Ť Propuso un programa emergente de tres años


Cárdenas: la política económica destruyó el tejido productivo

Ť PRI y PAN favorecen a banqueros y corruptos: López Obrador

Matilde Pérez U Ť El candidato del PRD y de la Alianza por México, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, propuso un cambio radical a la actual política económica del país, la cual, dijo, ha destruido los tejidos productivos de la nación.

El programa económico emergente implicaría destinar 4 mil millones de pesos (equivalentes a uno por ciento del PIB) durante los primeros tres años de la administración a los programas de vivienda e infraestructura para detonar el crecimiento del país.

Ese programa emergente, aseguró, es imprescindible para la ciudad de México y para el resto del país, ya que estaría dirigido, principalmente, a los sectores populares, para ''satisfacer una de las principales necesidades de millones de mexicanos: impulsar la construcción de vivienda y de dotación de servicios''.

Ante miles de integrantes de diversas organizaciones del Movimiento Urbano Popular que la tarde de ayer se concentraron en la colonia El Molino, Iztapalapa, Cárdenas Solórzano aseguró que ese nuevo proyecto económico de la Alianza por México es muy distinto al que ha aplicado el gobierno en las últimas administraciones. ''Ya no queremos que las cosas se hagan como hasta ahora ni que los próximos seis años vayan a ser más de lo mismo, de mayor miseria, de estancamiento económico, de desatención para las demandas de los sectores mayoritarios de la población'', aclaró.

mitin-cardenas-canal-chalco-2-j Tras aclarar que ni el PRI ni su oposición oficial: el PAN, pueden proponer un cambio radical a la actual política económica, Cárdenas Solórzano insistió: ''no podemos seguir con una política que para ajustar la economía requiere necesariamente empobrecer a la mayoría de la población, que para hacer sus equilibrios necesita destruir los tejidos productivos de la nación como ha sucedido con la agricultura, la ganadería, la pequeña y mediana empresas''.

México, resaltó, necesita poner en práctica una política que privilegie la producción, la creación de empleos; ''lo que no ha hecho ni ésta ni administraciones anteriores y lo que no pueden hacer ninguno de los dos candidatos ni los dos partidos oficiales: el PRI ni su oposición oficial, el PAN''.

Ante los cientos de miembros de las organizaciones del movimiento urbano popular, el candidato presidencial perredista insistió en que sólo los partidos de la Alianza por México podrán llevar a la práctica una política de cambio porque, ''no estamos comprometidos con los hechos de corrupción, con esta política que sólo ha privilegiado a unos cuantos a costa de empobrecer a las mayorías, ni hay compromisos con decisiones de carácter internacional que se han impuesto a los mexicanos, a pesar de que ellas han ido en contra de la mayoría de los mexicanos''.

Por ello, pidió a los ciudadanos votar por la Alianza por México para ganar, el próximo 2 de julio, la ciudad de México, ''punto fundamental para lograr el cambio y para también ganar la Presidencia de la República''.

Elegir entre proyectos opuestos

Este año es crucial para México, ya que en las elecciones del 2 de julio los ciudadanos decidirán entre dos planteamientos distintos y contrapuestos, el proyecto de nación para el nuevo siglo, destacó el candidato del PRD al gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.

La elección será entre un modelo reaccionario que beneficia únicamente a las minorías y que defienden el PRI y el PAN, y la propuesta del PRD y de organizaciones políticas y sociales que buscan la distribución justa de la riqueza nacional, terminar con la corrupción y que se modere --como lo planteó, en la época de la independencia del país, José María Morelos--la indigencia y la opulencia.

López Obrador pidió a los electores no confundirse: ''el PRI y el PAN defienden la misma política económica que favorece a los traficantes de influencias, a los banqueros y a los políticos corruptos'', y como ejemplo citó el caso del Fobaroa-IPAB y el crecimiento de la deuda externa durante la administración del presidente Ernesto Zedillo, la cual pasó de 130 mil millones a finales de 1994, a 230 mil millones de pesos en 1999.

Y como reflejo de las enormes diferencias, el candidato perredista al gobierno del Distrito Federal abundó: México es uno de los países con población más pobre del mundo, pero también ocupa el cuarto lugar en el que viven los hombres más ricos del orbe.

Advirtió a los electores estar preparados para evitar que, en esta elección federal, ''venza el aparato de Estado porque eso implicaría un salto atrás y perder lo poco que se ha avanzado'', por eso, dijo, ''ya no es tiempo de indefiniciones ni de titubeos, sino de actuar como ciudadanos y tomar partido para que triunfe el proyecto de nación que defiende la democracia, la justicia y la libertad''. También aclaró que en esta nueva propuesta de gobierno no hay cabida a las componendas, sino a la razón, el diálogo y la legalidad.