* Su oferta musical incluye fusiones de blues, poesía y rancheras
Betsy Pecanins canta desde las emociones
Angel Vargas * El canto de Betsy Pecanins se apega más a la pulsión que al pensamiento, cuando menos en su génesis. Es una voz que surge de la intimidad para congregar emociones y sentimientos diversos. Es la expresión honesta de una forma particular de entender la música. Es blues. Intensa, la relación de la intérprete con el género está también determinada por un espíritu de completa libertad, que le ha permitido llevarlo a otro tipo de expresiones, desde la canción mexicana contemporánea y la poesía musicalizada hasta Los Beatles y las rancheras.
''Soy más que consciente de que el blues que habita en mí no es ortodoxo. Por lo general, hay muchos amantes de esta música que son muy radicales y que se ofenden profundamente cuando alguien se aparta de las reglas estrictas, pero siento que en mi caso ha sido muy importante este trabajo de mezclar los sonidos que me han acompañado desde que era niña", señala Betsy.
"Por ejemplo, blusear una ranchera es algo que en mí sale naturalmente, porque crecí con esas músicas, independientemente de que ambas tienen mucho en común, empezando por el temperamento triste y desgarrado en el que siempre uno se está riendo de sí mismo, de alguna manera, además de que son géneros muy sensuales, pues los dos tienen mucho temperamento".
A unos días de ofrecer un concierto en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, platica que el blues es una de las expresiones musicales que más permite desentrañar la intimidad del ser, al congregar un espectro amplio de sentimientos y emociones: ''Es sensual, sexual, doloroso, triste; tiene humor, mucha cachondería y una mezcla de emociones diversas que parte de lo más interno''.
Según la cantante, por cuyas venas corre sangre estadunidense y catalana, todavía resulta difícil explicarse por qué sus inquietudes artísticas optaron por la música, cuando circunstancias familiares le ofrecían un atractivo panorama en el territorio de las artes plásticas.
Apunta: "Todavía me pregunto de dónde me vino esa inclinación. Por la influencia de mi familia me interesaba la pintura, de hecho me interesa mucho, y al principio quería pintar. Pero para pagar mis materiales de arte me puse a cantar y me di cuenta que la música era algo mucho más familiar y cercano que la pintura. No soy una persona tan visual, soy mucho más de los sonidos, y la música se volvió mi vida por las sensaciones que me ofrece".
ƑY por qué el blues? "Si pudiera explicar lo que es el blues tal vez no lo cantaría. Siempre ha estado presente, desde el primer día que canté. Al principio me le resistía, no porque no me gustara sino porque no me sentía preparada para acercarme a semejante género. De hecho, sigo descubriéndolo todos los días".
Considera que el suyo es un canto más de pulsión que de razón. "Es algo mucho más próximo a la emoción que al pensamiento. La emoción de estar cerca del sonido y de la música".
Luego de concluir satisfactoriamente 1999, Betsy señala que sus perspectivas artísticas y laborales para este año son favorables, con un calendario de conciertos que paulatinamente comienza a llenarse, además de tener en puerta la realización de un nuevo disco. Entre sus planes, dice, está el continuar con el espectáculo Nuestro negro pasado, en el que comparte créditos con Tania Libertad, así como su temporada en La planta de luz.
Por lo pronto, se prepara para la presentación que ofrecerá el próximo jueves (a las 19:00 horas) a beneficio del voluntariado del Antiguo Colegio de San Ildefonso, en el Anfiteatro Simón Bolívar (Justo Sierra 16, Centro Histórico). El donativo de 120 pesos incluirá una visita guiada por las exposiciones que se exhiben en ese recinto (a las 14:30 horas) y un coctel (a las 21:00).
Para mayores informes, comunicarse a los números: 57 02 63 78 y 57 02 29 91.