Ť Devolución total de instalaciones, exigen autoridades; CGH, libertad de sus compañeros


Fracasó el encuentro entre los huelguistas y la rectoría

Ť Inoportuna intervención de la CNDH; antes de que terminara la reunión anunció que no hubo acuerdo

Roberto Garduño y Karina Avilés Ť La representación del CGH y el rector Juan Ramón de la Fuente no alcanzaron ningún acuerdo. La rectoría insistió en exigir la devolución de las instalaciones y el consejo estudiantil demandó la liberación de sus compañeros detenidos, la salida de la Policía Federal Preventiva y la continuación del diálogo como la única vía para la solución del conflicto.

A este laberinto sin salida inmediata se sumó la inoportuna intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y su presidente, José Luis Soberanes, que una hora antes de terminada la reunión ya había informado que no había acuerdo alguno.

Fue tal la presión que generó lo dicho por la CNDH que el director general de Información de la UNAM se vio obligado a dar la lectura del desencuentro:

"La UNAM informa que después de una prolongada sesión de diálogo entre el CGH, los integrantes de la comisión de garantías del plebiscito universitario y el rector no fue posible precisar los términos de la devolución de las instalaciones universitarias".

Minutos más tarde, la representación del CGH, en voz de Higinio Muñoz, rechazó las afirmaciones de rectoría de que no fue posible precisar la entrega de los inmuebles, porque las "este no fue un proceso de negociación", sino una reunión para pedir la liberación de los estudiantes, la cancelación de órdenes de aprehensión y el desistimiento del proceso jurídico que enfrentan 73 huelguistas, así como la salida de la PFP de la Preparatoria 3, y continuar el diálogo como único camino para la solución del conflicto.

Muñoz señaló que por la mañana ellos percibieron una actitud abierta por parte de las autoridades de la universidad, incluso se creyó que sería posible un pronunciamiento conjunto para exigir la libertad de los encarcelados. Pero, por la tarde, la discusión comenzó a dificultarse porque horas antes rectoría "hizo afirmaciones en el sentido de que necesitaban únicamente que se abrieran auditorios para que la comunidad discutiera con toda libertad. Al indicarles que precisaran qué significaba eso, fue cuando finalmente ellos hacen la formulación del levantamiento de la huelga".

Y sobre el emplazamiento del CGH para reiniciar el diálogo el lunes, repuso: "Nosotros inclusive aceptamos que fuera el domingo cuando se iniciara el diálogo entre ambas partes en la mesa, pero no aceptaron, y ahí el rector, finalmente, se levanta de la mesa y no acepta esta discusión. A pesar de que nosotros exigimos el diálogo y de que de cerrar esta puerta significaba abrir la otra, que es la de la represión. En todo caso, ellos serán los responsables directos de que se cierre la puerta del diálogo y se deje abierta la del uso de la fuerza".

Víctor Alejo y Muñoz afirmaron que las autoridades "intentaron utilizar como rehenes a nuestros compañeros, siempre y cuando regresemos las instalaciones".

Alberto Pérez Blas había leído el documento de media cuartilla, en el que se refería que no se había dado el acuerdo para la devolución de las instalaciones. A la par, por la escalinata principal del edificio, descendían las delegaciones que habían discutido durante más de 12 horas. Al frente de ellos se encontraba el rector De la Fuente, quien, preocupado, apenas respondió a la interrogante que calificaba el encuentro de un fracaso: "No se va ha decir nada más, Alberto Pérez Blas leyó el comunicado. Gracias".

Mientras el rector y sus acompañantes abandonaban la Antigua Escuela de Medicina, por una puerta lateral un integrante de la delegación del CGH confiaba a este diario: "Nosotros flexibilizamos al máximo, está en riesgo nuestra cabeza en el Consejo General de Huelga, pues propusimos entregar las instalaciones de los institutos, la hemeroteca y el estadio de prácticas...pero ellos se mantuvieron en esa postura, querían la devolución total. Así no se pudo".

Horas de espera

Encerrados en el Salón de los Eméritos, los delegados del CGH, sus asesores, el rector Juan Ramón de la Fuente, José Narro Robles, la Comisión de Vigilancia y el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes ųquien fungió como observadorų discutieron los términos de la negociación, mientras los reporteros aguardaban en el patio central del la Antigua Escuela de Medicina.

Ni siquiera los representantes de una y otra parte salieron a comer. Por la tarde, mientras iniciaba la marcha convocada por el CGH del Angel de la Independencia a la Secretaría de Gobernación y de ahí al Zócalo de la ciudad de México, las dudas sobre el rumbo de las deliberaciones se acentuaban. ƑAceptarán?, se cuestionaban los informadores.

A las 20 horas, cuando un grupo de manifestantes que se dirigían al Zócalo se desprendió de contingente, y se desvió al la Antigua Escuela de Medicina, los elementos de la policía capitalina ųque resguardaban desde la mañana las inmediaciones del inmuebleų se movilizaron alrededor de éste. En esos momentos la delegación del CGH bajó al patio central y se dirigió a la puerta principal. Serios, los estudiantes y Luis Javier Garrido salieron para explicar a los manifestantes la situación que se vivía entonces en el encuentro, y solicitarles que regresaran a la plancha de la Plaza de la Constitución.

Tras el exhorto, éstos regresaron y los representantes del movimiento estudiantil regresaron a la cita con su contraparte. De nuevo, serios, no respondieron a las preguntas que les formulaban los reporteros.

Para entonces, la confusión reinaba en el ambiente. En ocasiones, Roberto Rivera Massé y Cristóbal Sánchez salían a los pasillos de la planta alta y, desde arriba, hacían señas con sus manos y más o menos explicaban.

Pero entre los reporteros se comenzaron a formular hipótesis sobre lo que ocurría en la reunión a puerta cerrada. Primero, que la delegación del CGH estaba "equilibrada" pues había "moderados" y "ultras" por igual. Que la presencia de Víctor Alejo representaba un contrapeso y podría ocurrir un acercamiento decisivo que condujera al diálogo o la negociación en su caso. Otras posturas, más pesimistas, declaraban que no habría solución y el problema "se tensará".

Y así prosiguieron las especulaciones. Nada se sabía, y nada se supo hasta pasada la medianoche. Pero en los pasillos de la planta alta se observaba platicar a Roberto Rivera Massé y a Enrique del Val. También caminaba el doctor René Drucker Colín, y entre ellos Alberto Pérez Blas.

Delantera de la CNDH

Al cumplirse el plazo que fijó el doctor De la Fuente, de las 22 horas, para concluir el encuentro, y se informó a los reporteros que se ofrecería una conferencia de prensa en el auditorio del recinto, los representantes de los medios comenzaron a desesperarse porque pasaba el tiempo y no se llegaba a ningún acuerdo y, por lo tanto, no había nada qué informar.

Pero, faltando cinco minutos para las 23 horas, a la redacción de La Jornada, llegó una fax enviado desde la CNDH, donde se afirmaba que el encuentro había fracasado y exhortaba a las autoridades y al CGH para continuar buscando una salida necesaria para el país y la misma universidad.

Esta noticia, que fue reproducida a las 23 horas por Guillermo Ortega en el noticiero de Televisa, consternó a los informadores que habían esperado más de 12 horas en el Antiguo Palacio de la Inquisición. La irritación se apoderó de éstos, y comenzaron a gritar: "Soberanes, saca tus manos de la UNAM... Soberanes, saca tus manos de la UNAM".

Aquel hecho inaudito, pues no correspondía a la CNDH, ni a su presidente emitir ese tipo de noticias, despertó la indignación de los reporteros: "Qué se se cree el señor Soberanes, mejor nos hubiéramos marchado a la comisión y que ahí nos informaran...no puede ser tanta irresponsabilidad".

Aún continuaban discutiendo las delegaciones en el salón de los Eméritos, hasta que, desesperados, los mismos periodistas, fotógrafos y camarógrafos subieron por la escalinata principal del edificio para buscar a los delegados. Entre rumores y especulaciones que circulaban a toda velocidad, se dijo que los estudiantes del CGH ya se había marchado, y aquello representaba una burla para todos los que se encontraban ahí.

Entonces, impedidos por una reja de acero ųpara acercarse al salón donde se llevaba a cabo el encuentroų los reporteros exigieron una explicación. Alberto Pérez Blas salió para explicar lo ocurrido: "Si salió un comunicado de la CNDH, es un comunicado que desconocemos, como ustedes se darán cuenta estamos todavía reunidos aquí, no sé a que horas salió ese comunicado, pero nosotros seguimos reunidos y trabajando".

Aquello fue el acabose para José Luis Soberanes, pues el comunicado enrareció el ambiente que ya no tuvo rumbo y generó una avalancha de preguntas. Los reporteros permanecían en espera de Soberanes, que por fin se decidió a dar la cara. Separados por la reja de acero, los reporteros, escucharon al presidente de la CNDH: "La UNAM va ha sacar su boletín oficial, šla CNDH, no se adelantó!".

Entonces, intervino una persona que se identificó como colaborador ųno dio su nombreų de Soberanes, y refirió: "Apareció una nota en Formato 21, en medios electrónicos hubo filtración, en los medios radiofónicos, y tuvimos que corregir la redacción. Fue una mala información y por esos se envió la comunicación. Hicimos la corrección a una redacción que comenzó a correr a las 9 de la noche".

Y, el mismo ombudsman trató de enmendar con las mismas palabras del comunicado que circuló casi una hora antes: "No hay cita (para el lunes) en este momento, no se llegó a conclusión, no hay cita fija, y en ese sentido lo que nosotros decimos es que lamentamos profundamente la prolongación de conflicto universitario, y reiteramos nuestro exhorto a flexibilizar sus posiciones, en bien de la UNAM y del país".

Una hora después se dio el anuncio oficial. No se habló de fracaso, fue la palabra prohibida, nadie la quiso pronunciar...sólo se habló de que no hubo acuerdo para precisar los términos de la devolución de las instalaciones universitarias. ƑQué sucederá?...


Ť Despertó suspicacias el encuentro a puerta cerrada


Bajo protesta, el CGH asistió a la reunión con De la Fuente

Ť Exigen libertad de sus compañeros y cumplimiento de su pliego

Karina Avilés y Roberto Garduño Ť Bajo protesta, el Consejo General de Huelga asistió a lo que se vislumbró como la última llamada para resolver el conflicto que tiene postrada a la Universidad Nacional desde hace más de nueves meses. Antes de ingresar a la Antigua Escuela de Medicina para encontrarse con el rector Juan Ramón de la Fuente, el órgano estudiantil exigió la liberación inmediata e incondicional de los 324 alumnos procesados ųla cifra, de acuerdo con el último reporte del CGHų y emplazó a las autoridades de la UNAM a reiniciar urgentemente el diálogo, el lunes próximo.

Para contrarrestar los efectos del anuncio del rector, la jornada de los estudiantes huelguistas comenzó la madrugada del jueves en el auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras, donde, tras un prolongado debate, decidieron responder al emplazamiento de las autoridades para argumentar que no levantarán la huelga hasta discutir los seis puntos del pliego petitorio, como se acordó el 10 de diciembre en el Palacio de Minería.

La consignación de sus compañeros, los rumores de intervención policiaca en el campus de Ciudad Universitaria y el ultimátum lanzado por Juan Ramón de la Fuente despertaron una febril agitación en el pleno del CGH. La cita en el Palacio de la Inquisición fue el único punto de debate. Al auditorio se presentaron Hugo Aboites, Guadalupe Carrasco, Mario Benítez, Higinio Muñoz, Víctor Alejo y Jorge Martínez Valero, protagonistas en momentos especiales del conflicto.

En la madrugada, los resolutivos se centraron en dos posturas: la mayoría de las escuelas determinó responder al ultimátum, "porque el CGH mantiene su posición de encontrar una solución al conflicto a través del diálogo", y la minoría, representada por la Escuela Nacional de Trabajo Social, la Preparatoria 9, la ENEP Acatlán y el CCH Naucalpan, demandaba no acudir hasta la liberación de sus compañeros.

Hugo Aboites, asesor del CGH, argumentó que el movimiento estudiantil debe evaluar la actual situación política en que se encuentra, y en ese contexto, tiene que ponerse en primer plano la demanda de libertad de los presos políticos. Sobre todo, destacó que el diálogo y la negociación con las autoridades de la UNAM deberá arrojar nuevas fórmulas para allanar el camino de la solución.

Hubo distintas argumentaciones en contra y en favor de reunirse con el rector. Primero se manifestaron aquellas posturas que apoyaban el rechazo a cualquier acuerdo con Juan Ramón de la Fuente, hasta no liberar a los más de 300 estudiantes que se encuentran presos en el Reclusorio Norte y en el Consejo Tutelar para Menores.

Sin embargo, entre gran número de brigadistas del CGH permeó la idea de que el encuentro en la Antigua Escuela de Medicina representaba la última oportunidad de negociar el levantamiento de la huelga.

Por primera vez, Mario Benítez fijó su postura, no a título personal ni por la Facultad de Economía, sino en nombre de la corrriente En Lucha. El profesor y alumno de posgrado expuso que ni la flexibilización de los seis puntos del pliego petitorio eran garantía ya para solucionar el conflicto, y mucho menos para evitar que la fuerza pública interviniera en la UNAM.

Entre el abucheo de muchos de los huelguistas que desde las gradas gritaban: "šCálmate, Súper Mario Brossss! ƑCómo que te saltaste el puente, si estaba enrejado? šOrale con el Houdini!", Benítez respondió que el movimiento saldrá triunfante de la actual crisis que se vive en el conflicto universitario hasta el cumplimiento de su pliego petitorio.

Otra vez, Sandra Romero, La Medusa, trajo a colación su discurso de siempre ante el pleno, pues sugirió, a pesar de la crisis, que el CGH se encuentra más fuerte que nunca. "šOrale con la Krosty, piensa que estamos como hace nueve meses! ƑQué no se da cuenta de que tenemos a más de 300 compañeros en la cárcel?", le reclamaban.

La propuesta de Trabajo Social, de la Preparatoria 9, de la ENEP Acatlán y del CCH Naucalpan fue aislada, y se acordó, antes de las 7 de la mañana, asistir al Palacio de la Inquisición bajo el entendido de que el llamado del rector De la Fuente es un ultimátum.

Ya por la mañana, la comisión de prensa y propaganda salió de Filosofía y Letras para dirigirse a la Facultad de Ciencias, donde elaboró el documento que sería presentado al rector.

En la Inquisición

Por esas horas, el Palacio de la Inquisición, listo para ser el escenario de uno de los encuentros más críticos en la historia de este conflicto, comenzó a ser el centro de atracción de los medios de comunicación, padres de los estudiantes encarcelados, algunos profesores e integrantes de organizaciones populares.

Antes de las 10:00 de la mañana, De la Fuente ingresó al recinto del Centro Histórico. Le siguieron los integrantes de la comisión de garantías (Luis de la Barreda, René Drucker, Miguel León-Portilla, Joaquín Vargas, Rolando Cordera, Alejandro Rossi y Clementina Díaz y de Ovando; José Narro Robles, coordinador del plebiscito, el director general de Información y el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes.

Quince minutos después llegó la avanzada del CGH. Isaías Barrientos y Marcos Guadarrama, de la comisión de enlace, se encontraron afuera del edificio con Enrique del Val, a quien le dieron los nombres de las escuelas que estaban representadas en las conversaciones con el rector.

Un grupo de padres de familia, con carteles y mantas reclamaban la liberación de sus hijos: "Nuestros hijos son estudiantes, no criminales. šExigimos su libertad! šSolución a los seis puntos del CGH! šLibertad a los presos políticos!". La andanada también tocó a los medios de comunicación: "šPrensa, prensa, si tienes dignidad, el pueblo hoy te exige que digas la verdad!".

Mujeres y hombres también reclamaron al rector el maltrato y la prisión en que se encuentran su hijos: "šRamón, represor, eres un inquisidor! šRamón, terrorista, la Inquisición te tiene en la mira!".

Pasadas las 11 de la mañana llegaron los 10 delegados del CGH y sus asesores: Roberto Rivera Massé, Higinio Muñoz, Tomás Ortiz, César Jiménez, Elizabeth Hernández, Cristóbal Sánchez, Tania Rueda, Gabriela Pérez y Jonathan Noyola. Junto a ellos, Luis Javier Garrido, Isaías Barrientos y uno de los abogados defensores de los encarcelados.

Antes de ingresar al recinto colonial, Rivera Massé leyó un documento ante los medios de comunicación. Primero recordó las razones por las que el CGH rechaza la propuesta oficial. Después, señaló que las autoridades no los convocaron a un diálogo, porque lanzaron un ultimátum para que "firmemos nuestra rendición". No obstante, el CGH como "muestra de su disposición para resolver este conflicto, asiste bajo protesta".

La exigencia fundamental del movimiento estudiantil fue: "Que liberen inmediata e incondicionalmente a nuestros compañeros procesados e ilegalmente detenidos, que hoy ya suman 324, como el primer paso para la solución del conflicto; que salga la Policía Federal Preventiva de las instalaciones de la Universidad Nacional, pues es una flagrante violación a la autonomía universitaria; el CGH reitera su disposición a levantar la huelga, siempre y cuando se dé la discusión con base en los acuerdos firmados bilateralmente el 10 de diciembre pasado".

Reporteros, camarógrafos y fotógrafos sólo ingresaron al patio central del Antiguo Palacio de Medicina, porque el encuentro se realizó a puerta cerrada en el salón de Profesores Eméritos. De la planta alta del recinto descendieron algunos estudiantes del CGH, entre ellos Higinio Muñoz, quien provocó un remolino de informadores a su alrededor, y al mediodía avizoró un panorama de consensos:

"Es posible que haya pronunciamiento sobre los tres puntos que planteó el CGH, pero todavía se buscan las coincidencias". Sobre la devolución refirió que el "tema está presente en la mesa de discusión, pero ahí, en todo caso, hay la mayor dificultad para llegar a un acuerdo". En otro momento, Isaías Barrientos salió para informar a los alumnos y padres de familia que se encontran afuera del Palacio de la Inquisión, pero algunos de sus compañeros lo interrumpieron, e incluso cuestionaron la actuación de los 10: "están cochupando", reclamó uno.

ųIsaías, tu deber es informar, no cochupar ųreplicó un alumno de la Facultad de Ciencias.

ųEl compañero está informando, no está negociando nada ųle devolvió Libier, de la Facultad de Filosofía.

ųƑPor qué está Higinio?, sólo viene a cochupar, no mamen ųrespondió el mismo estudiante.

La reunión a puerta cerrada provocó el desconcierto entre algunos integrantes del CGH. Enrique Cisneros, conocido como el Llanero Solitito, terció el reclamo: "Esto puede causar desconfianza. Es el riesgo de las negociaciones en lo oscurito".

Otra estudiante, también de Ciencias, reclamó la larga estadía en el recinto: "ƑPor qué no informan? Ustedes se están saltando el acuerdo del CGH. Están cochupando", remató.