* Astillero *
* Julio Hernández López *
El presidente Ernesto Zedillo se convirtió en la estrella ultra del neoliberalismo en Davos, Suiza, donde defendió con vehemencia extrema el libre comercio (a contrapelo inclusive de Bill Clinton, quien frente al mexicano pareció un moderado, acaso un reformista con tufos comunistoides).
Zedillo se abrió de capa (y se vio que bajo ella llevaba una camiseta con un escudo dominado por una gran ese y, más pequeñas, una ele y una ce, letras que, según las gargantas profundas de Astillero, significan: Superman del Libre Comercio) para posicionarse como el promotor más entusiasta de la globalización (Ƒnuevo líder mundial habemus?, Ƒacaso ha arrancado el segundo intento de un mexicano por presidir la OMC, pretensión esta en la que sucumbió seis años atrás Carlos, el pionero? ƑPodría decirle pronto Ernesto a Carlos, como Carlos lo hizo en su momento con don Raúl: "nos tardamos seis --o veinte-- años, pero al fin llegamos"?)
Eso sí: cambios
sustanciales no habrá
Pero, futurismos aparte, lo cierto es que el presidente Zedillo aprovechó el foro mundial de la nevada población suiza para enviar a los poderosos ejecutivos y dueños de las principales multinacionales el mensaje explícito de que, en México, las cosas seguirán como hasta ahora (de bien tirándole a mejor, según el diagnóstico color de rosa que hizo el doctor Zedillo por aquellas tierras), es decir, con el mismo sistema político y económico que ya conocen y tantas ganancias les ha dado, con la amenaza de la represión como eficaz instrumento de negociación política (el EZLN), con el rechazo desdeñoso a las ONG (no hay que verlas ni oirlas), con las complicidades en la cúpula máxima del poder (el caso de Carlos Salinas), con la autocomplacencia (todo marcha bien), la censura (los boletines de prensa y las traducciones de Presidencia) y la globalifobia (que no quiere decir miedo a los condones: breviario cultural de Astillero) como nuevo estigma contra sus opositores.
El presidente Zedillo hablando con absoluta sinceridad, justo cuando ya va de salida, cuando su pensamiento político y económico (así de abierto y directo, de brutalmente sincero) no puede ser puesto a discusión en las urnas (pero Ƒno se puede? Ƒno es acaso el mismo proyecto, las mismas ideas, el mismo modelo que sostiene Francisco Labastida? Nada mal le caería al sinaloense hacer algún simulacro de deslinde, aunque fuese sólo para efectos escenográficos, con caducidad acordada para el 2 de diciembre).
Porque el doctor Zedillo se convirtió en estos días, en Davos, en el vocero de los intereses de las multinacionales pero no de las sociedades de los países en desarrollo; en portavoz de los consejos de administración de las empresas multimillonarias pero no de las necesidades reales de pueblos como el suyo. En feroz guerrero en pro de que las empresas sigan haciendo ganancias pasando por encima de lo que sea, pero no en la voz sensata y preocupada del presidente de un país de millones de muertos de hambre, regido por la inhumana y criminal injusticia económica.
Clinton, el sospechoso
defensor de los pobres
Zedillo rechaza que otros hablen por los países en desarrollo, como México, y censura el sospechoso "altruismo" de los sindicatos y los políticos estadunidenses que ahora se preocupan por la situación laboral de los mexicanos. Cree encontrar en esas posturas una treta pensada para disfrazar intenciones intervencionistas. Dijo en discurso oficial: "no necesitamos que los sindicatos de los países ricos hablen en nuestro nombre y en nombre de los trabajadores pobres de los países en desarrollo; no necesitamos a los representantes autonombrados de la sociedad civil, las ONG, para hablar en nombre de la gente pobre". (Claro, coincide esta columna globera pero no globalifóbica: para hablar por los pobres están los políticos y los empresarios reunidos en Davos)
En contrapartida, Clinton cree que las grandes empresas no se deben cegar en la contemplación de sus ganancias, y sí preocuparse por la justicia social. La globalización, en ese sentido, también debe atender a los mil millones de humanos que viven con menos de un dólar al día. Además, el saxofonista de la Casa Blanca pide atender lo que más le molesta al mexicano: el cumplimiento de obligaciones en los terrenos laboral y ecologista. Zedillo pide sepultar el recuerdo de la reunión de la Organización Mundial de Comercio, en Seattle, en diciembre pasado, cuando hubo violentas protestas contra los globalizadores, y Clinton pide no desatender esas expresiones de inconformidad. Y ante eso no es posible dejar de hacer la dolorosísima pregunta: Ƒquién se acercará más al sentir de la mayoría de los mexicanos?
Censuras, traducciones
y otras linduras
(Por cierto, en un boletín oficial de Presidencia se censuró la mención de "las ONG", para dejar una menos directa a los tales por cuales "representantes autonombrados de la sociedad civil".
(Otra maniobra de tijera se pretendió hacer sobre el señalamiento presidencial de que el candidato oficial, Francisco Labastida, tiene todo el apoyo de El Señor de Los Pinos (de Los Pininos, sugiere un lector), pues, según la oficina de prensa de Presidencia hubo un error de traducción del español al alemán, de tal manera que sería errónea la cita publicada por el Neue Zürcher Zeitung.
(Tal cita falsa, sin embargo, fue dada a conocer en la versión oficial que esa oficina de prensa dio a reporteros. No se sabe que el citado diario suizo haya hecho aclaración alguna, pero en los archivos de Presidencia ya fue inscrita como rigurosamente cierta la versión modificada, en la que Zedillo dice, elegante y republicano: "... ahora puedo decir, con toda franqueza, que Labastida, el candidato del PRI, tendrá mi voto, sin que eso signifique que no respete a los candidatos de los otros partidos. Simplemente, a quien yo prefiero es a Labastida".
(Sabido como es que esta columna siempre es propositiva y constructiva, se permite sugerir que de ahora en adelante todas las traducciones sean encargadas a la doctora Rosario Green, tan buena siempre para acomodar al interés nacional toda expresión indeseada. Otra sugerencia ya está siendo atinadamente aplicada, por lo cual Astillero se congratula: que el presidente hable en los momentos cumbre en el idioma adecuado, es decir, el inglés, así no habrá razón para traducirle a nadie: el que no sea angloparlante, entonces será un globalifobo, y éstos a nadie interesan.)
Un merecido
descanso
Por lo pronto, ayer, el presidente Zedillo descansó en el parque ecológico de Doñana, en el Guadalquivir, acompañado del derechista presidente español, José María Aznar. Entre árboles de lavanda, romero, gansos y flamencos, el mexicano, y su comitiva se habrán enterado con dolor de la noticia cierta de que, entre otras especies en desaparición por aquellas tierras, está la del águila imperial...
Astillas: El paro policiaco no es un asunto tan sencillo como quieren verlo los mandos perredistas y su candidato Cárdenas. De otra manera, no se habrían dado los ceses de 108 mandos de la policía capitalina ni se habrían reconocido las condiciones de abandono extremo en que se tiene a esos agentes de una corporación terriblemente dañada por la corrupción pero sin cuya regeneración no será posible intentar con seriedad la reimplantación de la seguridad pública en la capital del país. El tema da para mucho más. Por lo pronto, convendrá darse una vuelta por el cine y ver Todo el poder, una buena radiografía de lo que sucede en la fábula diaria de policías y ladrones (perdón a Trino por el fusil). Por cierto, el personaje cinematográfico que la hace de moralizador de la policía tiene un claro parecido (físico) con Alejandro Gertz Manero y en menor proporción con Samuel del Villar... En Hermosillo, Luis Colosio dijo que ni Carlos Salinas ni Ernesto Zedillo han cumplido con su promesa de esclarecer el crimen de Luis Donaldo Colosio. Ya que actualmente hace campaña con Labastida, el padre del asesinado cree que si el sinaloense llega a la Presidencia habrá de resolver todos los casos pendientes de justicia, entre ellos el de su hijo. ƑLe permite el amable lector a este columnista morderse la lengua y ahorrarse cualquier comentario?...