Ť Fracasa el plan de austeridad firmado en 1999
CNA y Semarnap incumplen acuerdo para ahorrar agua
Ť Sólo 28 dependencias, de 300, entregaron su reporte del programa
Responsables directas en la preservación de las aguas nacionales y el fomento de una cultura de conservación sobre dicho recurso, la Comisión Nacional del Agua (CNA) y la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) no cumplieron con el programa puesto en marcha el año pasado por el gobierno federal para reducir el consumo del líquido en sus distintas dependencias.
De acuerdo con el informe final para el Programa de Uso Eficiente de Agua en Inmuebles Federales, elaborado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), encargado de la aplicación del proyecto, la "gran ausente" en la entrega de inventarios al respecto fue nada menos que la CNA, mientras que la Semarnap "no salió bien librada, pues aún no termina de enviar los reportes sobre sus diferentes inmuebles".
Agrega que resulta "desconcertante" que la CNA "se desatendiera de sus compromisos de reportarse como dependencia", a pesar de ser la principal patrocinadora de la iniciativa.
Sin embargo, dicha actitud fue generalizada en los organismos públicos, debido a que, según el documento, hubo una "escasa respuesta y resultados más pobres a los esperados", por lo que sólo 9 por ciento de todas las instancias federales existentes cumplió con los plazos fijados y entregó los informes requeridos.
Sostiene que "a muchas dependencias y funcionarios, incluso de alto rango, no les queda claro el asunto del valor económico del agua", y manifiesta que algunos reportes reflejan "su centralismo, desconocimiento y hasta desinterés de lo que sucede en sus delegaciones o representaciones regionales".
De igual manera, asienta que persiste una controversia sobre "si los organismos gubernamentales deben o no deben pagar el agua", y critica que para el programa ųconsistente en "medidas sencillas y poco costosas de mantenimiento y capacitación de personalų se hayan establecido plazos "aparentemente estrictos y precisos" que no se cumplen o no contemplan ninguna consecuencia para quien los incumple.
El documento indica que en total fueron inventariados 918 edificios de la administración pública federal, cuyo "consumo anual acumulado de agua" es de un millón 8 mil metros cuadrados, que repartidos entre los 96 mil 600 empleados fijos que ahí laboran (de un total de 350 mil que se calculan para todo el gobierno federal) el gasto de cada trabajador federal en promedio ascendió a 78.2 litros consumidos por día laborable.
La mayoría de los edificios públicos se localizan en el Distrito Federal, lo cual desde un enfoque hídrico, se asegura en el documento, "es nefasto para el bienestar nacional, dado su gigantismo, sus problemas de abasto, los subsidios que recibe del servicio de agua, y perjuicio que genera a otras regiones y sectores", por lo cual el IMTA (definida como la institución tecnológica del sector agua del gobierno federal) recomienda promover estrategias "realistas" para descentralizar y desconcentrar oficinas.
Asegura que al igual que la mayor parte de los ciudadanos, los burócratas federales están conscientes y preocupados por el cuidado del agua, pero acota que "no siempre tienen una idea clara del porqué o del para qué de ese ahorro, así como cuál es la mejor manera de lograrlo".
Falta de interés y organización de los patrocinadores
El IMTA establece que, hasta diciembre de 1999, sólo 28 dependencias federales de casi 300, que se estima conforman la administración pública federal, entregaron reportes sobre el programa, y de ellas se obtuvo, en promedio, un ahorro bimestral de 6 por ciento, equivalente a 60 mil 480 mil metros cúbicos durante 1999.
Lamenta sin embargo que los resultados no fueran mejores: "Si desde el principio del programa (en marzo) todas las entidades del gobierno federal hubiesen adoptado las medidas operativas de vigilancia, mantenimiento, orientación y motivación a empleados y visitantes, se hubiese alcanzado un ahorro del orden de 10 por ciento", que representan 15 millones de pesos.
El instituto responsabiliza a la Semarnap de no haber "elaborado oportunamente una base de datos electrónica completa y confiables, aun cuando desde un inicio se señaló su importancia", y asegura que esto provocó que diversas dependencias no entregaran información sobre el proyecto.
El programa tiene su origen en el acuerdo de austeridad firmado en febrero pasado por las secretarías de Hacienda y Crédito Público y la de Contraloría y Desarrollo Social, en el cual se estableció la necesidad de que las dependencias federales disminuyan su consumo de agua.
Un mes después, la Semarnap publicó el programa en el Diario Oficial y se creó el Comité Técnico de Manejo Ambiental (COTESMA) ųintegrado por las secretarías mencionadas además de la CNA y el IMTAų, la cual recibiría los reportes de los comités de seguimiento formados en cada dependencia.
El IMTA critica que el programa de ahorro de agua haya sido puesto "dentro de un marco netamente presupuestal, como es el acuerdo de austeridad para 1999" ųcon ello "se le quitó fuerza"ų en lugar de darle un enfoque ambientalista y de largo plazo. Sentencia que acciones como ésta deben tener continuidad independientemente de presupuestos anuales, elecciones o cambios presidenciales porque, advierte, "la escasez nacional de agua no se resolverá a corto plazo".
También indica que con el listado de dependencias que mejor cumplieron con el programa y las que no cumplieron o no reportaron datos, debe servir "para aplicar las felicitaciones o sanciones correspondientes, por las entidades de control del programa de austeridad".
Reconoce que algunos organismos cuentan con programas o medidas de ahorro de agua desde antes de la aplicación del programa, por lo que seguramente no podrán reducir aún más su consumo de agua, a menos que se hagan cambios estructurales. Entre los edificios monitoreados, IMTA destaca el caso de la Procuraduría Agraria, en la que, asegura, se lograron modificar las actitudes y hábitos del personal sobre el aprovechamiento y ahorro del agua. (Susana González G.)