ų, no ha parado de dar entrevistas.
La Popis enseña los estragos físicos de su empeño: codos ampollados, ojos aún enrojecidos, muslos, rodillas y gemelos inflamados y una pequeña escoriación en la nariz; fuera de eso, todo está en su lugar y bien acomodado, como lo muestra con su ceñidísima microfalda y una blusa transparente de encaje negro, y qué decir de sus zapatillas oscuras, de 10 centímetros de alto.
--Quien te viera no creería que estuviste 26 horas pedaleando una bicicleta.
--Si lo que hice no fue una gracia. Sufrí mucho, claro, no tanto como hace un año en Toluca, cuando terminé mareada y no sé de dónde saqué fuerza de voluntad. Daba pedalazos por inercia y me bajé de la bicicleta vomitando. Orinaba sangre y mis partes nobles estaban hinchadas porque no usé un sillín adecuado; me pasé dos semanas en cama.
"Ahora fue muy diferente, y hasta fácil, porque me diseñaron una silla especial, de esas que usan los lecheros, y si no me paran me sigo de largo. Hubo momentos difíciles y a punto estuve de bajarme, pero me sentía comprometida con mi familia y con el público que me apoyó; con mis 22 patrocinadores, y sólo pensaba: "Popis, no puedes fallar; me acordaba de mi papá (Fermín Muñiz), ya fallecido, echándome porras en las tribunas.
"Cuando dieron las 12 de la noche, esa vuelta fue muy especial, porque fue la más rápida, en memoria de don Memo Montoya. A las 3 de la mañana vino una crisis, me sentía agotada, pero había gente en la pista que me alentaba con música, vivas, y hasta cantaban. Las últimas vueltas fueron las más angustiosas, porque comenzaba la cuenta regresiva y escuchaba a la gente gritar; me fui con todo lo que pudo mi cuerpecito y metí un sprint como para ganarle a Nancy Contreras o Belem Guerrero, pero mi error fue haber parado sin recuperarme, y eso provocó que me desvaneciera y fuera a parar al hospital. Por fortuna y gracias a Dios, no pasó nada y aquí sigo como si nada''.
Durante la prueba, La Popis Muñiz paró tres veces para realizarse chequeos médicos, y en 11 ocasiones fue al baño, e ingirió líquidos y alimentos sólidos.