Ť Habría muerto un manifestante en Cochabamba
Reprimen soldados y policías a obreros y campesinos bolivianos
Afp, Dpa y Ap, La Paz, 4 de febrero Ť Fuerzas combinadas del ejército y la policía bolivianos reprimieron una protesta de campesinos, sindicalistas y organizaciones sociales en la ciudad de Cochabamba, localizada a 403 kilómetros al este de La Paz, con saldo de al menos 18 heridos --26 según versiones hospitalarias-- y decenas de detenidos.
Informes de prensa señalaron que los disturbios se intensificaron en las últimas horas de la tarde en esa localidad, sin nuevos reportes de heridos o detenidos.
El ministro de Información, Jorge Landívar, indicó que el gobierno del presidente Hugo Bánzer podría decretar estado de sitio regional "si se altera la paz y el orden", pero el máximo dirigente cocalero, Evo Morales, dijo que los militares patrullan las calles de la ciudad como si ya se hubiera adoptado esa medida.
La Coordinadora de Defensa del Agua, una de las organizadoras de la protesta en la que participaron más de 10 mil personas, afirmó que en los enfrentamientos murió un profesor que recibió el impacto de una bomba lacrimógena en la cara, y denunció el arresto de varios dirigentes.
Según testigos los uniformados se llevaron el cuerpo del profesor, pero la portavoz del hospital local, Magaly Avalos, negó la versión de la muerte del manifestante y señaló que hasta el momento fueron atendidos 26 heridos.
Las protestas contra del incremento de 20 por ciento en la tarifa del agua comenzaron en la mañana de este viernes y se extendieron por espacio de siete horas, para después disminuir y reiniciar en la tarde.
El periodista local Marco Carrillo relató que la policía "plantó un cerco a unos cien metros de la plaza de armas, y libra una batalla campal contra los pobladores de Cochabamba, que emplean palos, hondas y piedras y se parapetaron en un radio de 200 metros y más allá".
Por la mañana unos mil 500 uniformados cercaron la plaza de armas, el destino de los inconformes, y los reprimieron en distintos puntos de la ciudad con gases lacrimógenos y vomitivos, balas de goma y otros objetos contundentes.
Mientras tanto, aviones de la fuerza aérea boliviana sobrevolaron la ciudad para intentar disuadir a los manifestantes.
El ministro de Gobierno, Walter Guiteras, afirmó que la presencia de los uniformados, que vigilan además las rutas de acceso a la ciudad, es "para garantizar la paz y el derecho de movilización de los ciudadanos que no participan en la protesta".
El jueves el presidente Bánzer sostuvo que la movilización de los uniformados no significa la "militarización de Cochabamba", la tercera ciudad más importante del país sudamericano.
La toma de Cochabamba ocurrió después de que la Iglesia católica boliviana fracasó en su intento de lograr que el gobierno y los dirigentes civiles y sindicales alcanzaran un acuerdo.
Por otra parte, al menos nueve personas murieron el pasado jueves, seis más están desaparecidas y 15 más resultaron heridas cuando el camión en que viajaban fue sepultado por una avalancha de tierra ocurrida en la provincia de Chuquisaca, en el sureste del país.