Condenan formaciones políticas el ataque; EH lamenta el hecho
Atentado etarra en Madrid; un muerto
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 21 de enero * ETA realizó este viernes su primer ataque desde que decretó, el pasado 3 de diciembre, la suspensión de la tregua que mantuvo durante 14 meses; el atentado, en pleno centro de esta capital y que causó la muerte a Pedro Antonio Blanco García, teniente coronel de la Guardia Civil, fue condenado por todas las formaciones políticas vascas, incluido Euzkal Herritarrok, considerada brazo político de la organización armada.
El presidente español, José María Aznar, anunció que "no cederá al chantaje de ETA" y prometió "la detención de terroristas y la utilización de las fuerzas armadas para evitar más atentados".
A las 8:05 de la mañana estalló un coche bomba en Madrid, que mató al teniente coronel Blanco García; 45 minutos después, a 200 metros del lugar del atentado, el coche en el que huían los atacantes explotó hiriendo levemente a cuatro personas.
ETA suspendió su tregua unilateral alegando el "doble lenguaje de los Estados español y francés" en las negociaciones de pacificación, y la falta de cumplimiento de un supuesto pacto con los nacionalistas moderados del País Vasco. En los meses de la tregua hubo más de 70 detenciones de presuntos miembros de la organización separatista.
Esta mañana, Blanco García salió de su domicilio y caminó hacia el lugar donde todos los días se encontraba con un colega suyo, otro guardia civil, con el que abordaba un vehículo oficial para trasladarse a sus trabajos en la Dirección de Asuntos Económicos de la Secretaría Técnica del Ministerio de Defensa. El compañero de García se retrasó hoy, lo que le salvó la vida, pero las autoridades creen que ambos eran blanco del ataque.
El cuerpo de Blanco García fue encontrado calcinado a 12 metros de la acera por la que caminaba. Con él son ya 92 los guardias civiles muertos en atentados de ETA en 30 años de conflicto. En minutos, agentes de la policía secreta, guardias, militares, bomberos y ambulancias llegaron al lugar y escucharon la segunda explosión, con la que los atacantes destruyeron su automóvil.
El último atentado de la organización fue el homicidio de Manuel Zamarreño, concejal del Partido Popular (PP, derecha, en el gobierno), en Rentería, el 25 de junio de 1998, luego de asesinar a varios concejales conservadores del País Vasco y de Andalucía. Desde el crimen contra el catedrático de derecho Francisco Tomás y Valiente, en febrero de 1997, ETA no perpetraba atentado en Madrid.
Tras el ataque, un agente de la policía municipal abatió a tiros a un "presunto delincuente" que "se movía entre los coches en actitud sospechosa", y que resultó ser un joven de 22 años que, se comprobó, no tenía ninguna relación con el ataque.
Reacción del gobierno
Aznar leyó una declaración en la que aseguró que el nuevo atentado "no es una muestra de fortaleza, sino de debilidad" de ETA. España, subrayó, "no va a retroceder ni un ápice en su lucha contra el terrorismo para que los que colaboran con esta barbarie respondan ante la ley".
En aparente alusión a los partidos vascos moderados, a los que ha criticado por lo que él interpreta como tolerancia hacia los separatistas radicales, el presidente señaló: "Los hechos hablan por sí mismos. Pido que se adopten de verdad posiciones auténticas, compromisos prácticos, que se abandonen coartadas y que se recupere la dignidad política y la sensibilidad moral".
El líder del Partido Socialista Obrero Español, Joaquín Almunia, lamentó que la unidad entre las fuerzas políticas democráticas no haya sido "lo suficientemente fuerte e intensa" para consolidar el proceso de paz vasco.
El jefe del gobierno en Euskadi, del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), Juan José Ibarretxe, condenó el atentado aunque aseveró que el proceso de paz es "irreversible", dadas las bases que ya han sentado las fuerzas políticas vascas. Asimismo, anunció su decisión de "dejar en suspenso" el pacto de legislatura de los partidos vascos hasta que Euskal Herritarrok (EH, nombre electoral de la coalición Herri Batasuna, considerada brazo político de ETA) manifieste su postura ante la reanudación de los atentados.
El líder de EH, Arnaldo Otegi, afirmó que su coalición "lamenta" la pérdida de una vida humana, aunque se señaló que "la responsabilidad directa de los hechos acaecidos corresponde a sus autores, pero el conjunto de la clase política somos responsables de no haberlos evitado".
El atentado de ETA provocó protestas en ciudades españolas y vascas. Movilizaciones convocadas por el PNV se concentraron en las tres capitales de Euskadi (Bilbao, Vitoria y San Sebastián) donde hubo manifestaciones silenciosas de 15 minutos. EH también convocó a marchas bajo el lema "necesitamos paz", que se celebraron por separado de las del PNV.
En Madrid, en la Puerta del Sol, partidos políticos y organizaciones pacifistas y defensoras de los derechos humanos se congregaron también en silencio. Diversas organizaciones y partidos anunciaron ya nuevas movilizaciones en el País Vasco y Navarra para este fin de semana destinadas a condenar la vuelta a la violencia de ETA.