Ť Las compañías afrontan rígidas leyes sobre contratación y cese de empleados


Europa, entre despidos y cierre de empresas

Ť Altas tasas de interés y proteccionismo minan el potencial económico de la región

Ap, Milán, 8 de enero Ť Compañías de toda Europa han luchado contra despidos de personal y cierres definitivos en la década que acaba de terminar. Reglas inflexibles sobre la contratación y despido de trabajadores, políticos reacios a permitir que empresas extranjeras compitan con las nacionales y las altas tasas de interés que redujeron la demanda de los consumidores; todo ello ha minado la potencialidad económica de la región.

El crecimiento desigual y modesto de Europa contrasta acentuadamente con el vigor de la economía estadunidense durante el mismo periodo. Estos últimos han tenido prosperidad por más de ocho años, en su más prolongada expansión económica en tiempo de paz, mientras que Europa y gran parte del mundo industrializado han tenido que valerse con migajas.

En Italia, la producción económica durante los 24 meses que concluyeron en marzo aumentó en apenas 0.4 por ciento en promedio trimestral, el más anémico índice de crecimiento de Europa occidental. Algunos de sus países vecinos no salieron mucho mejor.

Alemania languideció debido al alto costo de la unificación y una contracción mundial en la demanda de sus exportaciones. Francia padece un alto índice de desempleo de 11.2 por ciento.

Ahora, por lo menos, comienzan a avivarse las llamas de una amplia recuperación.

"Hay una suerte de estereotipo de una Europa esclerótica que los hechos no respaldan", dice Bill Callaghan, del Congreso de Sindicatos Obreros, la mayor federación sindical de Gran Bretaña.

He aquí algunos de indicios positivos más recientes:

--El producto bruto interno de Francia tuvo un crecimiento de 0.6 por ciento a mediados de año. El Ministerio de Finanzas dijo que la economía creció 2.5 por ciento en 1999 y vaticinó un crecimiento de 3 por ciento en el año 2000.

--En Alemania, que produce más de 25 por ciento de las manufacturas de Europa, los pedidas se dispararon 1.3 por ciento de junio a julio, es decir, el triple de lo predicho por el grueso de los expertos.

--Una enorme demanda de hogares ha elevado los precios de los bienes raíces británicas, y el Banco de Inglaterra elevó una importante tasa prestataria en septiembre por temor a que la economía se desbocara.

--Irlanda, por tanto tiempo rezagada, goza ahora de la economía más acelerada de Europa, y los emigrantes irlandeses están regresando para aprovechar el auge en obras y servicios.

"Creo que los fundamentos son bastantes favorables en Europa", dice Paul Mortimer Lee, del banco francés Paribas. "Pienso que en el 2000 vamos a tener un crecimiento ligeramente mayor que este año".

El viraje abarca también a otros países industrializados no europeos. La economía del Japón finalmente volvió a crecer en 1999, luego de 15 meses sucesivos de contracción. Corea del Sur, Tailandia y otros de los llamados tigres industriales de Asia, han comenzado a resurgir de la crisis financiera.

Aunque los índices de crecimiento varían ampliamente dentro de Europa, la mejora general en la región ha coincidido con el advenimiento en enero de una moneda única regional, el euro, que de una tasa de cambio superior al dólar bajó luego a una virtual paridad con la divisa estadunidense.

"La debilidad del euro desde el comienzo del año es una de las razones por las cuales la economía europea está cobrando velocidad ahora, porque eso ha acentuado la demanda externa", dice José Luis Alzola, del Salomon Smith Barney Citibank.

El Banco Central Europea, con sede en Frankfort, Alemania, colabora al cobrar a los bancos comerciales apenas 2.5 por ciento de interés por préstamos a corto plazo.

Italia necesita mucho más de ambas cosas. Bajo el Tratado de Maastricht de 1992 que sentaron las reglas financieras para intregrarse al euro, Italia tenía que reducir el gasto estatal más que la mayoría de los demás países de la UE a fin de clasificar para la nueva divisa. La recesión no tardó en presentarse.