* Ofrecerá su espectáculo infantil en el Helénico


La creación es un acto de total honestidad, dice Huesca

* ''Entender a los niños lleva implícita la defensa de la vida''

Angel Vargas * Cuando Gabriela Huesca concibe un nuevo proyecto artístico, lo hace con la conciencia y la convicción de que ''la creación es un acto de total honestidad". No escatima, por ello, ni energía ni recursos para transformar lo que le apasiona, la música y la actuación, en toda una vivencia estética dedicada a su público, el infantil.

Con el montaje del espectáculo multidisciplinario Una lluvia de pájaros -que desde mañana y hasta el 26 de marzo ocupará todos los domingos el escenario del teatro Helénico-, la compositora, cantante y pedagoga da continuidad a un trabajo de ''militancia en favor de los niños y niñas", cuyo origen se remonta 21 años atrás y que consiste en ofrecerles propuestas relacionadas con la sensibilidad humana, envueltas en el espíritu lúdico.

 

Lidiar contra televisión y videojuegos

 

Reconoce que la suya no es una empresa fácil, pues desde un principio ha tenido que lidiar con el entretenimiento pasivo que proviene de la televisión y, desde hace unos años, también de los videojuegos. Pero en vez de que tal situación amilane su entusiasmo, la motiva a procurar que todo su quehacer tenga como premisa la calidad.

''Un espectáculo que busca la calidad, al mismo tiempo busca una vivencia estética. Esta debe ser entendida como un momento que moviliza, provoca, convoca e invita a reinventar la realidad para el bien común. Esa es mi búsqueda, tratar de que ese momento logre trascender, lo cual no significa ni densidad ni profundizar donde no se puede, sino que las cosas se hagan con inteligencia, mucha honestidad y un nivel de compromiso y complicidad con los niños", sostiene.

''Hay muchísima oferta para el público infantil, desde la más dañina y peligrosa, hasta la que es un verdadero 'sin embargo', pero para que los niños puedan tener una verdadera línea de comparación, deben pasar antes por un proceso que abarque los diversos lenguajes artísticos. Tengo fe y sostengo que optarán por aquello que, a nivel de sensación, les hace bien. Pero eso implica ponerlos en contacto con algo distinto."

Fundadora del centro de investigación y educación por el arte Euterpe, Gabriela Huesca indica que su compromiso como creadora consiste en conocer y comprender la esencia de los pequeños:

''Entender su desarrollo es entender el de la especie y, por supuesto, defenderla. En eso está implícita la defensa de la vida. Hay que comprender, entonces, sus etapas de desarrollo, periodos de concentración, intereses, aquello que los alborota y lo que los apacigua, y utilizar de manera creativa su juego. Cuando eso ocurre, se recupera también la creatividad, la inventiva, las ganas de experimentar, de inventar y, por supuesto, se integran las relaciones humanas."

Como en sus anteriores espectáculos, en Una lluvia de pájaros todos esos conceptos e ideas son llevados al escenario en forma de música, narración, teatro, danza y expresión corporal, para contar una serie de historias ''que evocan sentimientos, emociones, personajes y actitudes humanas entrañables que muchas veces pasan inadvertidos y que muy bien vale la pena detenerse en ellos, sentirlos y entenderlos".

 

Obra inspirada en ocho cuentos

 

La idea es recuperar esa parte sensible que cada vez se tiende más a esconder, agrega. ''Se trata de entender lo que somos los seres humanos; los momentos que nos conmueven o indignan, los que nos orillan a defender aquello en lo que creemos y a cambiar lo que nos hace daño''.

Inspirada en ocho cuentos de la colección A la orilla del viento, del Fondo de Cultura Económica (FCE), la puesta en escena se basa en la historia de cómo el pájaro del alma, aquel que guarda los sentimientos y las emociones, se va relacionando con experiencias personales, las costumbres de un pueblo, los sueños de una abuela y la nostalgia, hasta que finalmente queda atrapado en una poesía.

En el transcurso del montaje, ya sea en canción o de manera instrumental, se pueden escuchar diversos géneros musicales, desde lo norteño hasta la balada jazz, pasando por el rock y el blues. Rubén Castillo se encarga de la dirección escénica y el elenco lo integran las actrices Valeria Marruenda, Araceli Morales, Iliana Lara y la propia Gabriela Huesca, así como un grupo de cinco músicos, encabezado por Carlos Matute.

Para concluir, la artista y pedagoga comenta que Una lluvia de pájaros será llevado a disco compacto próximamente, como sucedió con sus anteriores creaciones, A la orilla del viento e Hijos de la primavera, que fueron editadas por el FCE; y adelanta que en otoño estrenará un espectáculo de música negra para niños, titulado Cachumbambé.

(La obra comenzará su temporada este domingo, a las 13:00 horas, en el teatro Helénico, en avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn.)