Ť Investigación de la OIT y la OPS
Los microseguros a población marginada reducen subsidios
Ť Hacen más equitativo el acceso a los servicios de salud
Elizabeth Velasco C. Ť El establecimiento de microseguros y otras modalidades de protección social en materia de salud para poblaciones marginadas contribuye a reducir los subsidios que el Estado transfiere a los trabajadores en el subempleo y que no cotizan en los sistemas formales.
Permite además generar ganancias por economías de escala; contribuye a hacer más equitativo el acceso a la salud; incrementa la calidad de la atención a la que tiene acceso la población beneficiaria y aumenta el consumo de prestaciones de salud por parte de la población más pobre.
A esas conclusiones ųno definitivasų llegan las organizaciones Internacional del Trabajo (OIT) y Panamericana de la Salud (OPS), tras estudiar 11 casos de microseguros en algunos países de América Latina, en virtud de que en los últimos años 85 por ciento de los nuevos empleos de la región se han creado en el sector informal y los del formal se han precarizado.
Los microseguros ųen estudio para retomar las experiencias emprendidas y abatir la exclusión al sistema de seguridad social en salud que padece cerca de 50 por ciento de la población regional (más de 220 millones de personas), y en México 51 por cientoų, se pondría en marcha mediante un plan piloto con duración de un lustro.
Son mayores las posibilidades de éxito de dichos sistemas alternos cuando son "autofinanciados" totalmente por sus afiliados y éstos participan en la determinación del paquete de prestaciones y pago de la prima correspondiente; están integrados parcial o totalmente al sistema de salud en su conjunto, y cuando es posible sostener aportes provenientes del Estado en lugar de los apoyos económicos de organismos externos y/o internacionales, sostienen la OIT y la OPS en la Síntesis de estudios de caso de microseguros y otras modalidades de protección social en salud en América Latina y el Caribe.
No obstante, la característica de estos sistemas es que "más de la mitad de las experiencias tiene corta vida, lo que tiene impacto en las conclusiones respecto de (su) sostenibilidad financiera e institucional".
De los 11 países evaluados, sólo cuatro experiencias (Argentina, Guatemala, Uruguay y Colombia) pueden garantizar la sostenibilidad de los microseguros en el más largo plazo, debido a que para financiar el "paquete de salud" a un determinado número de personas (empleadas en la economía informal rural y urbana) se cuenta con cotizaciones y aportes de los beneficiarios en ciento por ciento, excepto en Colombia, donde provienen del Estado.
En las restantes experiencias (Bolivia, Honduras, República Dominicana, Perú, Nicaragua y otros) es precaria la sostenibilidad financiera de los microseguros, porque las cotizaciones y aportes dependen de una o diversas fuentes, o una combinación de éstas: agencias de cooperación internacionales, organismos no gubernamentales, donaciones de socios cooperadores, aportes estatales, copagos y primas de los beneficiaros que no se ajustan "a los riesgos asociados (al microseguro) y al costo del plan de beneficios".
En términos generales, los antecedentes indican que todas las experiencias han incrementado la cobertura de atención a la población de escasos ingresos y con poco o ningún acceso a servicios de salud. Asimismo, han logrado incrementar la calidad de la atención a la que tiene acceso esa población.
"En todos (los casos) la gente se encuentra satisfecha en general con la atención brindada a través del sistema". Sin embargo, "los usuarios piden la incorporación de más prestaciones a sus planes de beneficios", ya que la mayoría sólo proporciona atención de nivel primario, incluidos algunos servicios adicionales (atención del parto, odontológicos y prestaciones pecunarias).
El estudio destaca, no obstante, que la cobertura alcanzada por los microseguros (de dos mil a poco más de seis mil personas) es baja a causa del escaso conocimiento de parte de los potenciales afiliados; la ausencia de información adecuada; incredulidad frente a la efectividad de estos proyectos; la inexistencia de cultura de aseguramiento en las poblaciones objetivo; aumento de cotizaciones y/o incapacidad económica para pagar las primas y movilidad laboral que impide a los afiliados acceder a la red de prestadores disponibles del proyecto.
La OIT y la OPS recomiendan investigar a fondo las variables que afectan la penetración de estos esfuerzos en sus grupos objetivo, identificando las determinantes que están detrás de la compra de seguros de salud, a fin de que permitan orientar las estrategias de diseminación de acciones de este tipo.