* Advierte el PNV a Aznar que no habrá disolución del Pacto de Lizarra
Seguirán los esfuerzos por la paz, dicen nacionalistas vascos
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 22 de enero * Ante el último atentado de ETA, que el viernes mató al teniente coronel de la Guardia Civil, Pedro Antonio Blanco, las fuerzas nacionalistas vascas moderadas se comprometieron a continuar sus esfuerzos por la paz en Euskadi desde el Pacto de Lizarra.
El de ayer fue el primer ataque perpetrado por el grupo, que mantuvo una tregua durante 14 meses que suspendió el pasado 3 de diciembre, y el hecho provocó la condena de todos los partidos vascos y españoles, incluso de la coalición Euskal Herritarrok (EH, marca electoral de la coalición Herri Batasuna, considerada brazo político de ETA).
El gobierno del presidente José María Aznar ha exigido al entorno nacionalista la disolución del pacto político de Lizarra (foro en el que se reunieron los nacionalistas vascos y principal impulsor de la tregua de ETA). Pero el Partido Nacionalista Vasco (PNV, en el gobierno local) dijo que no cederá a la presión de Madrid, y afirmó que los nacionalistas moderados conservarán dicho pacto.
El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aseguró que no se disolverá el pacto de Lizarra, pues "si hemos aguantado hasta ahora, aguantaremos también este chaparrón y lo que venga, porque no sólo somos inocentes, sino que tenemos la conciencia de que somos los que más decididamente hemos luchado y seguiremos luchando para que este país se normalice".
El ministro del Interior español, Jaime Mayor Oreja, se preguntó ayer "cuántos muertos necesita poner ETA sobre la mesa" para que el PNV rompa su pacto con EH. Arzalluz respondió hoy preguntando"cuántos muertos harán falta sobre la mesa para que se mueva de una vez" el gobierno español, en alusión al inmovilismo de Madrid durante los 14 meses de tregua de ETA.
Arzalluz recordó que es un logro que mediante el pacto de Lizarra hubo el cese el fuego más prolongado jamás decretado por el grupo armado, "que nadie disfrutó en 40 años de lucha armada".
Iñaki Anasagasti, líder histórico del nacionalismo vasco moderado también se pronunció en favor de conservar el pacto de Lizarra, al igual que Marcos Vizcaya, quien señaló que "no es nueva" la situación de tener que luchar contra los elementos más radicales y recordó que durante la negociación del Estatuto de Guernika, que concede amplia autonomía a los territorios vascos, no hubo logro que no estuviera "adornado" con un atentado.
En tanto, la vocera del grupo Batzarre, de la izquierda separatista de la provincia de Navarra, Milagros Rubio, informó que su organización reducirá a "su mínima expresión" sus vínculos con EH. Batzarre condenó el atentado de ayer, y señaló que fortalece las tesis políticas del Partido Popular de Aznar, y debilita las posturas del nacionalismo vasco. Batzarre reclamó a ETA retomar la tregua unilateral y la convierta en definitiva, y exigió a Madrid declarar una amnistía de los presos políticos vascos, así como permitir un referéndum en el País Vasco para que sus ciudadanos decidan el futuro del territorio. El partido Izquierda Unida Esker Batua (IU-EB) dijo que es urgente convocar a una reunión del Pacto de Lizarra la próxima semana para que no se interprete que el silencio de la agrupación dé la impresión de que el pacto ha dejado de existir. IU-EB ha tenido fricciones políticas con sus líderes en Madrid por su permanencia en el Pacto de Lizarra, pero líderes como el coordinador del partido, Javier Madrazo, afirmó que "la sociedad vasca no se puede resignar a la violencia de ETA ni al inmovilismo del PP".
Blanco, quien murió ayer en el atentado con coche bomba, fue sepultado hoy en Madrid en una ceremonia a la que asistió Aznar, quien le hizo una condecoración póstuma con la medalla al mérito militar. El PP y el PSOE convocaron a una manifestación este domingo.