* No "frena la voracidad" de trasnacionales


Cuestiona el FAT el acuerdo laboral paralelo al TLC

* Bertha Luján: en más de cuatro años, ninguna sanción

Fabiola Martínez * El Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte (ACLAN) ųmecanismo paralelo al Tratado de Libre Comercioų no ha servido para "frenar la voracidad" de las empresas trasnacionales instaladas en el país, y se ubica apenas como un "instrumento político limitado" para ventilar la sistemática violación a los derechos laborales.

A poco más de cuatro años de su entrada en vigor, el ACLAN no ha emitido ninguna sanción económica, y los casos denunciados, e incluso aquéllos en los que se han probado irregularidades, sólo han merecido recomendaciones, consultas ministeriales y, en el mejor de los casos, análisis en páneles de expertos.

Bertha Luján, coordinadora del Frente Auténtico del Trabajo (FAT) ųcentral obrera independiente con amplia experiencia en las denuncias internacionales de este tipoų, señaló que el acuerdo en cuestión fue elaborado "con una serie de vericuetos jurídicos para que ningún caso alcanzaran sanción económica" los gobiernos responsables de hacer cumplir sus propios marcos legales.

Es decir, explicó, sólo proceden para ese fin tres casos: incumplimiento del pago de salario mínimo, trabajo de menores y situaciones anómalas de seguridad e higiene. Sin embargo, alrededor de 80 por ciento de las denuncias presentadas en el ACLAN se refieren a casos de violación a la libertad sindical, precepto básico constantemente transgredido, particularmente por las maquiladoras estadunidenses instaladas en la franja fronteriza.

"En estos casos, aun debidamente comprobadas las violaciones ųa través de testimonios de los propios trabajadores y pruebas documentalesų no se procede en contra de las empresas trasnacionales, que siguen beneficiándose del libre comercio sin respetar la Ley Federal del Trabajo", expresó.

A ello se agrega que el proceso de denuncias (aviso público) es "largo, tortuoso", y se apuesta así ųagregó Lujánų al desmembramiento de los movimientos sindicales de México, Estados Unidos o Canadá, o al cansancio de los propios trabajadores, quienes ven vulnerados sus derechos sin ninguna esperanza de la reparación de los daños.

Por su parte, el comité consultivo nacional de México sobre el ACLAN ųintegrado por los representantes de los sectores obrero y patronalų aseguró que por el número de "eventos trinacionales" analizados a cuatro años de la entrada en vigor de este acuerdo (periodo en el que se posibilita una revisión del mismo) "demuestra el éxito que ha tenido el ACLAN".

Argumenta que los propósitos y funciones de cooperación del acuerdo laboral paralelo al TLC deben tener un mayor énfasis que el procedimiento de solución de controversias. "Tanto el TLC como el ACLAN son acuerdos que subrayan la cooperación y no la confrontación entre las partes".

A su vez, el comité gubernamental sobre el ACLAN ųintegrado por representantes del gobierno federal y de Estadosų hizo una amplia defensa de la soberanía de México, y advirtió que "cada país sólo puede comprometerse a cumplir de manera efectiva su propia legislación laboral".

Sostuvo que las comunicaciones públicas (denuncias) no deben servir para promover y difundir casos sin sustento sólido. Esta práctica ųaseguraų socava el objetivo primordial del acuerdo: "Estimular la cooperación y promover la aplicación efectiva de la legislación laboral de cada una de las partes".

Algunas denuncias

 

Lo cierto es, agrega Luján, que múltiples denuncias por violaciones a la ley han dilatado años en "análisis y consultas ministeriales". Por ejemplo, en 1997 se suscitó un conflicto en la fábrica Itapsa ųpropiedad de la trasnacional Echlinų derivado de un proceso de recuento sindical y por violaciones a los reglamentos de seguridad e higiene.

El caso fue denunciado en la oficina nacional administrativa del ACLAN, con sede en Estados Unidos y Canadá; esta última emitió una recomendación al gobierno mexicano por violaciones al derecho de libre asociación, y la contraparte con sede en Washington recomendó consultas ministeriales por anomalías en materia de seguridad e higiene. Sin embargo, tres años después, "el asunto no pasa de ahí y seguimos esperando que se sancione a los responsables".

Lo mismo ha sucedido en demandas interpuestas por sindicatos mexicanos en contra de empresas asentadas en territorio estadunidense, como el caso de los trabajadores de la industria de la manzana en Washington, cuyo trámite arrojó un acuerdo para la realización de una consulta ministerial. El Frente Auténtico del Trabajo solicitó al respecto que en esta etapa se tome en cuenta la opinión de los trabajadores afectados, a través de una audiencia pública.

Recientemente, el sindicato de sobrecargos de Estados Unidos interpuso una denuncia (aviso público) por irregularidades en materia de libertad sindical y condiciones de higiene y seguridad en contra de la aerolínea mexicana TAESA.

En días pasados, Lewis Karesh, secretario de la oficina nacional administrativa del ACLAN en Washington, informó que este caso se aceptó oficialmente para su revisión. Ante ello, esta instancia deberá emitir su dictamen en un plazo máximo de 120 días.