Ť El compositor, feliz por su cuarta producción; ''es un triunfo'', comenta
Nuevo disco sinfónico de Hilario Sánchez
Angel Vargas Ť El desempeño profesional de Hilario Sánchez del Carpio es inconcebible sin la compañía de Micheline Chantin. De hecho, la suya es una relación que se extiende más allá de su trabajo en el jazz, pues desde hace más de tres décadas comparten también sus vidas.
Son contadas las ocasiones en las que el dueto de Hilario y Micky se ha visto separado porque alguno de sus integrantes decide emprender un proyecto de forma individual. Tal es el caso de la reciente producción discográfica en la que el músico chiapaneco se apartó ųen sentido figuradoų de la cantante parisiense con el fin de conjuntar, por vez primera, parte de su repertorio para orquesta.
México mezzo-piccante es el nombre de ese álbum que, realizado con los auspicios del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, se integra por cinco piezas que fueron grabadas en directo en diferentes conciertos ofrecidos entre 1993 y 1997 por las orquestas Sinfónica del Teatro de Aguascalientes, Sinfónica Carlos Chávez, de Cuerdas de Morelos y de Cámara de la Escuela Nacional Preparatoria, así como por el Cuarteto de Cuerdas Ruso-Americano, respectivamente.
Hilario Sánchez no oculta su felicidad ante la aparición de esta nueva producción ųla cuarta en su trayectoria, aunque la primera de música para conciertoų e incluso la considera un triunfo, conciente de la dificultad que existe en México para que la música de los autores nacionales sea tocada y, más aún, grabada.
Aunque señala que en varias ocasiones lo invade el temor de que sus creaciones se pierdan en el olvido, acto seguido rectifica y comparte su optimismo: "Estoy seguro de que mis obras las tocarán mientras el mundo exista, sean 100 o 200 años después de mi muerte, pero šclaro que desearía que fuera ahora!, porque uno escribe para cuando vive".
Trayectoria de satisfacciones
A sus 60 años se dice satisfecho de que su trabajo lo ha llevado a cosechar varios logros, entre ellos los premios Chiapas, en 1991, y el Rafael Elizondo para la mejor música de teatro, en 1995, no obstante de carecer de una formación académica.
"Soy autodidacta, aunque comencé a estudiar formalmente, pero ya tenía muchos años ejerciendo la música. Mi enseñanza partió de escuchar las obras de los grandes pilares, como Beethoven, Haydn, Vivaldi, Mozart, y después tuve la oportunidad de viajar a Europa".
En el viejo continente incursionó en diversos géneros, pues lo mismo integró un octeto de música tropical en Francia que saboreó el blues y el rock, hasta que en los primeros años de los sesenta comenzó formalmente su carrera como pianista de jazz, colaborando con artistas como Bill Coleman y Stephane Grapelli.
Todo ese bagaje condicionó su interés por incursionar en la composición, cuenta:
"Uno se vuelve exigente con el jazz, y comencé a escuchar también a los contemporáneos de este siglo, como Debussy, Ravel, Stravinsky, De Falla, Bartok. Oyéndolos me empezaron a enseñar cómo se podía escribir una obra de corte sinfónico. Claro que ya me habían enseñado los grandes clásicos, como Bach, ya que también compraba particellas para estudiarlas y analizarlas.
"En los libros me enseñé a escribir, aunque también estudié solfeo seis meses. Empecé a formar construcciones armónicas para cuerdas y a partir de eso seguí con metales, pues desde los 11 años toco la trompeta. Mi aprendizaje fue paulatino".
Comenta que fue el compositor Rodolfo Halffter quien vino a darle confianza para incursionar de pleno en la composición para concierto: "Mi primera obra para orquesta la escribí en 1980 y estuvo basada en un poema de Octavio Paz, Mariposa de obsidiana. Mi compañera (Micky) se la llevo a Halffter, quien después de analizarla durante dos meses dijo que sólo había pequeños espacios en los colores. El medio, la seguridad, el ánimo. Y ahora que cumplí 60 años salió el disco, me da mucho gusto. Tengo otras cinco obras que ya están construidas, pero requieren más madurez".
Acerca del repertorio incluido en México mezzo-piccante (Jazz de noche ondulada, Chiapas cantabile, El cenote sagrado de Chinicultic, Paseo a lo largo de un río y México mezzo-piccante), Hilario Sánchez explica, por último, que se trata de una muestra clara de lo que es su música, pues en él "se puede advertir el colorido, la magia, la naturaleza, la vida" de su tierra natal.
(El disco puede ser adquirido llamando al teléfono 55 54 83 54)