* Ituarte: podría llegar un obispo que desmonte la labor de Samuel Ruiz
En riesgo, seis congregaciones chiapanecas
* 7 mil personas estarían en la mira * Seguiremos con la Iglesia y los pobres, aunque se equivoquen
Blanche Petrich, enviada, San Cristóbal de las Casas, Chis. * Media docena de congregaciones religiosas, que imprimen con su trabajo un sello particular a la labor de la diócesis de San Cristóbal de las Casas ųcomo las monjas vicentinas que manejan el Hospital de San Carlos, en Altamirano, o los maristas que realizan el proyecto educativo de Las Margaritas (incluida La Realidad, la capital del EZLN)ų, podrían quedar en la mira de un obispo que llegue a Chiapas con el ánimo de desmontar la labor histórica de Samuel Ruiz.
Mayor peligro correrían los miles de catequistas, ministros y diáconos indígenas. "Son un mundo de gente ųdice Gonzalo Ituarte, fraile dominico y secretario general de la diócesisų y les pueden poner un freno fuerte". En total, sumando a los agentes de pastoral, son cerca de 7 mil, la mayoría mujeres. Ese cuerpo de seglares y clérigos son, según Ituarte, "el fruto maduro de 500 años de evangelización entre los indios".
A pesar de ello, el equipo cercano de Ruiz habla insistentemente de evitar una ruptura. "Salvo que sea una contrainsurgencia bárbara, nosotros no vamos a romper con la Iglesia. Seguiremos críticos, porque lo crítico no nos viene de hoy", acota.
Entre diáconos, prediáconos y catequistas, cerca de la mitad son mujeres, ya que esos cargos recaen generalmente en matrimonios. Los diáconos, ordenados por el obispo, y por lo tanto parte del clero chiapaneco, representan una opción de continuidad particularmente delicada, ya que el paso siguiente natural en ese cargo es el sacerdocio indígena. El sacerdocio casado, naturalmente.
Contratos revocables
La mayor parte de las congregaciones religiosas, masculinas o femeninas, trabajan en determinada diócesis mediante contratos que pueden ser ratificados o revocados por el obispo en turno. No todas son igual de vulnerables. En Chiapas, explica Ituarte, "los dominicos tenemos derecho pontificio, nuestro contrato no es con el obispo local sino con el Vaticano. La Compañía de Jesús sería otra orden difícil de afectar. Pero ambas no por menos vulnerables son menos apetecibles".
ųƑCuáles son las áreas del trabajo diocesano que ustedes, como equipo, tienen más interés en preservar?
ųHay una unidad de fondo. Al tomar la opción por los pobres, toda la vida eclesial queda marcada por esa opción. Dadas las circunstancias y la historia propia de esta Iglesia, hay un compromiso en particular del pueblo indígena en el gran marco de la justicia y la dignidad de los derechos humanos. Ese es el eje central. Eso implica una Iglesia en la que el pueblo tiene una activa participación en la multitud de ministerios que se coronan con el diaconado permanente, por el momento. Esperamos que se llegue al sacerdocio indígena.
ųHay órdenes y grupos religiosos que han estado en el corazón de la zona en conflicto y muchas veces enmedio del fuego cruzado. ƑQué puede pasar con ellas? ƑQué garantías tienen para permanecer en el estado y continuar con su trabajo?
ųSon órdenes que tienen una labor de una magnitud enorme. Por ejemplo, el Hospital de San Carlos. Con un mínimo de sentido pastoral y hasta de sentido común, el nuevo obispo tendrá que respetar esa admirabilísima labor. Esa y muchas otras obras. En términos teóricos sí se puede que un nuevo obispo llegue y le diga a ciertas congregaciones 'tú te vas'.
"Hay congregaciones ųsobre todo las femeninasų con una debilidad estructural. Son más vulnerables. Por ejemplo, los hermanos maristas, que no son clérigos, aunque sean maestros y misioneros extraordinarios. Tienen menos derechos y menos defensas. Su sede está en Comitán y su trabajo se extiende por el municipio de Las Margaritas, incluida La Realidad, y recientemente llegó hasta Marqués de Comillas."
Las monjas del Divino Pastor están en Chenalhó; las de María Auxiliadora, que inicialmente apoyaron el trabajo con refugiados guatemaltecos, ahora están en El Bosque. Las misioneras franciscanas trabajan en Ocosingo. "En general las mujeres son más hábiles, más libres para inculturarse, para acercarse a la gente, precisamente por no ser clero. Ellas están en la cocina, echando la tortilla, y eso las acerca más a la gente, aunque nosotros evitamos el besamanos y todo eso".
ųƑQué harían ante una política de desmantelamiento?
ųPodría haber mucha tensión. Un caminar de esta naturaleza no se frena por decreto. Son convicciones profundas de la gente. Y no lo están haciendo porque Samuel les dijo que lo hicieran, sino porque lo sienten en su fe y su compromiso. Ese compromiso es tan profundo que, absurdamente imaginado, aunque venga alguien con la intención de frenar todo eso, le va a llevar años. Y va a provocar muchas fricciones y tensiones inútiles. No se trata sólo de llegar y decir voy a usar el ornamento de otro color o voy a cambiar tal o cual rito, sino que puede tocar su vida iluminada y potenciada por la palabra de Dios. Y que es también su vida política.
"A diferencia nuestra, entre los indígenas la vida religiosa y la vida política son lo mismo, hay una unidad profunda. Tocar uno de los elementos integrales de su vida es desbaratarlos. Con algunos lo podrán hacer. Pero son miles de comunidades y son 7 mil catequistas, más muchos otros miles de ministros. Es toda una Iglesia orgánica. A diferencia de otras zonas donde el clero tiene una predominancia total y todos hacen lo que dice el sacerdote, aquí el sacerdote se sintoniza con la gente para la gente. Y como en muchas comunidades tienen visita de sacerdote una vez al año, dos años, son muy responsables y autónomas en su vida de fe. No dependen del padrecito. Necesitaríamos 200, 300 sacerdotes más si quisiéramos tener el modelo de Iglesia piramidal, jerárquica, en la que todo el mundo obedece. Así que si alguien se quiere ir por ahí, va a ser muy difícil.
ųƑObediencia crítica?
ųNo podemos hacer nada que signifique ruptura, o defender a una persona. Vendrá otro obispo con mayor o menor simpatía por este camino y nosotros seguiremos caminando. Sí, nos duele mucho. Raúl Vera estaba enamorado de todo esto; él, como dominico, iba a ser el sucesor de Bartolomé de las Casas šy de don Samuel! šQué cosa más hermosa! Y se lo negaron. Lo mandan al desierto. Aunque reconocemos, como dice el Vaticano, que siguieron razones eclesiásticas, esas razones se pusieron en sintonía con intereses de poder de México.
ųƑQué implica ser críticos y obedientes?
--Que nuestra vida no depende de la decisión de una persona, sino que es el camino conjunto que hacemos en comunión con la Iglesia universal. Lo que está pasando aquí es significativo para toda la Iglesia. De hecho, esta crisis tan fuerte que se ha generado por el desplazamiento del obispo coadjutor ha permitido que se ventilen cosas que antes no se ventilaban. Y también que otros obispos, con sus declaraciones, enseñen el cobre.
"La Iglesia es una sociedad humana en la que participan personas con diferentes intereses, opciones, historias, ideologías, teologías. Y en ese juego se construye. Lo divino de la Iglesia no quita que seamos humanos. Don Samuel dijo cuando se levantaron los zapatistas: 'Estamos con los pobres, aunque se equivoquen'. Y estamos con la Iglesia también, aunque se equivoque."