Alejandro Nadal
Del consenso neoliberal a la plataforma electoral
No hay peor derrota que aquélla en la que el perdedor está convencido de haber triunfado. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) está orgulloso de haber participado, junto con otros partidos, en la construcción de un consenso en el debate sobre el presupuesto para el año 2000. Pero puede haber sufrido una de sus peores derrotas.
ƑQué logró el PRD con su votación de consenso? Al menos tres cosas: uno, se aprobó un endeudamiento por 6 mil millones de pesos (mmdp) para el gobierno del Distrito Federal; dos, se reasignaron algunas partidas del Presupuesto de Egresos para aumentar el gasto social en 15.5 mmdp; tres, mayor control del Legislativo en el manejo de los recursos públicos.
Esos logros pueden ser relevantes, pero eran alcanzables por otros caminos. La acción del PRD revela deficiencias fundamentales en su concepción de la política fiscal y su relación con la estrategia para la economía mexicana.
El PRD votó a favor de la iniciativa oficial de Ley de Ingresos sin reparar en que esa ley es la esencia del proyecto económico neoliberal. Sostiene asimismo que logró evitar un aumento del IVA que habría sido cobrado por los estados, además del mencionado endeudamiento para el Gobierno del DF. Sin embargo, el costo político de aumentar el IVA y bloquear un techo de endeudamiento adecuado para la capital no hubiera sido asumido por una alianza PRI-PAN. El 2 por ciento de IVA estatal era, en realidad, una pieza de negociación que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público retiró rápidamente de las negociaciones al observar que lo principal, el IPAB, iba a salir adelante. A cambio, el PRD avaló con su voto una política fiscal que encarna la estrategia neoliberal.
En México, el impuesto sobre la renta (ISR) y el IVA constituyen los dos pilares de una estructura fiscal regresiva y el voto favorable del PRD legitima esta estructura regresiva. Atrás quedó su retórica sobre cambios al ISR y las posibilidades de gravar la especulación y las ganancias derivadas de operaciones en el mercado bursátil.
La dependencia de los ingresos no tributarios, y en especial de los petroleros, se mantiene como puntal de la política fiscal neoliberal. La descapitalización de Pemex es consecuencia de este colosal desvío de recursos. El PRD votó a favor de una Ley de Ingresos que reafirma estas distorsiones.
Otro ejemplo de incongruencia concierne al IVA.
En marzo de 1995, el PRD se opuso al incremento del IVA. Pero en diciembre de 1999 otorgó su voto favorable a una estructura fiscal en la que el IVA se mantiene a nivel de 15 por ciento. ƑCómo se justifica ese voto?
Algunos componentes de la política fiscal aprobada provienen de compromisos del gobierno con el FMI y, en especial, de la meta del déficit fiscal de 1 por ciento del PIB para el 2000. La generación de un superávit primario para canalizar recursos al servicio de la deuda es otro rasgo central de estos compromisos ahora avalados por el PRD.
Lo peor del voto perredista es la asignación de 28 mmdp para las secretarías de la Defensa Nacional y Marina. El presupuesto de estas dependencias creció en términos reales más de 5.4 por ciento culminando un largo proceso de crecimiento del gasto militar. ƑCómo aprobar estas asignaciones para el aparato militar cuando el país sufre una militarización peligrosa y una guerra en contra de los pueblos indígenas en Chiapas y otros estados?
Por su parte, el PAN mantuvo su postura. Hace un año su dirigencia convirtió al Palacio Legislativo en remedo del piso de remates de la bolsa, yendo y viniendo mientras mercadeaban la ley del IPAB. Ahora necesitaba mantener una pantomima de firmeza. Su moción de condicionar los recursos para el IPAB era un simple subterfugio. En su juego, el voto perredista le ayudó.
Al asentarse la polvareda, la victoria del gobierno adquiere su verdadera dimensión. La desviación de fondos al IPAB y la estrategia neoliberal salieron intactos.
Desde hace tiempo el PRD y sus principales dirigentes titubean sobre su posición frente a los grandes problemas económicos del país. El resultado es que ese partido carece hoy de una propuesta alternativa frente a la ruina neoliberal y corre el riesgo de no poder responder a las aspiraciones de cambio que recorren México. Frente a la elección presidencial, Ƒcómo conciliará el PRD su voto sobre política fiscal en diciembre de 1999 con su plataforma económica para las elecciones del 2000?