Ť Lo establece la nueva ley de adquisiciones
Las fuerzas armadas, exentas de someter compras a licitación
Ť En este año dedicarán 20% de su presupuesto a este rubro
José Galán Ť Con la nueva Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del sector público, las fuerzas armadas quedan exentas de someter a licitación pública cualquier compra de materiales o pertrechos.
Tanto la Secretaría de la Defensa Nacional como la de Marina dedicarán en este año aproximadamente 20 por ciento de su presupuesto para este rubro, casi 5 mil millones de pesos que podrán destinar a contratos a particulares mediante adjudicación directa, sin ninguna otra consideración o control más que la opinión de sus funcionarios, mientras que el resto de las dependencias y entidades del gobierno federal podrán adquirir bienes y servicios sin licitación alguna cuando "peligre o se altere el orden social, la economía, los servicios públicos, la salubridad, la seguridad o el ambiente de alguna zona o región del país como consecuencia de desastres producidos por fenómenos naturales".
Según los anexos del quinto Informe de Gobierno del Presidente Ernesto Zedillo, de 1998 a 1999 la Sedena llevó a cabo la construcción de 32 obras, entre las que destacan las instalaciones del Campo Militar 37-C, en San Miguel de los Jagüeyes, estado de México, además de los complejos logísticos del Ejército y la Fuerza Aérea; un cuartel general de zona militar, una guarnición, dos estaciones aéreas militares, una enfermería, dos compañías de infantería "no encuadradas", una pista de aterrizaje, un camino de acceso y 378 viviendas.
La Sedena, por otra parte, incrementó sus activos con la adquisición de ocho helicópteros MI-17, 30 aviones aermacchi, 50 aviones Cessna, 37 helibaldes, 587 vehículos diversos, 144 embarcaciones, 749 equipos de comunicación, 400 tiendas de campaña y 21 mil 840 herramientas diversas para combatir incendios, equipo para la torre de control de las bases aéreas militares 1 y 11, así como equipo médico diverso.
Por su parte, la Armada de México incorporó al servicio activo los cañoneros Holzinger 2000 con numerales C-2001 y C-2002, y se encuentran en construcción los buques con numerales C-2003 y C-2004. Asimismo, se adquirieron un avión Antonov, dos aviones de transporte, seis helicópteros, 12 embarcaciones interceptoras de alta velocidad para el proyecto Península, 23 lanchas, 63 balsas salvavidas y 16 vehículos diversos, además de 328 transreceptores para el sistema de comunicaciones, cuatro equipos de microondas para la red satelital, "así como un lote de equipo y diversos programas para el sistema computarizado del simlador táctico denominado Juego de la Guerra del Centro de Estudios Navales.
Ninguna de estas adquisiciones ųque significaron el gasto de por lo menos 20 por ciento de los presupuestos asignados para esas dependencias en el año fiscal 1999ų atravesó por licitaciones o concursos, sino que fueron adjudicaciones directas discrecionales por parte de los altos mandos de esas dos secretarías, y una vez más, a pesar de las reformas a la ley de adquisiciones del Poder Ejecutivo federal, las fuerzas armadas de nuestro país mantendrán la discrecionalidad sobre compras y adquisiciones, sin reportar los mecanismos de toma de decisiones a instancias como la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, responsable de vigilar el cumplimiento de la nueva ley.
Publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado martes 4 de enero de 2000, la ley establece, sin embargo, que las dependencias y entidades públicas del Poder Ejecutivo federal deberán establecer comités de adquisiciones, arrendamientos y servicios, que entre sus funciones deberán vigilar la licitación, concurso o asignación directa de contratos de compra, lo que hasta ahora no ha sucedido por lo menos en el caso de las dependencias a cargo de la seguridad nacional, que bajo esa consideración no están sujetas a ningún control, ni siquiera cuando se ha tratado de adquisiciones internacionales con divisas extranjeras y sobre equipo nuevo o usado.