* Comían en el suelo y dormían sentados a causa del hacinamiento
Rescatan a 6 menores que vivían en condiciones infrahumanas
* Los infantes, huérfanos y con enfermedades mentales, habitaban en la casa hogar El Recobro
Bertha Teresa Ramírez * La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal rescató a seis menores huérfanos que padecen enfermedades mentales de la casa hogar El Recobro.
Los menores, con nombres que nadie sabe quién les puso, porque no se cuenta con sus registros de nacimiento, no han podido desarrollar el habla debido a la falta de atención médica especializada.
Al ser rescatados, los infantes comían en el suelo, donde les eran arrojados los alimentos, y dormían sentados a causa del hacinamiento del lugar.
Los seis menores parecen haber asistido a su renacimiento la última semana de 1999, cuando fueron rescatados por la PGJDF de El Recobro. Ninguno de ellos habla, y uno además es autista.
A El Recobro diversas instituciones públicas canalizaron, de 1989 a 1997, infantes y adultos con enfermedades mentales o que fueron abandonados por sus familiares, a pesar de que ese lugar no cuenta con las instalaciones adecuadas ni con los recursos suficientes para su atención.
Sin que nunca se supiera nada de los padres de los seis menores, durante años sólo contaron con el techo de esa casa, la cual es dirigida por Rosilia Ruiz Guerra, una mujer de 48 años, quien asegura haber renunciado a los vicios y a la delincuencia tras haber recibido en el apando de Santa Marta Acatitla "el mandato de Dios para ver por la escoria de este mundo y por los que nadie quiere".
En entrevista, dijo que después de "esa revelación divina" juró dedicar el resto de sus días al cuidado de estos enfermos.
Por su parte, la directora del DIF-DF, Isabel Molina, indicó que no se cuenta con ningún expediente de los menores rescatados, por lo que se ignora su edad y nombres.
Señaló que los niños formaban parte de un grupo de 16 que no pudieron ser rescatados, pues el día en que la Procuraduría General de Justicia del DF fue por ellos sólo fueron encontrados seis, y el resto se escapó, según informó la directora de El Recobro.
La subdirectora de Apoyo a Personas con Discapacidad del DIF-DF, Rosario Gutiérrez Romero, relató que al encontrarlos "los menores comían en el piso, donde les eran lanzados los alimentos. Todo cuanto encontraban en el suelo se lo llevaban a la boca, incluyendo heces fecales, y algunos presentaban huellas de haber sido agredidos físicamente".
Los seis niños estaban con otras 70 personas con deficiencia mental, entre adultos y ancianos, para los cuales El Recobro sólo dispone de 30 camas. "Quizá es por ello que algunos de los menores sólo sabían dormir sentados e incluso unos sobre otros", añadió.
Gutiérrez Romero señaló que tras ser rescatados, los seis menores reciben atención médica especializada y además empezaron un proceso de adaptación.
Indicó que al principio la reacción de los infantes fue de agresividad, "que es una forma de defensa ante su realidad".
Algunos están adquiriendo ciertos hábitos, como usar las camas para dormir y empezar a reconocer sus propios lugares, otros han empezado a cepillarse los dientes.
Se refirió a Lupita, la única mujer y también la más pequeña de ese grupo de menores, que se calcula tiene entre seis y diez años.
Comentó que la menor llega a decir ciertas palabras; "sin embargo, está en el tiempo límite para desarrollar el lenguaje. Si ahorita no trabajamos con ella intensamente tampoco podrá llegar a hablar con normalidad".
Agregó que del resto de los niños no se sabe absolutamente nada. Sus breves expedientes, que datan del 22 de diciembre de 1999, establecen que dos de ellos no controlan esfínteres, ninguno sabe hablar, uno de ellos es autista, y todos enfrentan deficiencias mentales.
La recomendación
Isabel Molina, directora del DIF-DF, indicó que el rescate se efectuó con motivo de la recomendación 86/98, emitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos al Gobierno del Distrito Federal.
De acuerdo con la recomendación, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia y los correspondientes en siete municipios del estado de México, así como de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y de la Procuraduría General de Justicia del estado de México, violaron los derechos humanos de los menores y demás personas canalizadas a El Recobro, así como las disposiciones de la Ley General de Salud, al trasladar a enfermos mentales a ese lugar, a pesar de que tenían conocimiento de que éste no disponía de infraestructura y personal técnico para darles atención adecuada, y que además carecía de recursos.
Según consta en la recomendación, el caso se remonta a mayo de 1996, cuando seis estudiantes y profesionales que prestaron servicios de manera voluntaria en El Recobro denunciaron ante la CNDH que contra su voluntad se encontraban recluidos aproximadamente 110 personas, entre ellos menores de edad y ancianos, la mayoría discapacitados, los cuales habían sido remitidos por el DIF nacional y la PGJDF, así como la del estado de México.
Denunciaron que las donaciones de carácter privado y público que recibía esa casa hogar por parte de las dependencias eran utilizadas para beneficio de la directora, quien carece de la formación necesaria para el tratamiento de personas discapacitadas.
Al hacer la denuncia, los estudiantes señalaron que tres niños estaban internados en el Instituto Nacional de Pediatría, procedentes de ese albergue. "Uno de ellos es quien se volvió autista al haber estado recluido entre deficientes mentales y por haber sufrido agresiones sexuales por parte de otros albergados".
El expediente de la investigación realizada por la CNDH añade que El Recobro se sostiene principalmente de donativos de comercios como Price Club, que le proporcionan víveres que están próximos a caducar.
Rosilia Ruiz dijo que a pesar de las carencias, los recluidos en ese lugar nunca se quedaron sin comer, pues siempre tuvieron apoyos. "Un día que ya no teníamos provisiones llegaron, oportunamente, estudiantes del Tecnológico de Monterrey, y donaron carne molida para hamburguesas y pan que les sobró de una actividad que llevaron a cabo".