Ť Se distorsiona la realidad sin rigor científico


Niega la Ssa que el DIU sea abortivo, como dice la Iglesia

Ť Evita la fecundación, coincide con investigaciones internacionales

Angeles Cruz Ť El dispositivo intrauterino (DIU) no es un abortivo. Su mecanismo de acción consiste en impedir la unión del óvulo con el espermatozoide, por lo que la fertilización no ocurre y, en cambio, su uso permite a las mujeres decidir sobre su propio cuerpo al tiempo que favorece una vida digna y sana, se afirma en publicaciones internacionales y en reportes de la Secretaría de Salud (Ssa).

Más de 30 años han pasado desde que por primera vez fue posible para la mujer decidir sobre su propio cuerpo. Grandes obstáculos se han librado para que hoy el derecho de este sector de la población a tener una mejor calidad de vida esté plasmado en códigos, leyes y normas.

Los métodos anticonceptivos han tenido en ello un papel fundamental, y la investigación al respecto concluye que las mujeres no tienen por qué ser máquinas para hacer niños, afirman organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos reproductivos.

Por eso, "es inaceptable que persista el interés de los grupos conservadores por mantener el control sobre la vida de la mujer", y además se pretenda distorsionar la realidad con argumentos alejados de cualquier rigor científico.

En relación con las recientes declaraciones de la Iglesia católica en torno al dispositivo intrauterino, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) reivindica el trabajo de las últimas tres décadas y asegura que el reconocimiento y plena vigencia de los derechos reproductivos "es una demanda social que implica objetivos de democracia, justicia social e igualdad".

Destaca la importancia de promover una reforma profunda en la operación de los servicios de salud, continuar con los cambios a las leyes y, principalmente, crear una nueva cultura, "nuevas formas de entender y practicar no sólo la función reproductiva, sino también la vida sexual, la formación y desarrollo de una familia y el papel de la mujer en condiciones de igualdad, entre otros aspectos relevantes".

De su lado, Mexfam, agrupación civil con más de 30 años de trabajo en apoyo de la mujer y los derechos reproductivos, considera que todavía falta lograr el "empoderamiento" de la población femenina con el fin de tener una participación activa en el diseño de leyes y normas.

Hasta ahora, explicó Ofelia Aguilar, integrante de Mexfam, han sido los hombres los autores de las leyes que nos rigen, mientras que en sectores, como la Iglesia, "persiste la intolerancia, por eso quieren seguir manteniendo el control sobre la vida de las mujeres".

Subrayó la importancia de ir más allá y ya no sólo hablar de salud reproductiva, sino también de salud y derechos sexuales, que implican aspectos como autoestima, autocuidado y proyecto de vida.

Como resultado del trabajo de mujeres, organizaciones civiles e investigadores se ha logrado el reconocimiento por parte de las autoridades gubernamentales al derecho a la libre decisión. Por eso, existen normas oficiales mexicanas sobre los diversos métodos anticonceptivos que garantizan su accesibilidad para todos.

Un informe reciente de la Ssa se refiere a los distintos métodos anticonceptivos, y sobre el DIU señala: "la prevención del embarazo por un dispositivo con cobre se realiza primordialmente por obstaculizar la capacidad del espermatozoide de pasar a través de la cavidad uterina e interferir con el proceso de fertilización espermatozoide/óvulo".

Asimismo, está la publicación Tecnología Anticonceptiva, donde Gary Stewart, investigador en la Universidad de California, Estados Unidos, asegura que el DIU no es un abortivo, toda vez que evita la fertilización.

Por su parte, la Ssa indica que el dispositivo es una opción anticonceptiva efectiva, segura y conveniente para las mujeres que desean regular su fertilidad con un método temporal de larga acción. Agrega que el DIU puede ser particularmente adecuado para usuarias que desean espaciar el próximo embarazo durante dos o más años, que estén amamantando o que hayan completado sus expectativas reproductivas, pero que no han decidido el uso de un método anticonceptivo permanente.