Señora directora: El arresto en la noche del 6 de febrero de dos miembros del Consejo General de Huelga, Rodrigo Figueroa del CCH Sur, capturado a la salida de Televisión Azteca donde participó en una mesa redonda sobre el conflicto en la UNAM, y el profesor de Economía
Alfredo Velarde, detenido en su casa, son demostraciones específicas del clima policiaco prevaleciente. A esa cacería de activistas y dirigentes, de alcan- ces todavía indefinidos, se agrega un hecho literalmente inconcebible: antes de cuantificar el monto de la fianza para Mario Benítez, profesor de Economía, el MP decidió añadir a su expediente el delito de "peligrosidad social", del nuevo Código Penal. De pronto, el aparato judicial retrocede a 1959, a la época en que el juez Eduardo Ferrer MacGregor condenaba a los líderes ferrocarrileros por el delito de "disolución social". ƑQué distancia hay entre la disolución y la peligrosidad? La misma que hay entre un autoritarismo a la antigua y un autoritarismo que tampoco toma en serio la ley pero que, aparte de todo, ni siquiera sabe en qué consiste.
No nos corresponde suplantar a la investigación pormenorizada, nos toca señalar las inmensas dificultades para determinar las responsabilidades individuales en un movimiento colectivo (convertido así nomás en causa delictiva) y la flagrante injusticia cometida en perjuicio de los detenidos sin causa previa, en su mayoría con el solo antecedente de su presencia ese día en CU. La solución en manos de las autoridades es política, porque su andanada judicial ha resultado, en lo básico, ilegal y, en el caso de "la peligrosidad social", francamente grotesca.
Los casos de Figueroa y Velarde se suman al intento de convertir el conflicto de la UNAM en un gran escándalo televisivo. No lo es en modo alguno, la policía debe irse de CU, los detenidos deben continuar saliendo (todos ellos) con el consiguiente levantamiento de cargos, y debe emprenderse el diálogo con el CGH. ƑQué congreso universitario será posible con gente en las cárceles? Y si se nos permite una sugerencia cívica, el gobierno debe evitar confundirse de siglo, y ya no retomar la polvoreda penal del 68, ahora cuando es imposible lograr el amedrentamiento de las masas y, como consecuencia de ello, el avasallamiento electoral.
Atentamente
Elena Poniatowska y Carlos Monsiváis más