Ť Encinas: impediremos que se eche por tierra el principio de soberanía nacional
Caprichos presidenciales, los cambios a la Constitución
Laura Gómez Flores Ť La Carta Magna y las leyes secundarias se han modificado al "capricho y a la medida de los presidentes en turno, con la complicidad y subordinación de la mayoría de los legisladores, llegando a extremos como el cercenar por la voluntad del salinismo el artículo 27 constitucional", manifestó ayer Alejandro Encinas Rodríguez, secretario de Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal.
Ahora, bajo el influjo de un fundamentalismo globalizador de la economía, se pretende echar por tierra el principio de soberanía nacional, "lo cual no permitiremos", pues "no vamos a aceptar presiones y chantajes de quienes pretenden imponer criterios que en otros estados donde gobiernan o en el orden federal no han llevado a cabo, y cuando no cabe la vuelta al pasado o la simulación", advirtió.
Señaló que muchos de los 400 cambios que ha sufrido la Constitución fueron tergiversados para conformar un sistema presidencialista que atrofió el propósito de contar con un Ejecutivo acotado dentro de un estado de derecho, debilitando a la vez a los poderes Legislativo y Judicial.
Orador oficial en la ceremonia del 83 aniversario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Encinas explicó que conforme se estructuró un sistema político basado en el monopolio de un solo partido, subordinado a su vez a una Presidencia con facultades constitucionales y metaconstitucionales, se distorsionaron principios fundamentales como el federalismo, la democracia y la distribución de facultades entre los órganos del poder público.
Actualmente, reconoció, la Constitución que nos rige es uno de los textos con mayor número de modificaciones y, si bien algunos de estos cambios la han actualizado, muchos han avanzado en sentido contrario a los postulados fundamentales establecidos por el constituyente.
Por ello, dijo, son imprescindibles las bases de un nuevo arreglo institucional que garantice un verdadero equilibrio de poderes, que dé cuenta de la diversidad política, donde el Poder Legislativo cuente con las facultades necesarias para legislar, sobre la base de representar los intereses de quienes los eligieron.
Así, se transitará de una relación de dominio con base en la fuerza y la obediencia, a una relación fundada en el consenso, la tolerancia, el ejercicio pleno de las libertades, la equidad, la justicia y la ética en el ámbito de lo público y lo privado, manifestó.
En el acto, donde estuvieron el presidente del Tribunal Superior de Justicia capitalino, Juan Luis González, y de la Comisión de Gobierno de la Asamblea, Martí Batres, recordó que en el pasado periodo de sesiones del Congreso de la Unión se logró una modificación al paquete económico, propuesto por el Ejecutivo, a pesar del disgusto de quienes quieren vivir en las inercias del pasado, lo cual representa un parteaguas en la función del Poder Legislativo.
En este sentido, expresó la urgencia de fortalecer también el Poder Judicial, que "hasta el momento ha sido incapaz de sanearse y cumplir con sus funciones de control jurisdiccional y de impartición de justicia; lograr un auténtico federalismo, y que el plebiscito y el referéndum para la consulta sean aspectos indispensables en una democracia moderna".
Actualmente, destacó el funcionario, en el constitucionalismo mexicano prevalece un vacío imperdonable, en lo que se refiere al establecimiento del Distrito Federal como una entidad federativa con los mismos derechos, por la existencia de candados e impedimentos jurídicos y políticos.
Sin embargo, "hemos acreditado un gobierno honesto, abierto a la crítica constructiva y a la expresión auténtica de las ideas y seguiremos luchando por rescatar los principios fundamentales de la Carta Magna y superar las contrarreformas que distorsionaron su espíritu, pues no cabe la vuelta al pasado ni a la simulación", concluyó.