* Se me acusa de cosas que no existen, dice la encargada del albergue


Conviven siete menores sanos con enfermos mentales en El Recobro

* Sociólogo de la UAM critica la permanencia en el lugar de infantes sin ningún padecimiento

Teresa Gómez Hernández * En la casa hogar El Recobro fueron localizados ayer otros siete menores más, quienes sin presentar ninguna anomalía física o mental habitaban el lugar en el que Rosilia Ruiz Guerra, titular del albergue, recibía a personas con discapacidad mental.

Luego de que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal recuperó a seis infantes que vivían en El Recobro en condiciones de insalubridad y maltrato, Ruiz Guerra intentó ocultar a los niños que dijeron llamarse Emilio, Jazmín, Carolina y Adriana Martínez Ramírez, de dos, cuatro, ocho y diez años, así como a Reyna Martínez Zambrano, de 12, y Roxana y Carmen, de ocho y 12 años, quienes según Ruiz Guerra no tienen apellidos.

Sorprendida por la visita que realizó La Jornada al albergue, Ruiz Guerra mostró su "indignación" ante lo publicado un día antes en este diario.

--ƑQué tiene que aclarar ante las acusaciones que se le hacen?

--Esto me da risa. Lo que se publica yo lo recorto y lo guardo. Desde 1996 he coleccionado recortes de periódicos en los que se me acusa de cosas que no existen. Derechos Humanos me ha tirado muchísimo, pero nadie toma cartas en el asunto. Nadie dice: le vamos a ayudar a esta vieja para que mejore o le vamos a mandar alimentación.

 

"Me los trajeron el sábado"

 

No obstante, cuando se le preguntó sobre la presencia de unos niños que deambulaban por el lugar, tras comentar que en el albergue sólo vivían personas de entre 15 y 90 años, señaló que no contaba a esos menores "porque apenas me los trajeron el sábado".

Ruiz Guerra, de 48 años, apenas sabe leer y escribir; sin embargo, se considera orientadora, "ya que he aprendido con la ayuda de diferentes personas. Estuve internada en un instituto bíblico y ahí aprendí lo que sé".

Refirió que desde hace poco más de cuatro años trabaja con discapacitados. "Anteriormente vivía con ellos en el estado de México, pero luego me trasladé a Xochimilco cuando Hilda García Rebollo, dueña del inmueble, me ofreció la casa por un periodo de cinco años".

Con la ayuda de seis "voluntarios" más, Rosilia Ruiz funge como la tutora de aproximadamente 70 discapacitados mentales, quienes viven en este lugar, ubicado en la calle de Cuauhtémoc 60, en Xochimilco, el cual cuenta con sólo tres dormitorios, un pequeño patio, cocina, zotehuela y lavandería.

Jorge Izaguirre García, quien se presentó como ayudante voluntario, dijo apoyar en este lugar "por ser un recuperado de Dios". Señaló que diariamente permanece en el lugar de las 8:00 a las 20:00 horas; sin embargo, al preguntarle por sus demás compañeros de servicio sólo recordó los nombres de Nacho, Rosa y Marina, "porque hay otros que sólo vienen sábados y domingos".

Al intentar conversar con los niños, la presencia de Rosilia Ruiz los inhibió, y ninguno accedió a relatar cómo y cuándo fue que llegaron a El Recobro.

 

Desconfianza hacia la encargada

 

Por otra parte, Mario Víctor Morales, catedrático de sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, quien ayer visitó también el albergue, manifestó su interés por el caso, por lo que informó que enviará en próximas semanas a un grupo de estudiantes para trabajar en el centro.

"Queremos verificar por nuestra cuenta qué trabajo se está realizando en este sitio. No es posible que estos niños, que no presentan ningún padecimiento físico o mental, permanezcan en este lugar", señaló.

El profesor de sociología expresó su desconfianza en la titular del centro, pues señaló que una vez que le manifestó su inquietud y preocupación por los menores, ella se mostró renuente a recibir a los estudiantes que le enviaba para atender a los adultos y, sobre todo, a los niños que habitan la casa hogar.