Ť Panistas y foxistas formaron un solo bloque
Triunfalista, Fox registró su candidatura ante el IFE
Ť Insistió en que representa el cambio que el país demanda
Juan Manuel Venegas y Alonso Urrutia Ť Desafiante, triunfalista, ufano. Así se mostró Vicente Fox Quesada ayer en el día de su registro como candidato presidencial de la coalición PAN-PVEM. "Representamos el cambio que el país demanda y que a todos conviene", dijo y se asumió como "la mejor opción... el seguro ganador"
Y de frente a los responsables de conducir el proceso electoral, Fox Quesada no dejó pasar la oportunidad de advertirlos del compromiso que llevan a cuestas: "en un solo día se puede minar el esfuerzo de millones de mexicanos" y, sin dejar de mirar a las decenas de cámaras que atestiguaban su registro ante el Instituto Federal Electoral (IFE), el guanajuatense enfatizó: "quiero que se entienda que el compromiso de la candidatura lo asumo hasta sus últimas consecuencias".
El reclamo estaba ahí, sobre la mesa del Consejo General del IFE. Atención, clamó Fox, "no pueden tomarse decisiones parciales, partidistas y no apegadas a la ley, como lo hizo recientemente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación", que decidió anular la posibilidad de insertar su fotografía en las boletas electorales.
Quedaba claro: el candidato de la Alianza por el Cambio confía en el IFE ("independiente y profesional"), pero no en el tribunal. Por eso, sin duda, conociéndolo, esa frase sonó a desafío, a advertencia: su campaña va "hasta las últimas consecuencias."
ųA veces no duermo pensando qué voy a hacer si me ganan con un fraude, porque por las buenas voy a ganar šde eso no tengo la menor duda!--confió recientemente a este diario. Y con esa obsesión por el triunfo fue ayer al IFE. "šVamos a ganar!", dijo una, dos... cinco veces al final de su discurso."šSoy la mejor opción, tenemos la mejor propuesta, el mejor equipo!". Así lo reiteró, ufano el hombre de las botas.
En ese tono, en la propia sede de la autoridad electoral se dio el lujo de desafiar al tribunal y al PRI, que lo traen en jaque por aquello de su imagen en el emblema. Su equipo de campaña mandó imprimir cientos de carteles con el registro gráfico de su silueta, que el candidato se encargó de autografiar a las decenas de simpatizantes que ayer lo acompañaron.
Ante la amenaza de una nueva impugnación, los foxistas se adelantaron: imprimirán y distribuirán miles de carteles con el emblema de la silueta, como parte de su estrategia publicitaria. Ayer, en la misma sede del IFE, empezaron.
Se calló, para disfrutar su día
Uno a uno se han ido cumpliendo los anhelos de Fox expuestos el 6 de julio de 1997 en su rancho San Cristóbal, cuando arrancó ųen los hechosų su campaña presidencial.
Dentro del PAN dejó en el camino a los "barbones, yucatecos, grandotes y chaparros" que alguna vez le hicieron sombra. Se registró como candidato único y obligadamente ganó la elección interna del panismo; tomó posesión en un acto multitudinario en la Monumental Plaza México y desde ayer, por fin, ya es candidato oficial, con registro, a la Presidencia de la República.
Y ya como tal, la cúpula del Partido Acción Nacional se plegó también, reconociendo que por lo menos de aquí al 2 de julio el foxismo marcará la pauta. La mayoría de los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional estaban ahí, apoyando a quien ųsentenció hace tiempo el ex dirigente nacional Felipe Calderón Hinojosaų "podrá no gustarnos, pero es el único que nos garantiza reales posibilidades de triunfo".
Ahí estaban en el IFE: panistas y foxistas ųellos mismos se distinguen asíų formando ya un solo bloque. De manera irremediable se dio esta unión. No hay más, todos seguirán el ritmo, la arenga del guanajuatense: "šcon bota firme rumbo a Los Pinos", prestos para acabar con las "tepocatas, alimañas, víboras prietas y sanguijuelas" que se encontrarán en el camino.
En ese ambiente, el más feliz era Fox que, respetando el plan de sus estrategas, se resistió a las grabadoras y a las cámaras: tras su registro guardó silencio. No habló ni del tribunal, ni de Labastida, ni del PRI, ni de Cárdenas. De nadie, este era su día, el de su registro que por ningún motivo ni provocación iba a opacar. Se calló y así lo disfrutó más.
Habían pasado tres largos años de precampaña y estaba, por fin, a las puertas de la campaña constitucional, con la diferencia de que ésta sí estará sujeta a un tope legal de gastos.
Entre zorros y guaruras
Tercero en registrarse ante el IFE, Fox fue el primero en llevar guaruras al instituto. Inseparables desde su postulación como aspirante del PAN, los agentes de su seguridad personal llegaron en el convoy, como parte del contingente aliancista, por cierto no muy nutrido.
Coincidencias de la política, ayer también se hizo visible por primera vez el reforzamiento de la seguridad del instituto. Algunos zorros comenzaron a merodear en las explanadas y el estacionamiento del organismo, con sus inconfundibles uniformes negros y sus armas propias de un cuerpo de elite.
El triunfalismo
Fox se cree, y así lo dice, representante de los más caros anhelos de los mexicanos y, sin rubor alguno, asume ese papel: "vamos a ganar, lo necesitamos, lo merecemos y lo lograremos; vamos a triunfar porque hemos ganado la confianza de la sociedad; vamos a ganar porque sabemos cómo gobernar y lo hemos demostrado; vamos a ganar porque somos la mejor opción, tenemos la mejor propuesta y el mejor equipo. Vamos a ganar porque cada vez somos más".
Ese es su convencimiento.