* El CGH debería reconocer que ganó y organizar el congreso, afirma
Drucker: ante la intransigencia, toca a los universitarios reabrir la UNAM
* El investigador propone recuperar las instalaciones pacíficamente con una gran manifestación
Karina Avilés y Roberto Garduño * Frente a la ''intransigencia'' de un Consejo General de Huelga (CGH) que ya no deja otro camino, serán los universitarios ''los que tendremos que tomar la acción para recuperar las instalaciones'', a través de una ''gran manifestación'', afirma el investigador René Drucker, al considerar que una vez reabierta la UNAM se podrá dialogar con el consejo estudiantil.
En entrevista con La Jornada, Drucker, quien entre otros reconocimientos ha recibido el Premio Nacional de Ciencias, asegura que la máxima casa de estudios ''ya no aguanta cerrada ni dos semanas más''.
--ƑDespués del plebiscito, el CGH estaría rebasado?
--Yo creo que está rebasado y cada vez más aislado. Valdría la pena hablar sobre la consulta de ellos, vamos a suponer que fueron 600 mil en mil 500 casillas. Eso quiere decir que en todas sus urnas, hubo en cada hora, durante ocho horas, un flujo de 20 votantes, lo cual es una absoluta mentira e imposible. Toda su consulta es el fraude de los fraudes.
--ƑQué lo hace pensar que ya acabará la huelga?
--Yo creo que hay un mandato muy claro de la comunidad. Ahora, con este plebiscito, los universitarios quieren que se reabra la institución y de aquí tendremos que ir a lo que en el fondo representa el triunfo del movimiento, la creación del congreso universitario. De hecho, si el CGH no fuera tan tonto, debería reconocer que ganó esto y trabajar en la organización del congreso. Entonces, yo creo que se podrá dialogar con ellos y la comunidad, pero con la universidad abierta para la organización del congreso.
--El diálogo en la universidad abierta es algo que el CGH rechazará...
--Bueno, ellos van a rechazar cualquier cosa. No hay ninguna propuesta que se les pueda hacer que ellos no vayan a rechazar.
--Operativamente, Ƒcómo las cifras del congreso harán que se levante la huelga?
--Los universitarios tendremos que tomar la acción para que se tomen las instalaciones. No sé si a través de asambleas en las diferentes escuelas, pues hay muchas que han manifestado que ya quieren levantar, muchos estudiantes tendrán que ir y todos los excluidos de las asambleas del CGH van a retornar.
--Una acción de dicha naturaleza necesariamente implica enfrentamientos no sólo verbales sino también físicos, Ƒcómo realizar una medida de ese tipo sin llegar a la confrontación?
--No sé. Ante una intransigencia tan grande donde realmente no hay diálogo, la verdad es que es imposible dialogar con un CGH que está en la intransigencia absoluta. Entonces, si es así, no dejan muchos caminos abiertos y serán y seremos los universitarios los que tendremos que elaborar los mecanismos para que se levanten las huelgas, ya sea por escuela o por dependencias, a través de una gran manifestación de cuerpo presente de universitarios.
--ƑNo significa un acto riesgoso?
--Bueno, pues la vida es riesgosa, vivir es riesgoso, pero no veo otro camino... entonces, riesgoso sí es.
Rehabilitar la universidad
El investigador del Instituto de Fisiología Celular mira el conflicto de nueve meses en dos tiempos distintos; el primero, que es a corto plazo, tiene que ver con la apertura de la institución en un acto pacífico y ''sin la utilización de la fuerza pública''. El segundo y más importante dada su trascendencia, es la construcción de una nueva universidad que permita fortalecer la institución.
En esta segunda fase, explica, el congreso universitario será medular para la reforma de la máxima casa de estudios. En dicho espacio, señala, tendrá que generarse un instrumento para que la institución ''esté constantemente transformándose'' con el objetivo de que se adapte mejor a su entorno.
Al interior de la UNAM existe un ''gran descontento por parte de académicos, investigadores, profesores, estudiantes y trabajadores por la forma en que la universidad se desarrolló en los últimos 20 años, las autoridades se fueron separando cada vez más de sus comunidades, hay una estructura demasiado vertical que con el tiempo generó todo este descontento''. En resumen, opina que la universidad tendrá que emprender la tarea de reconstruir su tejido social y académico.
Pero por otra parte no soslaya que ''posiblemente gracias a esta huelga tan costosa se podrá reconstruir la universidad''. Por ello, manifiesta que es de llamar la atención que el CGH no ''vea que ya ganó, que esa es su principal ganancia y que además fue su principal demanda''.
Considera que los cinco puntos del consejo estudiantil --a excepción del congreso-- ''no resuelven nada, nada en la universidad. Resuelven la postura del CGH porque la UNAM, hasta hace relativamente poco, había estado sin el Centro Nacional de Evaluación (Ceneval) e igual pasó con el pase automático. Lo que va a resolver es el congreso que ganaron ellos porque había la oposición de mucha gente para que se realizara''.
El pensar que a través de dicho espacio no se pretende transformar a la universidad ''es otra vez'' una descalificación del CGH. En ese sentido, señala que el porcentaje de participación de las autoridades en el congreso ''es mínima'', y descalificar a los profesores e investigadores ''como si fueran parte de las autoridades es el primer error que cometen ( los integrantes del CGH) porque es una mentira''.
Por ello, expresa que para reconstruir la universidad deberá respetarse la diversidad de pensamientos: ''A mucha gente no le gusta cómo piensa el CGH, a mí en este momento no me gusta cómo piensa, si es que piensa, porque parece que no, pero hay que respetar su posición''.
Las circunstancias
Drucker advierte sobre la necesidad de una política de Estado en materia de educación que ''no se considere como un plan de desarrollo sexenal''. Lo anterior, para cambiar una serie de errores que han hecho vulnerables a las universidades públicas. ''Hay algunas instituciones que eligen a su rector con el voto universal y secreto, y hay otros rectores que son nombrados por el gobernador de la entidad... entonces, al colocarlas en una situación de vulnerabilidad están siempre enfrentadas a los momentos políticos del Estado o de la nación''.
Por ello, afirma que la educación superior ''es la que garantiza la soberanía nacional de un país, es el fundamento para el desarrollo de las naciones''. Y la UNAM frente al conflicto que atraviesa ''puede surgir como un nuevo modelo de universidad pública fuerte... la institución tiene un futuro muy halagüeño''.